Arriesgarse.

385 27 0
                                    


El domingo transcurrió con normalidad. Todo el grupo fue a la playa y disfrutó de un día soleado y sin viento, lo cual era raro en la costa. 

La segunda semana de trabajo fue un poco más cargada: cuando no estaban en vivo, estaban grabando un vlog o algún chivo. Llegaban todos bastante cansados al final del día.

El jueves durante el programa, en uno de esos juegos que a veces surgen, Santi preguntó:

Santi: Nacho, quién te parece la más linda del equipo? 

Nacho: mmm... Marian o Flor.

Santi: a vos, Nico?

Momi: yo, seguro.

Nico: eh... -se ruborizó- no... Flor. 

El resto de sus compañeros comenzaron a gritar y hacer chistes

Santi: confirmado!

Nacho: occhiamin! occhiamin!

Nico: dale, no sean boludos. Le contesté a Nacho lo que me preguntó, nada más.

Momi: dale gordo, no mientas. 

Flor quedó desencajada. No porque la haya sorprendido la pregunta de Santi, que era moneda corriente en el programa, hacía tiempo que bromeaban con su vínculo. Tampoco la había sorprendido la respuesta de Nico, que varias veces le había dicho que le parecía linda. En realidad, la sorpresa estaba en que esta vez, quizás, no estaban jodiendo tanto...

Durante el resto del programa se mantuvo rara, incómoda, pensativa. Al llegar a la casa, luego de almorzar, decidió ponerse unas zapatillas deportivas, los auriculares e irse a caminar por la playa, confiada en que la naturaleza y el mar la iban a ayudar. Caminó a buen ritmo durante casi 3 horas, y volvió a la casa cerca de las 19:00. Entró y se dirigió directamente a su dormitorio. Se bañó, se puso sus cremas y el pijama. No tenía ganas de bajar a cenar.

Cerca de las 23:30, cuando ella estaba a punto de quedarse dormida, alguien tocó su puerta.

Flor: quien es?

Nico: soy Nico, puedo pasar?

Flor: si, pasa. Estoy en pijama. Pasó algo?

Nico: no -entró y se paró al lado de la puerta- me resultó raro que no bajes a comer. Quería saber si te pasaba algo. En el programa te vi rara también.

Flor: eh... no, si -dijo, rascándose la cabeza mientras pensaba qué decir- no tenía hambre la verdad.

Nico: que vos no tengas hambre es raro en serio -dijo, riendo- queres que te traiga algo? creo que sobró pizza.

Flor: no no, gracias. Si me da hambre voy a la cocina a buscar en un ratito.

Cuando Nico se estaba yendo, Flor lo frenó.

Flor: gracias por preocuparte.

Nico: mirá si no me voy a preocupar por vos. No quiero que estés mal.

Flor: no, no estoy mal. Solo que no puedo dejar de pensar.

Nico: en Agus?

Flor: si.. no. En todo. Tengo la cabeza llena de cosas. Te puedo pedir algo? -dijo, y él asintió- Me das un abrazo? Lo necesito.

Nico: si, obvio. 

Él se sentó en la cama y se acercó a ella con los brazos bien abiertos, listo para darle el abrazo que necesitaba. Ella se tomó su tiempo ahí y apoyó la cabeza en su hombro, suspirando.  Al cabo de un minuto, se separaron lentamente.

Flor: gracias, niquitich. 

Nico: buenas noches -caminó hacia la puerta y la cerró con delicadeza.

Cuando Nico cerró esa puerta y se fue, Flor entendió todo.

El lunes, prepararse le costó más que de costumbre. Quería verse linda. Puso especial atención al maquillaje y se vistió con una pollera al cuerpo de color lila y celeste que le quedaba muy bien. Todavía no sabía muy bien qué buscaba, su relación con Agustín prendía de un hilo pero todavía existía; aún no tenía en claro qué le pasaba con Nicolás ni si era recíproco (aunque intuía que si); y, aún peor: en caso de ser recíproco, había miles de cosas por resolver. Respiró hondo varias veces, emprolijó su labial y salió al encuentro de sus compañeros para ir a hacer el programa.

Durante las 3 horas del vivo, en varias oportunidades, tanto sus compañeros como los oyentes le hicieron saber a Flor lo hermosa que estaba. Al terminar el programa, recibió el llamado de Agustín

-Agus: hola Flor! Que linda que estabas hoy en el programa. Te pusiste la pollera que me gusta!

-Flor: ah, si! -mintió, ni siquiera recordaba haberse puesto esa pollera con él- salió bien el programa?

-Agus: si, re bien. Escucha.. qué te parece si voy para allá unos días?

-Flor: acá? Te parece?

-Agus: pensé que te iba a emocionar más la idea. No me extrañas?

-Flor: si.. -mintió- no es que no te extrañe. Es que estamos bastante a mil acá, no te voy a poder dar ni bola.

-Agus: el fin de semana tampoco? Por ahí puedo ir dos días.

-Flor: bueno, no se, puede ser. 

-Agus: listo, el viernes a la noche estoy ahí. Anda pensando algo lindo para que hagamos.

Al cortar la llamada, suspiró. No podía lidiar con más cosas. 

Los días transcurrieron con normalidad. Flor evitaba estar a solas con Nico, buscaba continuamente salir de la casa que compartían con excusas, pero la realidad era que se recluía a pensar y ordenar todo lo que le estaba pasando. 

El jueves por la noche habían organizado una cena y salida por el cumpleaños de Marian. Otra vez, las botellas de alcohol pasaron de mano en mano, haciendo que todos los presentes estén divertidos y sueltos. En el boliche, bailaban todos con todos, se reían y se divertían. Por suerte para Flor, no se habían dado momentos de charla a solas con Nico hasta ahora y eso la tenía tranquila. 

Al volver a la casa, cuando ya todos estaban en sus respectivos dormitorios, se instaló en la cocina para tomar algo de agua mientras miraba Instagram. Una voz la sorprendió.

Nico: qué haces despierta todavía? 

Flor: y vos?

Nico: vine a tomar agua, ya me voy a acostar. Estoy re escabiado.

Flor: si, te vi. Últimamente te estás tomando hasta el agua de los floreros.

Nico: mira quién habla. Vos también te tomaste todo...

Flor: -riendo- si, tenes razón. 

Nico: estabas hermosa hoy

Flor: -sorprendida- me haces poner colorada, basta.

Nico: okay, no te lo digo más

Flor: no te entiendo, te juro.

Nico: qué es lo que no entendes?

Flor: estás raro conmigo...

Nico: vos también estás rara.

Flor: eh... no, yo...

Nico: no nos hagamos más los boludos, dale.

Así, preso del alcohol y de las ganas, se acercó a ella y la besó. Primero, con ternura, esperando su reacción. Flor, al salir del shock y caer en la cuenta de lo que estaba pasando, envolvió a Nico con sus brazos y le devolvió el beso, el cual dejó de ser un beso tierno y pasó a ser uno apasionado.


Siempre fuiste vos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora