Siempre fuiste vos.

De frente.

El lunes después del programa Flor se quedó a almorzar con Nico en su oficina, intentando ponerse de acuerdo en qué le diría a Agustín.

Después de mover algunas reuniones, a las 14:50 se despidieron y Nico se fue al bar que había pactado con Agustín. Lo esperó casi 20 minutos mientras tomaba un café bien negro. Necesitaba estar lo más despierto y ágil posible.

Nico: buenas -le dio la mano- te pido algo?

Agustín: un latte

Nico: ok -llamó a la moza con la mano, espero que se acerque y le pidió- un latte por favor.

Agustín: hagamos rápido esto.

Nico: despreocúpate. Decime que es lo que te tiene tan enojado? No estuvo bueno el mensaje que le mandaste a Flor

Agustín: a ver, Nico, nos conocemos hace mucho. Sabes que no soy un mal tipo. Pero me estoy comiendo un bardo que no es mío! A mi me dejaron por vos.

Nico: ya lo sé, y te pido disculpas por cómo se dieron las cosas.

Agustín: a mi las disculpas no me devuelven a mi novia, así que no me sirven.

Nicolás lo miró con odio. Escucharlo decir "mi novia" le había dolido mucho.

Nico: y los medios te piden que hables?

Agustín: me persiguen, me tienen cansado.

Nico: bueno, déjame ver que puedo hacer o con quien puedo hablar para que te dejen en paz.

Agustín: y por otro lado me harta verles las caras de pareja enamorada en todas las redes!

Nico: ahí ya no puedo hacer nada, Agus. Más que sugerirte que nos bloquees a nosotros y a las cuentas que suben cosas. No sé.

Agustín: te pensas que no lo hice ya?

Nico: no sé, Agus. Te pido disculpas de nuevo. No queríamos que quedes tan expuesto. Hicimos las cosas mal y lo sabemos, pero nunca con la intención de lastimarte a vos. Sabemos que sos buena persona. Y Flor te guarda mucho cariño.

Agustín: ni me la nombres.

Nico: entendemos tu enojo. Mi recomendación es que te alejes un poco del bardo, y te pido que no des declaraciones de ningún tipo. Así el tema se termina lo antes posible. 

Agustín: vos no estás en condiciones de pedirme nada a mi, voy a hacer lo que se me canten las pelotas.

El humor de Agustín era cambiante. Por momentos parecía que empatizaba y comprendía la situación, pero en otros momentos se llenaba de ira y le respondía de manera agresiva.

Tal como habían acordado, la reunión duró lo que duró el café.

Flor estaba esperando a su novio en la oficina donde la había dejado mientras se mordía las uñas. Los nervios la estaban matando.

Cuando lo vio entrar por la puerta, se levantó de un salto del sillón y se apresuró a acercarse a él para preguntarle qué había pasado

Nico: está muy enojado. Le sugerí que nos bloquee en las redes para no ver más cosas, pero es cierto que está lleno de cuentas de fans que inundan el inicio de cualquiera. Y voy a ver si puedo hablar con alguien para que no lo busquen más para hacerle notas. No quiere que lo persigan más.

Flor: es entendible, pobre

Nico: si, claro. Le pedí disculpas por los dos, pero tiene un enojo tan grande que no lo puede digerir.

Flor -lo abrazó- gracias mi amor por ir a encararlo. Ojalá que todo se calme ahora.

Volvieron a sentarse en el sillón de la oficina.

Nico: tengo dos noticias para contarte.

Flor: buenas noticias?

Nico: buenas, si.

Flor: a ver, contame

Nico: la primera es que creo que encontré perro. El sábado en el asado les comenté a los chicos y justo Rufo contó que una vecina de Luzuriaga había estado pegando carteles en las calles para devolver un perro que se encontró. Le dije que el fin de semana, si no encontraban a la familia, me iba hasta allá a verlo... me acompañas? Me gustaría ir con vos

Flor: si! Obvio! Me encantaría acompañarte. Te mostraron al perro?

Nico: si, solamente la foto que está en el cartel de "perdido". Es un macho adulto pero de tamaño chico. Debe ser cruza con golden porque el pelaje es muy parecido. Es hermoso.

Flor: ay me muero por verlo.

Nico: te digo la otra noticia?

Flor: si!

Nico: tengo confirmadas dos fechas en el Rex y otras 3 en el interior del país para antes de fin de año.

Flor: en serio? Que zarpado!

Nico: si, zarpado. Estoy re contento. Le está yendo increíble al programa.

Flor: en qué fechas hacemos el Rex?

Nico: tengo cerrados el 6 y 7 de agosto.

Flor: ah. Tenemos más de un mes para ensayar, que bien.

Nico: si, obvio. Igual hicimos el show hace poco. Hay que refrescar algunas cosas y retocar otras pero está re armado

Flor: que añito!

Nico: si. Tremendo. Necesito tomarme unas vacaciones.

Flor: uh, si. Yo me siento agotada también.

Nico: ayer pensaba que hace 4 años, desde que empezó el programa, que no me tomo vacaciones en serio.

Flor: si, yo tampoco. Salvo la vez que me fui a Brasil por un laburo y me quedé 3 días más ahí en la selva.

Nico: nos ves de vacaciones?

Flor: a los dos juntos?

Nico: si, por ahí se puede armar...

Flor: estaría buenísimo. Me encantaría irme con vos.

Nico: déjame buscarle la vuelta a ver en qué momento se podría y lo charlamos. Queres?

Flor: si, obvio.

Nico: al final fuiste con Tati al teatro el sábado? Con todo lo de Agustín me olvidé de preguntarte

Flor: si, fuimos tipo diez de la noche ver "las cosas maravillosas", donde actúa Cande Vetrano. Hermosa obra!

Nico: podríamos ir al teatro un día de estos, hace mucho que no voy

Flor: uh, si. Y al cine.

Nico: okay. Al cine también.

Cualquier plan que armaban juntos se convertía de inmediato en un planazo.

Nico se despidió de Flor para seguir atendiendo cuestiones laborales. Flor volvió a su casa con la cabeza llena de información nueva. Decidió que meditar la ayudaría a bajar un poco las revoluciones, acallar la mente y poner en orden los pensamientos. Se dio cuenta que había abandonado la terapia hacía ya mucho tiempo y que quizá era un buen momento para retomarla. Se prometió a sí misma que al día siguiente se ocuparía de pedir recomendaciones y buscar una profesional para comenzar a tratarse.

Nico, por su parte, volvió a su casa a las 19:00 después de entrenar. Hacía muchos días que no podía ir y se castigaba mucho por eso. Tenía una personalidad demasiado estructurada y odiaba fallar si se había comprometido con algo.Tener esa personalidad le demandaba mucha energía y lo sabía. Prefería cumplir con el resto antes que con él mismo, aunque a veces su integridad física y mental prendiera de un fino hilo.