Un Dia A La Vez

Capitulo 44

Iván
Me siento en la silla de la oficina y bebo un whisky mientras las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas. Nunca había experimentado un desamor tan fuerte como este. Puedo sentir físicamente el dolor de mi corazón roto porque acabo de perder a la única mujer que he amado tan profundamente. Tengo un corazon en pedazos que no tiene arreglo. Siento que mi mundo se está desmoronando, la que me daba estabilidad ya no está a mi lado. Muchos dicen que los hombres no lloran, eso es mentira, se vale llorar más cuando sientes el intenso dolor de perder a la única mujer que realmente te importa. Ya ni siquiera sé cómo sentirme, mis pensamientos están por todos lados que ni siquiera puedo comprenderlos yo mismo, pero se siente cabron. Cierro los ojos unas cuantas veces esperando que todo esto sea una mala pesadilla y que sea parte de mi imaginación, pero no es asi, a quién engaño, la perdí, se ha ido. Ella me traicionó y cree que yo la traicioné, lo cual no es el caso, pero ni siquiera importa. A este punto, nuestra relación ya era inestable desde la llegada de Deborah y de ahí se fue de mal en peor.
Mi muñequita ya no es mía, recuerdo como nos confesamos nuestro amor en esa cama mientras la hacía mía, exploraba su cuerpo con tanto cuidado. Todas las promesas que hicimos ahora están rotas, se fueron al carajo y no existen. Algunos dicen que un corazón roto es lo que cambia a las personas. La parte más triste de la vida es decirle adiós a mi Dahlia, la mujer que deseaba pasar el resto de mi vida con ella, tener una familia, envejecer y todo eso nomas no se pudo.

¡Puta madre! Como me dueles mi amor.

Golpeo el escritorio con ira y frustración y tiro todo lo que está encima al suelo pero nada parece ayudar, necesito un escape, necesito no sentirme así, pero en el fondo sé que este dolor no desaparecerá de la noche a la mañana.

Sigo llorando y bebiendo, de alguna manera tengo que curar estas heridas y quemar estos sentimientos, tengo que deshacerme de ellos, tengo que seguir adelante por mi hijo, por el negocio, por todo lo que me rodea, incluso si me estoy muriendo de tristeza, necesito seguir adelante. Talvez un día voy arrancarte para siempre de mi corazon mi muñequita, tal vez me duerma y no vuelva a soñarte, talvez ya no te voy a extrañar, alomejor la soledad te borre de mi mente y todo este amor que aquí me dejas se pierda. Quizás algún día mi corazón lata por alguien más, pero ahora mismo lo veo imposible. Te amo chiquita, te amo como nunca he amado a nadie. Miro por la ventana y empieza a llover, lo que me trae recuerdos Dalí tiene miedo de la lluvia, recuerdo cuando la sostuve en mis brazos hasta que se quedó dormida yo le proporcionaba comodidad a mi chula. Cómo quisiera tenerla aquí conmigo y cuidarla. 

—¿19?

—¿Sí, patrón?

—Dahlia se encuentra a la entrada del rancho, llévala a su casa y ponle a los mejores escoltas para que la protejan en todo momento.

—Si patron.

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Dahlia
Miro por la ventana y respiro profundamente mientras miro a lo lejos, el amanecer ya se acerca pero es un día nublado, puedo ver las nubes y el cielo oscureciéndose. Veo los animales del rancho y el hermoso paisaje que rodea este lugar. Esta será la última vez que vea esto.

Llegamos al porton, Gavilán se ofrece a llevarme a casa, pero no quiero. Me bajo de la camioneta y empiezo a caminar en el camino de tierra. Me siento perdida y profundamente herida, ni siquiera puedo creer que este pasando por esto ahora mismo. Sigo caminando y caminando, alejándome cada vez más del rancho y luego comienza a llover, qué mala suerte la mía. Ahora no tengo los brazos de Ivan para protegerme como siempre lo hizo, todas esas noches de lluvia, él sabía lo aterrador y traumático que era para mí, así que me abrazaba y me acorrucaba en sus brazos. Su aroma limpio y almizclado me traiba una sensación de calma que nunca volveré a sentir. Yo me quedaba dormida al sonido de sus latidos de su corazón.