Capitulo 61

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Dahlia
Empiezo a preparar un té de hierbabuena para Evi. Mi madre siempre hacía uno cuando teníamos dolor de estómago, así que le hago uno a él para que se sienta mejor. Él apoya su cabeza sobre Ivan mientras Ivan le frota su pancita. Me quedo mirandolo por unos segundos, sea lo que sea, Ivan es un buen padre, sé que será igual con los bebés en camino.

—Ouch!! papi, comi mucho me duele mucho mi pancita.

—Ya mi rey mira Dali ya trae el té.

—Toma Evi, bebe este té, te ayudará con el dolor de tu estómago mi amor.

—Gracias Dali, eres la mejor. Te amo.

—Yo mas Evi.

Me aseguro de que Evi bebe su té, después de terminarlo se recuesta en mi pierna y comienza a frotar mi barriga, mientras le hago piojito y en cuestión de minutos se queda dormido, miro a Ivan y él sonríe.

—Te extrañó mucho.

—Yo también lo extrañé a el, extrañe jugar con él y leerle cuentos antes de dormir.

—¿Y a mi me extrañaste Dali?–Pregunta Ivan

—No.

—Mmmta, pues yo a ti si mi amor.

—No me llames más así Iván.

—Es la verdad tu eres mi amor.

—Mmmm......oye ve y lleva a Evi a mi habitación, estará más cómodo allí, puedes dejarlo aquí esta noche y puedes volver por él mañana.

—No, pero.......

—¿Pero que? no lo vas a dejar con una extraña además miralo está tan cómodo ¿por qué querrías despertarlo?

—Bueno, no es que no confío en ti el te ama pero es que Evi no se acuesta con nadie más que conmigo. A veces se despierta llorando, por las noches y solo se calma conmigo. Hace unos días se quedó a dormir en casa de mi madre y tuve que ir por el a mitad de la noche porque estaba llorando por mí.

Estaba tan confundida sobre por qué Evi ahora de repente llora por las noches. Recuerdo que siempre era tan independiente y quería tener su propio espacio en su habitación, pero ¿qué cambió?

—¿Por qué llora? ¿Qué pasó desde que me fui Ivan?

—Ahorita te cuento. Creo que tienes razon se mira muy agusto Evi, supongo que no hace daño intentar haber si duerme bien esta noche. Un día tendrá que superar su miedo. ¿Dónde está tu habitación para que pueda acostarlo en tu cama?

—Por aquí sígueme.

Sigo a Dali a su habitación y coloco a Evi en su cama, le quita los zapatos y lo cubre con el edredón y le deja un beso en la frente. Ella siempre ha tratado a mi hijo como si fuera suyo, lo cual aprecio muchísimo. Beso a mi niño ojala pueda dormir bien esta noche.

—Vamos, salgamos al porche, necesito saber qué está pasando con Evi.

Sigo a Dali y no puedo evitar mirarla, Dios, se puso más curvilínea con el embarazo, se puso mas buena. Extraño tener ese cuerpecito debajo de mí, chingadamadre, no puedo controlarme, pinche fierro ya quiero enterrarlo a la verga. Si fuera por mí, la agarraría y le haría el amor aquí y ahora mismo.

—¿Podrías dejar de ser tan asqueroso? Mis ojos están aca Ivan.

—¡Qué! La vista es muy natural, no puedo evitarlo estas bien chula.

—Ashhhh anda ya siéntate, entonces dime qué le pasó, ¿por qué está tan apegado a ti? Sé que antes estaba apegado a ti, pero no tanto, noté que ahora es mucho mas. En el restaurante te tomaba la mano a cada rato y también en la camióneta no te soltaba.

—La mayor parte del tiempo es así ahora, él siempre está a mi lado no importa que, con decirte que mi habitación ahora está inundada de cobijas y almohadas de sus personajes favoritos, él ha hecho de mi habitacion que se convierta en suya lo cual no me importa si eso es lo que le brinda comodidad, que así sea. Tengo todo tipo de cosas de Spiderman por todos lados. Duerme conmigo todos los días, se acurruca conmigo y hay noches buenas y noches malas. Sus pesadillas están desapareciendo lentamente, pero todavía están allí.

