Un Dia A La Vez

Capitulo 67

Iván
Llegamos a la clínica y esperamos nuestro turno, Minutos después llamaron a Dahlia y entramos todos. Le hicieron el chequeo habitual de rutina, revisando sus signos vitales que estaban todos en perfecto estado. La ventaja de que sea enfermera es que sabe exactamente cómo cuidarse, y cómo tratar su embarazo.

—Dahlia Guerrero.

—Si.

—Acompañame por aqui porfavor.

—Eso tiene que cambiar.

—¿De qué estás hablando Iván?

—Tu apellido debería ser Guzmán.

—Ashhh si tu como no.

—¿No me crees?

—No, tu dices muchas mentiras y además todavía tienes que trabajar en algunas cosas.

—Pronto mi amor pronto, ya lo verás.

—Dahlia ven acuestate aqui, mientras le llamo al doctor para que haga el ultrasonido, si tenemos suerte podremos ver el sexo de los gemelos.

Evi viene a mi lado y entrelaza mi mano con la suya, es tan gentil y encantador, mi niño hermoso.

—Dali, no te preocupes, estaré aquí todo el tiempo sosteniendo tu mano, tal como lo hiciste cuando me disloqué el dedo, cuidaré de ti. –Dice Evi y me deja un beso en la mejilla.

—Gracias, mi amor.

Ivan se para a mi lado cada vez que tiene la oportunidad me acaricia el pelo o me pellizca la nariz con su dedo, tiene una costumbre de hacer eso, me desespera y lo sabe y por eso lo hace. Minutos despues entra el doctor y empieza a hacer la ecografia. Ivan y Evi están bajo el hechizo de los bebés al ver la pantalla oscura frente a ellos nunca dejan de sonreír.

—Oiga Doc, ¿Así que ese es su corazóncito? Es tan pequeño. –Pregunta Evi al doctor

—Sí, mira aquí está gemelo A y aqui esta gemelo B. Escuchemos el corazón de cada uno. ¿Quieres oír los latidos de su corazón?

—Si, si quiero.

Tan pronto como Evi escucha los latidos del corazón, sonríe más. Estoy feliz de ver a mi hijo con esa sonrisa imborrable  Había pasado tanto tiempo que había estado pidiendo un hermanito, pero no solo sera uno, sino que tendrá dos. Siento que la felicidad inunda mi corazón. Es la primera vez que escucho los latidos del corazón de los gemelos y es un sentimiento inexplicable. Todavía estoy en la luna con la noticia, no puedo asimilar el hecho de que la mujer de mis sueños, la que amo, tiene dos partes de mí y de ella dentro de esa pancita.

Dali me mira y sonríe. Le doy un beso en la mejilla y seguimos viendo la pantalla frente a nosotros que muestra a mis bebés moviéndose mucho.

—Los bebés miden perfectamente las 24 semanas.

—Oiga Doc se mira todo bien con los gemelos?

—Todo va perfecto señor Guzman, Dahlia esta haciendo un buen trabajo cuidandose. Sé que aún no saben el sexo de los gemelos, pero ¿quieren saberlo ya o quieren que ponga el ultrasonido en un sobre?

—No lo sé, Dahlia, es tu elección. ¿Quieres saberlo ahora o quieres una revelación de género?

—Doctor, por favor póngalo en un sobre.

—Genial, lo haré.

El médico imprime la imagen y, minutos después, nos vamos. Evi sostiene la imagen de la ecografía y está tan enamorado que no deja de sonreír.

—Dahlia, ya que quieres una revelación de género, dime todo lo que quieres, qué temática tienes en mente y yo me encargaré de todo. No quiero que te estreses ni nada de eso.