Un Dia A La Vez

Capitulo 55

Iván
—¿Estás listo para tu primer día de regreso a clases?

—Si papi, si me siento mal o triste tendré este collar que me regaló mi mami Dali.

—Si mi rey.

—Papi cuando vas a ir a buscarla como es que no ha venido a visitarme, yo la extraño mucho quiero que vuelva a vivir con nosotros como antes.

—Iré a su casa y hablaré con ella. No te preocupes por eso. Lo que necesito que hagas es estudiar y sacar buenas notas. De todo lo demás me encargaré yo.

—Si papi.

—Estamos aquí, mi rey. Que tengas un buen día en la escuela. Nos vemos más tarde. Compraremos helado después de la escuela.

—Ok papi suena como un plan.

Beso y abrazo a mi hijo y lo miro mientras entra a la escuela. Está mejorando, tuve que ponerlo en terapia porque el trauma por el que paso con Deborah le hizo mal, eso estaba interfiriendo en su vida diaria. Hasta el día de hoy sigue durmiendo conmigo porque le da miedo dormir solo. Sigue preguntándo por Dahlia todos los días, incluso llora por ella mi niño la extraña demasiado. Haré todo lo que esté a mi alcance para traerla de vuelta. Necesito su perdón. Ella tenía razón todo el tiempo sobre Deborah y nunca la escuché.

Después de dejar a Evi en la escuela, quiero ir a hablar con Dahlia. Sabía que probablemente estaría trabajando a esa hora, así que fui directamente a la clínica donde trabaja. Me bajé y caminé hasta la recepción, que estaba bastante vacía.

—Si señor ¿le gustaría hablar con el señor Rodríguez?

—No, quiero ver si puedes llamar a Dahlia Guerrero por favor, ella trabaja aquí.

—Dahlia no ha venido a trabajar en días.

—¿Qué pero desde cuando?

—Han pasado unos días, no puedo decirle exactamente cuántos, pero ella no ha venido a trabajar por un tiempo.

—Gracias.

Después de hablar con la recepcionista me preocupé mucho, ¿cómo diablos los escoltas no se dieron cuenta que mi muñeca no ha venido a trabajar y por qué no me dijeron nada? ¿Por qué diablos les pago a esa bola de pendejos?

—Texas, llévame a la casa de Dahlia.

—Si, patron.

Llego a la casa de Dahlia las escoltas no están a la vista, les pago para que esten aquí 24/7 dónde vergas están, me lleva la chingada pinches ineptos. Toco la puerta principal de la casa de Dahlia un par de veces pero nadie parece venir a abrir la puerta. Toco un par de veces más y nada, espero unos minutos y luego decido preguntarle a una señora que tiene una pequeña tiendita a lado de la casa de Dahlia.

—Disculpe que la moleste pero tengo una pregunta ¿Sabe si Doña Claudia y sus hijas están en casa?

—Oh no mijo después de lo que pasó ya no viven aquí.

—¿Espere qué? ¿Qué pasó exactamente?

—Doña Claudia fue asesinada hace unos días por un hombre armado en la pequeña terminal del pueblito, ella recibió un disparo del ex novio de su hija mayor Dalí. Doña Claudia murió en ese lugar justo cuando estaban a minutos de irse de este pueblo pero no lo lograron.

Cuando escuché a la señora decir eso, me quedé en shock, no podía creer que la mujer que había perdido la vida en ese enfrentamiento era Doña Claudia, la mamá de mi muñeca. Ella debe estar destrozada, amaba a su mamá y haría cualquier cosa por ella. No puedo imaginar pasar por una pérdida tan grande, mi niña ha tenido días tan terribles quiero verla y rodearla con mis brazos y protegerla de todo daño.

—¿Sabe dónde están sus hijas?

—Hace unos dias se fueron del pueblo enterraron a su mama empacaron sus cosas y se fueron. Esas muchachitas estaban destrozadas, si nomas las hubiera visto guerito, estaban desconsoladas.

—¿Tiene alguna pista de dónde podrían haber ido?

—No tengo idea muchacho, solo dijeron que no tenían nada más que los retuviera aqui, y que iban a seguir con su vida en otro lugar, pero nunca mencionaron dónde.

—Gracias señora.

¿Dónde estás mi amor dónde? Estoy desesperado por respuestas y esos hijos de su reputisima madre me van a explicar por qué carajos no me había enterado de la muerte de Doña Claudia. Estoy furioso porque les di órdenes específicas de mantenerme informado de todo.

—Texas llevame al rancho y ordena a las escoltas que estaban encargados de cuidar a Dahlia que vayan al rancho tengo que hacerles unas preguntas a esos cabrones.

—Si patron.

Llego al rancho y los escoltas a cargo de Dahlia ya están en mi oficina esperándome, irrumpo allí enojado, por decir lo menos.

—Quiero que ustedes, cabrones, me expliquen por qué no me informaron sobre el paradero de Dahlia. Ahora no está en casa y no tengo idea de dónde está. Si ustedes, idiotas, hubieran estado haciendo su trabajo diligentemente, como se supone que deben hacer, yo habría sabido dónde está en este preciso momento.
Su madre murió y yo tampoco sabía nada al respecto. ¿Por qué diablos les pago para que se queden parados como estúpidos o qué chingados? Se suponía que debía estar informado de todo. Si Dahlia daba un paso, necesitaba saberlo, cuántas veces parpadeaba, necesitaba saberlo y no me informaron ni una chingada. Ahora ella se ha ido y no sé dónde está por su perra culpa.

—Señor la señorita no salio mucho estos ultimos dias estuvo en su casa todo el tiempo la vimos llorar algunas veces. La ultima vez que la vimos no la seguimos porque como ya estaba muerto Joel y El Ruso ya no corria ningun riesgo. Ella se fue en uber junto a su hermana, tenia algunas cosas y desde entonces no la hemos visto.

—Mira nomas, pendejos son unos pendejos! Sabían que ella se había ido desde hacía días y no pensaron que fuera importante decírmelo. Ustedes dos ya no son escoltas ustedes se encargarán de cuidar los animales del rancho. Haber si asi se ponen las pinches pilas. Ni crean que no me di cuenta cómo traiban a putas en la camioneta ustedes estan igual que el cabron del Nini, pero al menos ese si trabaja y da resultados. Ustedes nomas andan dando lastima a la verga. Hay traen a viejas de no se donde chingados, venezolanas, colombianas, tailandesas, y brasileñas. Como si no hubiera viejas aqui hay andan gastando dinero a lo pendejo con esas pinches viejas putas mientras me descuidan a Dahlia.

Camino frente a ellos y les doy unos buenos puñetazos en el estómago por pendejos. Traigo un pinche coraje pero a la ves es mi culpa por mi cagadero, por eso mi muñequita se fue.

—Larguense no quiero verlos! Y van y me limpian esa pinche troca que huele a puro pinche perfume barato.

—Si patron....disculpenos.

—Larguense antes que les de otro chingazo!

Paso mi mano por mi cabello frustrado por no saber dónde está Dahlia ¿ha comido? ¿está bien? ¿está feliz? tantas preguntas pasan por mi mente tengo que encontrarla lo antes posible.

—¡¡¡Nini!!!

—¿Si Iván?

—Haz que un grupo de hombres busquen a Dahlia, que la busquen por todos lados. Estoy seguro de que se fue a Culiacán o probablemente más lejos. Busca hoteles, hospitales, cámaras de seguridad, cámaras de semáforos, todo, todo Nini. Quiero que te encargues de esto. Encuéntrala, una vez que lo hagas, avísame.

—Si Ivan.

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