Siempre fuiste vos.

Rosario.

Comieron sushi en Dashi mientras miraban el río. Era un día perfecto: no hacía ni tanto frío ni tanto calor, corría una brisa fresca y el sol brillaba con fuerza.

Después de almorzar caminaron por el parque. Varios fans (que evidentemente estaban buscándolos) les pidieron fotos y autógrafos en el camino, les demostraron su cariño y les regalaron palabras de amor.

Volvieron al hotel a bañarse para luego seguir camino al Broadway, donde harían su show.

Habían contratado una traffic para que los lleve y los traiga del teatro. Si bien no era lejos de su hotel, preferían ir y volver todos juntos. A las 15:30, como habían acordado, la camioneta blanca los estaba esperando. Cargados con sus bolsos y otras pertenencias, emprendieron el corto camino hacia el teatro Broadway.

Como era de esperarse, cientos de personas los esperaban en la puerta. Algunos eran los mismos que se habían encontrado en el parque un rato antes. Por suerte, la gente del teatro les había ofrecido ingresar por una puerta lateral donde no había nadie esperando.

Olivia se hizo presente durante todo el día y todo el viaje: No dejó de patear a su mamá. Parecía como si quisiera decirle algo.

Durante el viaje hasta el teatro, Flor había permanecido con los ojos cerrados y ambas manos en su panza, intentando decodificar el mensaje de su hija. Al final, se terminó convenciendo de que Olivia también estaría muy emocionada por presentar el show en una ciudad como Rosario. Acarició su abdomen y disfrutó del paseo.

Se prepararon para el show entre fernet y cumbia santafesina.

Nico: hay que hacerle honor a esta provincia -insistió, mientras ponía en aleatorio la lista de Leo Mattioli

Los maquillaron y peinaron personas de la ciudad, a quienes no conocían, pero quienes se amalgamaron al grupo perfectamente, comprendiendo el humor colectivo y cumpliendo con los pedidos particulares de cada uno respecto de sus looks.

Salieron a escena a las 21:00hs, como estaba previsto. El teatro explotaba de gente. Los rosarinos se sentían felices de recibirlos en su ciudad y de ser los primeros en hacerlo. Habían hecho sold out casi de inmediato cuando salieron las entradas a la venta demostrándoles, de esa manera, todo el amor que los esperaba en la ciudad.

Los números salieron sin imperfecciones, todo el mundo se reía a carcajadas y habían elegido 4 casos para hacer las secciones de siempre que también fueron un éxito.

Salieron del teatro con el pecho inflado de orgullo. Su equipo era imbatible.

Después de salir a saludar a su público, volvieron en la traffic al hotel. La cara de Flor denotaba un cansancio extremo

Nico: estás bien, mi amor?

Flor: me siento muy muy cansada. Y me tuve que concentrar extra durante el show porque Oli no me dejó de patear.

Nico: todo el día te tuvo así, no?

Flor: si, casi que no paro

Momi: se mueve ahora?

Flor: recién paró, pero ya va a retomar

Momi: a ver!

Momi, Tati y Santi ubicaron sus manos en el abdomen de Flor, que se había levantado la remera un poco para que lo perciban mejor.

Al cabo de dos minutos, Olivia empezó con su show de patadas de nuevo.

Tati: ay! Qué impresión!

Santi: te está cagando a patadas!