Ivan
Estoy en mi oficina y escucho mi radio sonar.—Si, Gavilan ¿qué pasa?
—Señor, ya quedo lo que me encargo, los muchachos tienen a la señorita.
—Me alegra saberlo, asegúrate de decirles que la traten bien, no quiero ni un solo rasguño en ella, ¿me escuchas?
—Sí, señor.
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•El Ruso
—Eres un idiota, pendejo, ¿Dónde vergas está tu noviecita cabron? ¿A quién más le dijiste, pendejo? Cuando llegaron mis hombres llegaron otros vehículos y se la llevaron, ¿a quién más se la vendiste? ¿Crees que esto es algún tipo de juego o qué vergas?—¿Qué... qué? ¿Qué quieres decir con que llegaron otros vehículos?...Pero como, de donde? Yo no lo entiendo, no entiendo nada. Juro que no le dije a nadie más. Estoy tan sorprendido como tú. No tengo idea de quién se la llevó. Puta madre en que vergas anda metida Dahlia?
—Ya que no tengo a tu noviecita conmigo, me debes mi dinero cabron. Quiero todo mi dinero mañana mismo o estarás en una bolsa negra al final del día pendejo.
—Ruso, yo...yo mismo la encontraré y te la traeré. Dame tiempo, dame solo unas horas.
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•Dahlia
El vehículo sigue avanzando a gran velocidad, ya estamos lejos del pueblo, todo lo que veo alrededor son barrancos y una carretera estrecha que lleva a quién sabe a dónde. Me doy la vuelta y veo muchas otras camionetas siguiéndonos, la sensación que tengo en el estómago es una sensación incómoda, mucho miedo, luego siento la necesidad de vomitar por la adrenalina que estoy experimentando.—Yo...yo no me siento bien, por favor deténgase. Necesito aire fresco.
—Baja la ventana.
—.....Señor por favor necesito vomitar.
—Piyi orillate, ella no se siente bien.
La camioneta se detiene de golpe, en cuanto abren la puerta salgo corriendo y empiezo a vomitar. Esto se debe al pánico que siento en este preciso momento. Sobo mi cabeza y tomo algunas respiraciones profundas. Miro el suelo y en ese momento me doy cuenta de que todavía tengo mi teléfono celular conmigo. Puedo llamar a Joel y contarle lo que sucedió. Probablemente él pueda ayudarme. Pero antes de hacerlo, necesito intentar escapar de ellos.
Sin tomarme demasiado tiempo le di una patada a el tal Piyi que lo hizo caer al suelo, corrí tan rápido como pude. Escuché a todos los hombres comenzar a gritar detrás de mí, pero no me molesté en mirar atrás. Necesitaba concentrarme en mi objetivo, que es escapar de ellos.
—Puta madre! ¡Detenganla, no la dejen escapar! Muchacha deja de correr!
Corrí y corrí, hasta que me tropiezo y caigo al suelo rocoso. Comencé a rodar por ese barranco, con cada giro mi piel se golpeaba con la corteza de los árboles y el suelo rocoso. Finalmente logré detenerme, pero aún podía escuchar a los hombres hablando. Intenté levantarme varias veces, pero me dolía todo el cuerpo. Comencé a arrastrarme y me coloqué detras de un árbol grande para cubrirme. Recupero el aliento y para mi suerte empieza a llover, maldita sea. Solo a mi me pasan cosas como esta. Comienzan los truenos y los relámpagos, me hacen temblar hasta los huesos. Odio la lluvia, me trae malos recuerdos. Me abrazo a mi misma, lo más que puedo mientras empiezo a temblar. Saqué mi celular del bolsillo y llamé a Joel lo más rápido que pude.
—Dahlia ¿Dónde diablos estás? Te estoy buscando.
—Joel... Joel, yo...yo no sé dónde estoy, pero me llevaron unos tipos.
—¿Qué quieres decir?
—Joel, me secuestraron, intenté escapar, pero no tengo idea de dónde estoy. Por favor, ayúdame, te lo ruego. Tengo mucho miedo no se que hacer, por favor te lo pido ayudame.
—Shhh ya tranquilita chiquita localizaré tu celular e iré a buscarte, por ahora quédate callada y escóndete, está bien, estaré allí en un momento mi princesa hermosa.
—Joel tengo miedo de no poder correr, me lastimé al escapar, me duele todo el cuerpo.
—Shhhh Estaré allí, está bien, te amo.
Tan pronto como colgué, localicé su teléfono y una sonrisa se formó en mi cara. Tengo que traerte de vuelta Dahlia, eres mi voleto de vida. Hice unas cuantas llamadas para informar a los hombres que trabajan para El Ruso que vayan conmigo.
Ivan
—Gavilan ¿por qué tardan tanto los muchachos? ya deberían estar aqui.—Deberían llegar en cualquier momento, señor.
Estoy de pie junto a la ventana mirando la fuerte lluvia, hacía mucho que no llovía así. El cielo está nublado y se oscurece a cada minuto, los relámpagos es lo unico que iluminan el cielo oscuro. Estoy empezando a preocuparme porque mis hombres ya deberían haber estado aquí. Estoy a punto de tomar la radio y comunicarme con ellos, pero entonces este suena solo.
—Patron, patron ¿me copia?
—Si, ¿qué pasó Piyi? ¿Dónde estás cabrón?
—Patrón, la señorita, bueno, ella escapó... no se sentía bien y nos detuvimos al costado del camino y bueno, ella corrió y no la podemos encontrar, señor.
—¿Qué vergas estás diciendo Piyi? No me jodas, no sé cómo lo vas a hacer, pero será mejor que la encuentres y la traigas al rancho, ¿me oyes? Es tu cabeza si algo le pasa, ¿me oyes, Piyi?
—Sí, sí, patrón, lo entiendo y la traeré de vuelta, lo prometo.
—Ya ves Gavilán por eso mismo no confío en nadie, son unos pinches pendejos ineptos hijos de la chingada, pero si algo le pasa a mi muñequita les juro que todos terminarán en bolsas negras a la verga.
—Señor, iré y los ayudaré a buscarla. Conozco estos alrededores como la palma de mi mano. La traeré de regreso.
Lanzo la radio al otro lado de la habitación haciéndolo chocar contra la pared, esta rompe al impacto. Estoy frustrado porque la quiero aquí conmigo, la noche es fría y lluviosa y ella está afuera solita, debería haber hecho esto yo mismo, esos pendejos no sirven para nada.
Dahlia
Perdí la noción del tiempo, todo este rato permanecí sentada aquí detrás de este gran árbol, sigo recuperando la conciencia y volviendo a la normalidad. Cuando me caí, me golpeé la cabeza fuerte y estoy sangrando. Ya es de noche y no ha parado de llover, estoy empapada y tengo mucho frio. Las lágrimas ruedan por mis mejillas, me abrazo y cierro los ojos esperando que esto sea algún tipo de pesadilla. Depronto escucho pasos detrás de mí, murmuré el nombre de Joel pero este no respondio, traté de ver si era él, pero esta demasiado oscuro. La luz de un relámpago me hizo ver un hombre desconocido, este se me acercó y justo en ese momento mi esperanza de escapar se desvaneció.—Pero mira nadamas a quién tenemos aquí, ven aquí.
El hombre me agarró en sus brazos y me cargó, apenas sentí que mi teléfono celular se deslizaba de mi mano y cayó al suelo. Quiero pelear con él y decirle que me suelte, pero estoy demasiado débil y cansada para hacer un solo movimiento, todo me duele. Lo último que recuerdo es que me suben a una camióneta y segundos despues todo se vuelve negro.
Mmmm...quien se llevaria a Dahlia, Gente de Ivan o El Ruso??
Otro cap mas, espero les este gustando. Gracias por el apoyo bebes💜💜
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Un Dia A La Vez
FanfictionÉl lo llama amor a primera vista, no hay nada en este mundo que él no haría por ella. Ella lo llama secuestro. Sigue la historia de una mujer que padece el Síndrome de Estocolmo. I.A.G.S Historia 100% mia no se aceptan copias o adaptaciones.