—¿Por qué? ¿De qué tiene miedo?

—Déborah le hizo daño, el día que ella lo recogió de tu casa, le hizo daño. Ella lo golpeó, el estaba completamente solo con ella mientras yo estaba fuera por negocios. 

Ivan comenzó a contarme todo lo que vio a Deborah hacerle a Evi mientras él estaba en un viaje de negocios. No pude evitar sentir ira e incluso odio hacia esa mujer por lastimar a una personita tan inocente. Yo no era su mamá pero me dolió saber que él tuvo que pasar por eso. No puedo creer que horas después de que él salió de mi casa mi niñito estaba siendo lastimado y yo no tenía idea de eso. Con razón él está tan apegado a Ivan ahora entiendo todo.

—Me culpo todos los días por eso, porque dejé entrar a esa mujer a mi casa. Me dijiste que ella era una mala persona y no te creí. Ahora mi hijo esta sufriendo las consecuencias de mis pendejadas. Tuve que ponerlo en terapia porque tiene ataques de pánico que ocurren al azar. Estoy haciendo todo lo posible para ayudarlo a superar todos sus miedos. Todo es mi culpa, como puede ser tan ciego.

—Si fue tu culpa, no voy a mentirte y decirte que no fue porque sí lo fue, yo te dije que vi muchas cosas de ella que no me gustaban pero me ignoraste, pero para que lamentarte, ya no puedes cambiar las cosas. Es triste cómo tuvo que llegar a este punto para que finalmente abrieras los ojos. Tu hijo tuvo que sufrir para que entendieras. Nunca pongas a una mujer antes que a tu hijo, Iván, no vale la pena y creo que este es un claro ejemplo de eso.

—Lo sé y por eso quiero disculparme por no creerte.

—No me pidas perdón a mí, a quien debes pedirle perdón es a ese niño que está acostado en mi habitación. El pasó por todo. Tendrá ese trauma, solo apoyalo y dale el doble de amor. Lo que importa ahora es que reconoces tu error, aprende de él y sigue adelante.

—Él y sus hermanos siempre serán mi prioridad número uno. No sabes cuánto me arrepiento de no haber estado ahí para él, él tuvo que pasar por eso solo y me odio por eso todos los dias.

—Ya no hay momento para arrepentirse, Iván, ya pasó lo que pasó y no puedes hacer nada para cambiarlo. Ahora siempre trata de estar ahí para él, no eres un mal padre, de hecho eres un muy buen padre no eres perfecto, pero quien lo es, nadie. Tambien puedes cometer errores, pero cada error deja una lección de aprendizaje y creo que tu ya aprendiste.

—Tienes razón, ahora no volveré a cometer ese error.

—Eso espero....¿Dónde está ella Ivan? ¿Se fue?

—Sí, ella se fue, se puede decir asi.

—¿Qué hiciste Ivan?

—Hice lo que tenía que hacer, me guardaré los detalles para mí, eres demasiado pura e inocente. Sólo debes saber que nunca volverá a lastimar a Evi.

Dahlia asiente y acaricia su barriga y no hace más preguntas. La miro por unos segundos, ella se da cuenta inmediatamente y se sonroja.

—Eres tan hermosa mi reina.

—Ya te dije que dejaras de llamarme esos nombres, mi nombre es Dahlia, Ivan. Anda ya vete que tengo mucho sueño.

Me levanto de la silla y empiezo a caminar hacia adentro pero Ivan me agarra la mano.

—No te vayas, tú y yo necesitamos hablar, por favor dame la oportunidad de hablar contigo.

—Esta bien, hablemos.

Dahlia se sienta y nos miramos fijamente. Ella respira profundamente y claramente parece nerviosa y yo también siento lo mismo. Le doy una sonrisa inocente y ella me la regresa, dándome la vista perfecta de sus hoyuelos en sus cachetitos que tanto amo. Miro su lunar, ese que está cerca de sus labios carnosos, esa trompita que besé muchas veces y que he estado anhelándolos durante tanto tiempo.

Un Dia A La VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora