Capitulo 56

1.8K 213 91
                                        

Semanas Después

Iván
Han pasado semanas desde que di las ordenes a mis hombres que buscaran a Dahlia, pero no han encontrado ningún rastro de ella, es como si se la trago la tierra. Nadie la ha visto ni oído nada, hemos revisado literalmente por todas partes y nada. Quiero ir a buscarla yo mismo, pero las cosas están demasiado calientes con el ejército ahora mismo, no puedo andar por todas partes nomas porque sí. Pero no me rendiré, me niego a rendirme, nuestra historia no puede terminar de un día para otro, necesito encontrarla y hablar con ella, pedirle perdón. Hasta este dia conservo el anillo de compromiso con el cual le iba a pedir que fuera mi esposa. Lo tengo en mi escritorio y lo miro todos los dias, siempre pensando en lo que pudo ser. La forma en que la traté, excluyendola de mi vida fue una pendejada, la cague con la mujer que amo con todo mi corazón, eso es muy bajo de mi parte y necesito hablar con ella. Evi sigue preguntando por ella e incluso llora por las noches, ha intentado llamarla a su celular pero parece que cambió de número.

Camino a la sala donde veo a Evi comiendo cereal en el sofa, el esta viendo caricaturas.

—Oye mi rey, tengo que irme, pero regresaré justo a tiempo para la cena. Te quedarás con Doña Rocio.

—¿A dónde vas papi? Te voy a extrañar mucho.

—Tengo una reunión importante a la que asistir, volveré pronto. ¿Quieres algo de la tienda?

—No papi, gracias, solo quiero que traigas a Dalí de regreso a casa, eso es todo lo que quiero.

—Pronto mi rey, pronto lo haré, te lo prometo.

—Adios papi te amo.

—Yo mas mi rey.

Abrazo y beso a mi hijo, luego escucho a El Texas decirme que todo está listo para irnos.

—Patrón las camionetas ya están listas para ir a Culiacán y acudir a la reunión. –Dice El Texas

—Sí, vamos, llama a mis hermanos y hazles saber que estamos en camino.

—Si patron.

El Texas comienza a avanzar al igual que nuestro convoy de camionetas color blancas como normalmente nos movemos en la Capital. No he venido desde hace tiempo porque había demasiado movimiento de militares y de la DEA por aquí. Lo mínimo que quería era llamar la atención. Ya son aproximadamente la 1pm y ya vamos tarde a la reunión ya que hay un poco de trafico. Normalmente mantengo mis juntas en diferentes lugares de la cuidad pero hoy elegí el club de mi mejor amigo Jimmy. Es algo más privado, más apartado, que ofrece el mejor entorno para los negocios.

Los radios empiezan a tronar y se escucha la voz de Gavilán y Nini.

—Patrón, patrón regrese, regrese hay un retén de militares antes de llegar a la Capi, tenemos que regresar no es seguro repito regrese!!

—No podemos regresarnos patron el trafico no nos lo permite. –Dice Texas

Chingadamadre no podemos dar marcha atrás, el tráfico está congestionado y los militares están revisando cada uno de los vehículos.

—Dale Texas, les ofreceré dinero si no lo quieren metele gas cabron.

—Si patron.

Tomo mi radio e informo a todos mis hombres de lo que está por suceder y qué hacer si las cosas salen mal.

—Prepárense para echar chingazos si las cosas no salen como quiero.

Recibo un 10/4 en los radios, un rato después es nuestro turno para ser revisados. El soldado viene a la ventana de Texas y comienza a hacerle preguntas y a ordenarle que baje de la camioneta. Abro la ventana trasera y me quito las gafas de sol mientras lo miro.

—Bueno debe ser mi día de suerte, mira lo que tenemos aquí, un pez gordo.–Dice El Soldado

El soldado se ríe y mira a sus compañeros.

—Buen día, hagamos un trato, ¿qué dices?

—JAJAJAJA no soy corrupto como el resto de tus titeres, yo no me vendo. Bajate del vehiculo estas arrestado Ivan Archivaldo Guzman Salazar.

—Todos tienen un precio, algunos más caros que otros, simplemente hazte de la vista gorda como si no me vieras visto, tengo un lugar muy importante donde estar, así que apártate de mi camino, es por tu bien.

Veo que el rostro del hombre cambia y luego saca su rifle y me apunta, al igual que el resto de sus hombres. Mis escoltas terminan con ellos en segundos. El Texas pisa el acelerador y nos alejamos a toda velocidad mientras mis hombres detrás de mí en diferentes vehículos intercambiaban disparos con los militares. Ahora nos estan siguiendo mas de ellos. Nini y Gavilán nos estaban dando apollo con otros militares persiguiéndonos. Los punteros estaban lanzando ponchas llantas para bloquear el paso. Me puse en contacto con mis hermanos para decirles que necesitábamos respaldos, los cuales me enviaron de inmediato. Íbamos a gran velocidad por las calles, pero había más camiones militares que bloqueaban nuestro paso y todos apuntaban a nuestro vehiculo. Los disparos comenzaron a sonar, podía escuchar el impacto de las balas en nuestra camioneta blindado, teníamos que salir ahora mismo antes de que fuera demasiado tarde, estábamos completamente rodeados. Muchos de mis hombres seguían luchando con mas militares mientras otros estaban caídos, hay un desmadre.

El Texas puso la camioneta en reversa y aceleró hasta que llegamos abajo de un puente. Dejamos la camióneta allí atravezada para bloquear el camino y salimos.

—Patron, patron necesitamos salir ahora, lo cubriré, corra, corra!!

Salí mientras comenzaba a intercambiar disparos con los militares, luego sentí un dolor agudo en mi costilla, miré hacia abajo y estoy sangrando, me había alcanzado una bala, sostuve con mi otra mano esa parte de mi cuerpo mientras seguía disparando. Corrimos por un parque y encontramos una alcantarilla por donde bajamos para escapar.

—Patrón aguante lo llevaré a un hospital, aguanteme que usted es la mera verga.

—Llama a mis hermanos y diles que cuiden de Evi.

—Patrón aguanteme, que de esta vamos a salir

El Texas se aferró a mi cuerpo para no dejarme caer mientras caminábamos por esa alcantarillado  oscuro y maloliente. Solo podía sentir el agua en mis pies mientras daba cada paso con dificultad. No puedo morir, necesito vivir, Evi me necesita, soy todo lo que tiene mi niño y necesito encontrar a mi muñequita, tengo que hacerlo, necesito más tiempo, porfavor mas tiempo. El dolor se hacía cada vez más fuerte y el olor metálico intensifico mientras seguía perdiendo sangre. Despues de minutos no sé qué pasó porque perdí el conocimiento.



Un Dia A La VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora