Capitulo 15

1.7K 194 111
                                    

Dias Despues

Doña Claudia
—Lilian voy a ir a donde están regalando la comida, el Chapito normalmente esta ahí tengo que pedirle ayuda. Las autoridades no hacen nada para ayudarme a encontrar a mi niña, esos cabrones se hacen de la vista gorda a todo lo que les digo.

—Mami, no puedo ir porque tengo que ir a la escuela ahora. Por favor ten cuidado, estoy segura que el nos ayudará mami, espero que pronto podamos traer a Dahlia a casa.

—Ten cuidado mija te amo, nos veremos más tarde.




Ivan
Vine a una de las clínicas para asegurarme de que todo iba bien y que tengan todo lo necesario. También tengo un camión lleno de comida que me gusta donar una vez al mes a este pueblo y a los pueblos vecinos. Es algo que mi padre hacía todo el tiempo y mis hermanos y yo mantenemos esa tradicion. Estaba a punto de irme cuando escuché mucho alboroto entre mis hombres y una mujer mayor. Miré y ella estaba tratando de llamar mi atención. Ordené a mis hombres que la dejaran pasar.

—Yo...lo siento mucho ¿Eres Iván? ¿Tu eres hijo de El Chapo?

—Sí lo soy, ¿Lo siento pero ¿la conozco?

La mujer frente a mí parece preocupada y está al borde de las lágrimas mientras habla, sostiene un papel en sus manos temblorosas.

—No, mijo, no me conoces, pero necesito desesperadamente tu ayuda.

—¿Necesita más comida o atención médica? Puedo ayudarle con eso, por supuesto.

—No, no necesito eso, pero estoy desesperada por encontrar a mi hija. He ido a la policía, varias veces y no dicen ni hacen nada.
Mi hija lleva desaparecida 1 mes y nadie sabe nada de ella. Su novio también desapareció, no sé si él tiene algo que ver con su desaparición, pero tú eres el unico que me viene a la mente que pueda ayudarme. Por favor te suplico que me ayudes muchacho, ayudame a encontrar a mi hija, su nombre es Dahlia Guerrero, mira aquí tengo una foto reciente de ella.

Tan pronto como dijo ese nombre supe exactamente quién era, me sentí mal porque la madre de Dahlia lloraba frente a mí debido a la desesperación de no saber nada sobre su hija. Tenía varios rasgos faciales similares a los de mi chula, y puedo ver que Dahlia heredó sus ojos verdes de su madre. Me sentí culpable porque su hija está perfectamente bien conmigo, pero aún no puedo decirle dónde está hasta que me ocupe de El Ruso y de Joel, con ellos fuera de mi camino Dahlia estará mas segura. Además, tengo diferentes planes para ella y para mí que incluyen que ella se quede a mi lado para siempre.

—Señora, lamento mucho que esté pasando por esto. No puedo imaginarme no tener ni idea de dónde está su hija. Yo soy padre y amo a mi hijo. No hay nada que no haría en este mundo por él, No puedo imaginar que desaparezca, sería mi fin.  Por eso la ayudaré. Haré que mis hombres busquen pistas, pero tengo que decirle que, para que usted este segura, enviaré a algunos de mis hombres fuera de su casa para protegerla.

—Gracias mijo, muchas gracias por hacer esto por nosotros. Dios te bendiga.

La madre de Dahlia me abraza y me toma por sorpresa, pero puedo sentir su abrazo genuino, ya que está sumamente agradecida el hecho de que segun yo la voy a ayudar. Sí, me siento mal, pero creo que ha llegado el momento de dejar que Dahlia hable con ella para hacerle saber que está bien. Ella me agradece de nuevo y se va.

—Gavilan vamos, llévame a comprar unas flores para mi muñeca.

—Sí, señor.

—Gavilán ¿alguna novedad sobre Joel?

—No, ni una solo, ese cabrón está haciendo un buen trabajo escondiéndose.

—Pronto saldrá de su cueva y cuando eso suceda le volaré los sesos. Mantengan segura la casa de Doña Claudia y asegúrese de que El Ruso y Joel no se acerquen a ella. Además, haz que los hombres las sigan desde lejos para asegurarse de que estén a salvo.

—Sí, señor.




Dahlia
Me siento mucho mejor de mi pierna, ahora puedo caminar mucho mejor. Estos últimos días los he estado pasando con Evian, el jura que es mi doctor, es tan lindo mi niño. Coloreamos, armamos rompecabezas, vemos películas, jugamos videojuegos y últimamente yo he estado cocinando ya que no tengo nada que hacer y él también me ayuda en la cocina, se está encariñando mucho conmigo y yo con el, intento no centrarme demasiado en mi pasado porque no quiero deprimirme pensando en mi familia.

Ivan ha sido muy dulce, siempre me trae flores con notas lindas, a veces me pregunto si estoy empezando a sentir algo por él. Interactuar con él todos los días se ha convertido parte de una rutina diaria. Desayunamos, almorzamos y cenamos juntos. Siempre estamos juntos, me roba besos a cada rato y el problema es que no lo detengo, simplemente lo dejo pasar.

Salgo afuera a el porche de enfrente porque normalmente es la hora en que Evian e Ivan llegan a casa de la escuela. Espero unos minutos allí y veo que llega la camióneta inmediatamente, Evian sale corriendo y tropieza y cae y se raspa las rodillas y las manos. Corro rápidamente, Ivan hace lo mismo, lo levanto del piso y le doy un beso en su cachetito mientras llora.

—Shhh mi amor vas a estár bien, haré que esto se sienta mejor ahora mismo, ¿de acuerdo?

—Me duele, Dali, me duele mucho.

—Shhh...ya tranquilo mi campeon, Dali te va a curar mi rey.

Veo a Dahlia caminar con mi hijo en brazos dentro de la casa, eso me derrite el corazón, es tan amable con Evian. Tiene el instinto maternal, sé que será una gran madre cuando llegue el momento. Los sigo hasta el baño, donde coloca a Evian sobre la encimera del baño e inmediatamente toma el botiquín de primeros auxilios y comienza a curarle las raspaduras con delicadeza.

—Tranquilito mi rey, esto no te dolerá, lo prometo. Toma la mano de papi y todo estará bien.

Agarro la mano de mi hijo y ambos observamos cómo Dahlia se toma su tiempo para curarlo y le pone una curita de spider man en las rodillas y en las manos. Juro que estoy empezando a enamorarme mas y mas de esta mujer cuanto más tiempo paso con ella, es increíble en todo lo que hace. No es tan distante como antes, todavía no dormimos juntos, trato de respetar sus límites, pero no sé si puedo controlarme más, la necesito, mi cuerpo la anhela con tanta necesidad.

—Ya listo, te dije bebe que no dolería.

—Gracias Dali, te quiero mucho.

—Yo tambien te quiero mi niño.

Evian sale y nos deja a Ivan y a mí solos, su mirada oscura me mira haciéndome sonrojar como siempre. Luego se acerca a mí. Hace unas semanas hubiera intentado alejarme de él pero ya no. Siento el calor de su cuerpo cerca de el mío, luego siento su mano agarrar mi barbilla y levantarla con delicadeza. Nos miramos y esta vez yo inicio el beso, algo que nunca había hecho antes.
Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando nuestros labios se tocan y se mueven a la misma velocidad. Mis manos van a su cuello y las suyas a mi cintura acercándome cada vez más a el, su lengua invade mi boca y la entrelaza con la mía profundizando más nuestro beso. Continuamos besándonos hasta que nos quedamos sin aliento, nuestras respiraciones son pesadas, deja unos picos mas en mis labios y dejo que todo suceda, no lo detengo. ¿Por qué no lo detengo? Nos miramos y él me sonríe.

—Gracias por ser tú, eres increíble con Evi, Dahlia ten esto es para ti hoy te traje Dalias mi reina.

—Gracias Ivan, son hermosas me encantan.

—No tan hermosas como tú, escucha, Evian irá a casa de su abuela todo el fin de semana, así que tú y yo tenemos una cita esta noche.

—¿Una cita?

—Sí, ya es hora de tener nuestra primera cita, ve a prepararte, prepararé las cosas de Evian porque mi mamá vendrá a recogerlo en unos minutos.

—Ok esta bien.

Antes de salir, él me agarra nuevamente y me besa la mejilla, lo que me hace sonreír. Para ser honesta, no sé por qué me siento así, es un cosquilleo en el estómago, una sensación de desesperación cuando estoy cerca de él.
¿Es posible empezar a sentir algo por el hombre que me trajo aquí en contra de mi voluntad? Estoy a punto de tener una cita con él, con mi secuestrador, pero no me siento culpable por ello en verdad quiero salir con el.






Ya se que les cae mal Dahlia pero es dificil la morra y soporten, ya de ahora en adelante se portara bien. Al menos ella si😬

Un Dia A La VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora