Siempre fuiste vos.

Por primera vez.

La marihuana había cumplido su objetivo. Flor llegó a Sofá relajada y divertida. Habían estado escuchando reggaetón viejo durante todo el camino al bar, solución muy rápida para poner a flor de buen humor en poco tiempo. 

Se sentaron a compartir con sus amigos y compañeros la noche que recién comenzaba. El bar se caracterizaba, entre otras cosas, por los tragos de autor. La parejita le dio el uso debido a la barra: probaron casi todos los tragos que les ofrecieron. Pronto, la combinación de porro y alcohol los volvió dos personas desinhibidas y alegres.

Contra todo pronóstico, Flor disfrutó esa noche como ninguna otra. Finalmente, después de desearlo tanto, se sintió libre. 

"Libre" era una palabra muy pesada para ella, algo que había buscado en varias oportunidades a lo largo de su vida pero que siempre sentía que podía vivir a medias. Libre de vivir sin sus padres pero tener poca o nada de plata para mantenerse, libre de elegir con quién vincularse pero sostener relaciones con cosas que no le hacían bien... Durante esa noche, por primera vez, se sintió completamente libre: ya era una persona económicamente independiente y estable, trabajaba mucho y podía darse los gustos que en otro momento no se hubiera ni imaginado; su circulo social era sólido, con los años se había hecho de muchos amigos y amigas verdaderos que la acompañaban en cada paso; tenía un hogar del que no quería huir, que reflejaba su estilo y que tanto esfuerzo le había significado; y ahora tenía un compañero ideal, con el que amaba estar y quien la hacía sentir la persona más afortunada del mundo. Por primera vez su vida era todo lo que ella alguna vez había anhelado (quizás sin saberlo)

La mañana siguiente se despertó con un dolor de cabeza asesino acompañada de su novio que, por la pinta, debía sentirse igual que ella.

Flor: nos tomamos todo, la puta madre.

Nico: siento que me va a estallar la cabeza

Flor: qué hora es?

Nico: las doce del mediodía

Flor: dormimos bastante

Nico: 6 horitas, bastante bien

Flor se incorporó de la cama y, desde el baño, donde se preparaba para lavarse los dientes y la cara, le siguió hablando:

Flor: que vas a hacer hoy?

Nico: me junto a la noche con los chicos a comer un asado en lo de Gasti. Vos?

Flor: quedé con Tati para ir al teatro, que hace rato tenemos ganas. 

Nico: queres que salgamos a tomar un café? hacemos un desayuno-almuerzo

Flor: brunch se llama!

Nico: bueno, eso. Queres?

Flor: dale, me voy a dar una ducha que mi pelo tiene olor a boliche.

Salieron a la calle luego de tomarse un analgésico para el dolor de cabeza, se pusieron sus lentes de sol y mucho abrigo. El sábado estaba soleado pero muy frio. 

Se sentaron en un café cerca de la casa de Nico, que a él le encantaba. Eligieron una mesa en la vereda donde daba el sol de lleno.

Flor: ya sabes que vas a pedir?

Nico: siempre pido croissant y café.

Flor: uh, mirá -le mostró la carta- hay sándwich de chipá. Voy por ese creo -siguió mirando la carta- o un pan de chocolate. Cuál será más rico?

Antes de que Nico pudiera responderle, llamó a la moza.

Flor: disculpa, te puedo hacer una pregunta? Qué me recomendas mas: el sándwich de chipá o el pan de chocolate?

Moza: mmm...yo soy más de lo dulce. El pan de chocolate es riquísimo. 

Flor: ay, no se, yo soy más de lo salado. Es rico el sándwich?

Moza: si, muy rico.

Flor: bueno, voy a querer eso entonces. El sándwich de chipá con jamón, queso y tomate. Y un café con leche, por favor.

Moza: algo más?

Nico: yo quiero un croissant y un café doble negro.

Moza: enseguida se los traigo.

Nico: le preguntaste a la moza qué te recomendaba y terminaste haciendo lo que vos querías -dijo, riendo- sos tremenda.

Flor: -rió con el- es que soy muy indecisa. Necesito que me orienten.

Nico: para qué si después te pedís otra cosa? 

Comieron con gusto mientras disfrutaban que el sol les calentaba los cuerpos. Cuando estaban por terminar, varias personas se acercaron a ellos para pedirles fotos. Como siempre, accedieron con una sonrisa y la mejor de las ondas.

Volvieron caminando y charlando a lo de Nico a las 4 de la tarde, después de recorrer un poco el barrio.

Nico: sabes qué estuve pensando?

Flor: qué?

Nico: tengo ganas de tener una mascota... un perro.

Flor: de verdad? que lindo!

Nico: si, siento que es un buen momento. El otro día me encontré con el Instagram de una protectora y estuve mirando, hay un montón que no tienen casa. Me partió el corazón.

Flor: me parece una idea hermosa, pero cómo vas a hacer para ir al trabajo? vos estas muchas horas afuera de tu casa, no podes dejar al pobre perro solo todo el día. Y cuando viajamos igual.

Nico: pienso llevarlo a Luzu, acostumbrarlo a estar con gente y sacarlo de a ratos a pasear mientras trabajo. Y con los viajes no se, pienso que alguno de mis amigos me puede hacer la segunda y cuidármelo mientras no estoy, pero no lo conversé con ninguno.

Flor: queres que te ayude a buscar?

Nico: dale, cuando llegamos nos ponemos a mirar a ver si encontramos algo. Me gustaría que sea macho y no tan cachorro... que opinas?

Flor: me parece bien, siento que va a ser una hermosa compañía y que te puede hacer re feliz a vos.

Nico la abrazó por encima de los hombros y caminaron así hasta llegar a su casa. El sol ya no pegaba como antes, así que estaban con bastante frío. 

Antes de irse a lo de Gasti, Nico dejó a Flor en su casa.

Flor: nos vemos mañana -lo besó- te amo

Nico: te amo, cuidate mucho.

Flor se metió directamente en la ducha, estaba helada. Cuando salió, su celular marcaba 15 mensajes de whatsapp sin abrir. Inmediatamente el día se le arruinó cuando lo desbloqueó y comenzó a leer.