Capítulo 7: Explorando el Pasado

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La luz de la luna se filtraba a través de las amplias ventanas de la mansión Salvatore, iluminando los pasillos restaurados con un resplandor tenue. Axel seguía a Jacob por el corredor principal, sintiendo que cada paso lo acercaba más a la verdad sobre su linaje. Las paredes, ahora reconstruidas, estaban adornadas con antiguas pinturas de paisajes y símbolos que parecían tener algún significado arcano. Todo en la mansión tenía un aire de misterio.

—Esta mansión ha sido hogar de muchas generaciones de los Salvatore —comentó Jacob, su voz resonando en los amplios pasillos—. Cada objeto, cada piedra tiene una historia que contar. Y todas esas historias están entrelazadas con tu propio destino, amo Salvatore.

Axel caminaba en silencio, observando cada detalle. Había un peso en el aire, como si la mansión misma estuviera expectante de lo que estaba por venir. Llegaron a una gran sala con retratos de figuras imponentes, pero Axel notó que algunos de ellos estaban dañados, como si alguien hubiera querido borrar ciertas partes de la historia.

—¿Por qué estos retratos están incompletos? —preguntó Axel, frunciendo el ceño.

Jacob miró los cuadros con una expresión solemne.

—No todas las verdades están listas para ser reveladas, amo Salvatore. Algunas de las historias de tu familia han sido deliberadamente ocultadas o destruidas por aquellos que temían su poder. Pero no te preocupes, las respuestas vendrán en su debido momento.

Mientras Axel y Jacob continuaban con el recorrido, Nikole y Marcela, intrigadas por la restauración de la mansión, decidieron explorar por su cuenta. Se separaron del grupo principal y comenzaron a caminar por los pasillos del ala este.

—Este lugar es enorme —comentó Nikole, mirando las paredes adornadas con intrincados grabados.

—Lo es —respondió Marcela, su voz reflejando una mezcla de asombro y nerviosismo—. Hay algo en esta mansión que me pone la piel de gallina. Es como si hubiera fantasmas del pasado observándonos.

Nikole asintió, pero no dijo nada. Había una energía extraña en el aire, y ambas la sentían.

Eventualmente, llegaron a una sección más antigua de la mansión, donde tres puertas de madera, cada una con un nombre grabado en letras doradas, se alineaban en un corredor. Nikole se acercó a la primera puerta, que llevaba el nombre Nathaniel Salvatore.

—Parece que estas habitaciones pertenecían a los niños de la familia —comentó Marcela, observando los nombres con curiosidad.

Nikole abrió la puerta de la habitación de Nathaniel con cuidado, y ambas entraron. El aire dentro era pesado, como si el tiempo se hubiera detenido. Los muebles eran pequeños, claramente diseñados para un niño. Había juguetes antiguos esparcidos por la habitación, y un pequeño escritorio con libros infantiles polvorientos.

—Todo parece haber quedado tal como estaba —dijo Nikole, examinando los objetos—. Como si alguien hubiera esperado que los niños volvieran en cualquier momento.

Marcela abrió la siguiente puerta, que llevaba el nombre Charlotte Salvatore, y encontraron una habitación similar, llena de muñecas y ropa infantil. Sin embargo, había algo inquietante en la ausencia de retratos o cuadros en las paredes.

—Es extraño —comentó Marcela—. No hay ninguna imagen de los niños, ni siquiera de la familia en estas habitaciones. Es como si hubieran querido borrar toda huella de ellos.

Nikole asintió, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. —Estos debían ser los niños de la última familia Salvatore. Los que desaparecieron sin dejar rastro.

El descubrimiento las dejó pensativas y con más preguntas que respuestas. ¿Qué había ocurrido realmente con los niños Salvatore? ¿Por qué no había rastros de ellos?

Mientras tanto, en la biblioteca de la mansión, Axel y Jacob llegaron a una sala imponente, llena de estantes de libros antiguos y documentos cuidadosamente organizados. El aroma a cuero y pergamino impregnaba el aire, dándole un aire solemne al lugar.

—Esta biblioteca guarda los secretos de los Salvatore —dijo Jacob mientras caminaba hacia una mesa larga de madera pulida—. Aquí encontrarás los registros de tu familia, escritos por generaciones pasadas. Pero hay algo que debes saber, amo Salvatore. Tus padres no murieron por accidente.

Axel, que había estado mirando los antiguos libros, se detuvo de golpe. Las palabras de Jacob resonaron en su mente como un eco perturbador.

—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó Axel, su voz llena de una mezcla de incredulidad y rabia contenida.

Jacob lo miró con una expresión solemne.

—Tus padres, Vladislaus y Selene Salvatore, fueron asesinados como parte de un complot para destruir a los Salvatore. Hubo una traición, alguien cercano a ellos que los entregó a sus enemigos. Pero la verdad completa sobre quién estuvo detrás de esto sigue siendo un misterio.

Axel apretó los puños, sintiendo cómo la ira se apoderaba de él. Durante toda su vida había vivido con la incertidumbre sobre sus padres, y ahora descubría que su muerte no había sido un simple accidente, sino una conspiración para erradicar a su familia.

—¿Quién los traicionó? —preguntó Axel, tratando de mantener la calma.

Jacob negó con la cabeza lentamente. —Aún no lo sabemos con certeza. Pero una cosa está clara: los enemigos de los Salvatore siguen presentes. Y no descansarán hasta acabar con lo que queda de tu linaje.

El silencio cayó sobre la sala, mientras Axel procesaba la información. Sabía que esta era solo la punta del iceberg, y que aún había mucho más por descubrir. Pero una cosa era segura: no iba a permitir que la historia de su familia se repitiera. No mientras él estuviera ahí para proteger su legado.

Mientras tanto, Nikole y Marcela continuaban su exploración en las habitaciones de los niños, sin saber que sus descubrimientos estaban estrechamente conectados con el oscuro pasado que Axel estaba comenzando a desenterrar en la biblioteca. La mansión Salvatore guardaba secretos que estaban esperando ser revelados, y con cada paso que daban, se acercaban más a la verdad que había permanecido oculta durante tanto tiempo.

Sangre de Demonio: El Legado de los SalvatoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora