Capitulo 65

1K 172 64
                                    

Días Después

Iván
Estoy de camino a la casa de Dalí la he estado llamando pero no me responde la cabrona. Sé que está en casa porque mis hombres me dijeron que no ha salido. Me molesta cuando no me responde mis llamadas. Estos últimos días he estado pasando mucho tiempo con ella. Evi y yo desayunamos y cenamos allí en su casa y dormimos alli casi, casi todos los dias.
Yo "duermo en el sofá" Bueno eso es lo que ella piensa pero todas las noches me meto a su cama y la abrazo toda la noche, ella ni cuenta. Me despierto antes que ella y pretendo dormir en el sofá pero pura verga, yo duermo bien enpiernado con ella. Sí, ella pidió espacio, pero eso si que no le voy a dar, ni madres. Evi me ha ayudado un chingo. Él ruega por ella y ella no le niega nada a su niño como le dise. Solo quiere verlo feliz, además su escuela está más cerca de aquí lo que es mejor para mi.

Sigo marcando su teléfono y finalmente responde.

—Hola, ¿Qué pasa Iván? ¿Qué quieres?

—¿Como que que quiero? No sea grocera. ¿Porque no responde su celular? la he estado llamando sin parar. Para que trae el telefono si no va a contestar.

—No lo escuché, Ivan, lo tenía en mi habitación, se estaba cargando, pero como vine a abrirle la puerta a William, me olvidé de ello hasta ahora.

—¿Qué? y ese guey qué está haciendo ahí, Dahlia?

—Le pedí que viniera porque la coladera de mi cocina estaba tapada y vino a arreglarla. Y esque como ya anda aqui trabajando en mi jardin pues aproveche.

Tan pronto como dice que ese pendejo esta en su casa casi exploto de rabia. Ese jijo de su chingada madre sigue acercándose a Dahlia y lo peor es que ella lo permite.

—Dalia, si necesitabas mi ayuda, deberías haberme preguntado y yo podría haberlo solucionado.

—Mmmm a si..... Bueno, es porque William es muy bueno en todo y como sé que eres un hombre ocupado pues ni te pregunte. Ademas Ivan cuando te andas ensuciandote las manos, casi nunca tienes tus manitas bien cuidadas y quien soy yo para maltratartelas. Por eso le llame a William, además, él vive más cerca de mí.

—Mmmm pues que a toda madre hay tienes a tu vecinito mil usos verdad.

—Pues ahora que lo pones asi, tienes razon ese hombre sabe hacer todo.

Pongo los ojos en blanco ante su comentario.

—Ashhh....bueno, voy a tu casa. Esperaré allí mientras Evi sale de la escuela.

—Está bien, pues te dejo me tengo que ir porque William necesita una herramienta adios.

—Dahlia.......ey...ey....

Chingadamadre ella me colgó me dejo con la palabra en la boca, como le gusta hacerme enojar. Ese pendejo anda como pinche chicle con Dali, van a comer juntos, hacen ejercicio juntos hacen muchas cosas juntos y ya me esta hartando el maldito.
Tiempo después llego a la casa de Dahlia y la veo afuera con el pendejete ese de William. Están hablando frente al jardín. Hay varias macetas con plantas que él le muestra y ella le dice dónde ponerlas. Hay que perro coraje con ese pinche perro malnacido el esta aprovechandose de la situacion y lo esta haciendo bien ayudandola en todo.

Camino hacia Dahlia, la abrazo y le doy un besote en la mejilla, ella me mira raro, pero no me importa, quiero mostrarle a este bastardo que ella es mía y siempre lo será.

—Hola Dali, ya llegue.

—Aaaa si ya veo Ivan.

—Buenas tardes Don Iván ¿cómo está? –Pregunta William

Un Dia A La VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora