Dahlia
Me despierto y siento como si me hubiera atropellado un tren, me duele todo el cuerpo. Examino la habitación y me doy cuenta de que no estoy en la habitación en la que siempre he estado durante los últimos días. Me doy vuelta hacia mi derecha y veo a Ivan dormido, está sentado recargado en el respaldo de la cama justo a mi lado. Comienzo a mirarlo y no puedo negar que es muy guapo, sus largas pestañas quedan perfectamente planas mientras sus ojos están cerrados. Me pregunto si estará muy enojado conmigo ya que intenté escapar anoche.Intento levantarme de la cama lo mejor que puedo pero me duele demasiado, lo intento de nuevo y logro sentarme en el borde de la cama. Me doy cuenta de que solo llevo sujetador y bragas y me asusto al oír hablar a el hombre detrás de mí.
—Oye Dahlia, ¿a dónde vas? Acuéstate, ¿qué te pasa, mujer? Descansa un poco.
Rápidamente rodeo la cama y me pongo de rodillas frente a ella. Ella me mira tímidamente y trata de cubrirse. Mis ojos bajan y veo sus pechos perfectamente redondos cubiertos por la fina tela de su sujetador de encaje. Trago saliva con fuerza y mis ojos siguen viajando abajo hacia donde la fina tela cubre su parte más delicada de su cuerpo, no puedo controlarme inconscientemente me muerdo el labio.
—Sabes que te estoy mirando cerdo, lo mínimo que puedes hacer es dejar de mirarme boquiabierto, eres tan repugnante.
—Lo siento, pero es imposible no mirar cuando te ves absolutamente hermosa. Bueno cambiando de tema, deberías acostarte, no sé qué estás haciendo aqui sentada. Déjame revisar tu herida en la pierna.
Le doy un manotazo para apartar su mano de mí.
—Soy enfermera y puedo arreglármelas para cuidar mi herida.
—Es cierto, talves me enferme un dia de estos asi te tengo a ti de enfermera mi amor.
—Ashhh Ivan ya, deja voy al baño.
—Está bien, déjame llevarte hermosa.
—No, por supuesto que no, lo haré yo misma.
—No seas terca apenas puedes caminar, te caerás y se abrirán tus puntos. –Digo con un tono frustrado.
Intento levantarme y hacer mi mejor esfuerzo para caminar con mi pie sano poniendo todo mi peso allí, pero siento que estoy a punto de colapsar. Cuando estoy a punto de caer antes de tocar el suelo, Iván me agarra en sus brazos. Estamos tan cerca el uno del otro que hay un intercambio incómodo de miradas que me hace sonrojar.
—¿Por qué te sonrojas? Te pongo nerviosa, ¿verdad?
—Ashhh por supuesto que no, estas loco. Anda llévame al baño.
Llevo a Dahlia al baño y luego cierro la puerta y la espero afuera.
Me lavo la cara y los dientes, en el reflejo del espejo veo una bata negra colganda y decido agarrarla y ponermela. No quiero estar casi medio desnuda frente a Ivan, casi me devora con su mirada el cerdo.
—Ya terminé!
Cuando abro la puerta, noto que ella está usando mi bata negra, lo que me hace sonreír.
—Te queda muy bien, hermosa.
—Tengo que cubrirme porque casi, casi me comes con tus ojos.
—Mmm, eso sucederá muy pronto, pero no sera exactamente con mis ojos que te comere. —Le guiño un ojo y le doy una sonrisa.
Ella se sonroja y está a punto de responder pero somos interrumpidos por los fuertes pisadas de Evian corriendo hacia nosotros, todo lo que veo es él abriendo la puerta de golpe y va directo hacia mí y me abraza.
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Un Dia A La Vez
Hayran KurguÉl lo llama amor a primera vista, no hay nada en este mundo que él no haría por ella. Ella lo llama secuestro. Sigue la historia de una mujer que padece el Síndrome de Estocolmo. I.A.G.S Historia 100% mia no se aceptan copias o adaptaciones.