Siempre fuiste vos.

Sincericidio.

El viaje hasta Ezeiza les iba a llevar una hora. Primer desafío: conversar todo el camino. Flor eligió irse por lo seguro y hablar de los programas de Pinamar, de la cantidad de audiencia, de la gente que se acercó a verlos y todo lo relacionado al programa y sus integrantes.

Nico se había levantado con la idea de blanquearle a Flor lo confundido que estaba con ella y poder conversarlo. No quería ser un cagón. La charla durante el viaje lo había logrado distraer bastante hasta casi olvidarse de la conversación incómoda que, eventualmente, iban a tener.

Llegaron a Ezeiza y se encontraron con un cartel que indicaba que su vuelo estaba 2 horas demorado.

Nico: la puta madre

Flor: no te enojes niquitich, hacemos tiempo tomando un café en Starbucks si queres. Yo invito.

Nico: me vendría bien un café. Vamos.

Tomaron el café mirando sus celulares y conversando de a ratos. Más tarde, se acomodaron en las sillas afuera de la puerta de embarque, solo podían esperar.

El tiempo fue pasando y Flor se fue relajando cada vez un poco más. Cuando se despertó por el sonido de los altavoces, que indicaban el arribo de un vuelo de Turquía, se dio cuenta que su cabeza estaba totalmente apoyada en el hombro de Nicolás.

Flor: uh, perdón

Nico: te re dormiste

Flor: es cómodo tu hombro -dijo, riendo

Nico: así parece... dormiste un rato largo.

Flor: ah, si? Anoche no dormí nada. Estoy agotada.

Nico: por?

Flor: desde que llegamos de Pinamar no pego un ojo.

Nico: se te nota medio bajoneada. Creo que por eso también Valen te eligió para viajar conmigo.

Flor: vos decís? Me pareció más que quiso buscar una excusa para encontrarnos

Nico: a nosotros dos?

Flor: si...

Nico: vos queres que nosotros nos encontremos?

Flor: vamos a tener esta conversación ahora?

Nico: no sé, si no queres no. Pero es algo que tenemos que charlar me parece

Flor: si, obvio. Tenemos una semana entera solos, nos vamos a tener que poner de acuerdo con algunas cosas.

Nico: yo te quiero decir un montón de cosas. Venía pensando hoy antes de buscarte por tu casa que no quiero que nuestro vínculo se arruine, ni meterme en tu relación con Agustín, pero yo...

Los interrumpió el altavoz nuevamente anunciando el inicio del embarque de su vuelo a Miami.

Flor le dedicó una mirada triste, evidenciando la decepción que le generaba tener que cortar esa charla. Ella también necesitaba saber que le pasaba a él.

Se ubicaron en sus asientos. Esta vez habían decidido viajar en primera clase, así que estaban más cómodos. Se acomodaron uno al lado del otro.

A Flor el avión le generaba mucha ansiedad. No disfrutaba para nada del despegue o de las turbulencias, así que le pidió permiso a Nico para agarrar su mano cuando empezaron a tomar velocidad en la pista de despegue.

Nico acarició su mano suavemente mientras Flor permanecía con los ojos cerrados e intentando respirar. No fue un despegue simple, hubieron muchas turbulencias que duraron casi 30 minutos.