Capítulo 10: El Retorno de Nathaniel

0 0 0
                                    

La luna brillaba intensamente en lo alto del cielo, iluminando el camino que Anna seguía a través del espeso bosque. Su corazón latía con determinación mientras sus pies apenas tocaban el suelo cubierto de hojas. Ella había pasado años protegiendo los secretos de los Salvatore, y ahora, después de tanto tiempo, la rueda del destino comenzaba a girar de nuevo.

Su misión la había llevado a lo largo de varios reinos, pero ahora su objetivo estaba cerca: Nathaniel Salvatore, el hermano mayor de Axel, el único que recordaba su pasado, estaba vivo. Anna había sido testigo de los horrores que forzaron a la familia Salvatore a separarse, y había jurado proteger a los niños. Nathaniel, por su edad y naturaleza, fue el único que retuvo los recuerdos de la tragedia y de su legado familiar. Él siempre había sido el protector natural de sus hermanos.

Mientras se acercaba a la vieja mansión donde sabía que Nathaniel se encontraba, Anna se detuvo momentáneamente, mirando hacia el oscuro horizonte. La estructura, parcialmente escondida por la bruma del bosque, irradiaba un aura oscura y poderosa. Era el refugio que Nathaniel había elegido, un lugar apartado, alejado de la humanidad, donde podría esconderse de los peligros que acechaban a su linaje. Pero él no estaba solo; Anna siempre había vigilado desde las sombras, asegurándose de que los fragmentos de la familia permanecieran a salvo, cada uno en su lugar.

Al llegar a la entrada, tocó la puerta pesada de roble, pero antes de que pudiera golpear nuevamente, la puerta se abrió lentamente, revelando a Nathaniel.

En su forma humana, Nathaniel Salvatore era un hombre de aspecto imponente y seductor. Su cabello negro lacio caía sobre sus cejas, sus ojos verdes, llenos de profundidad y misterio, la miraban con calma. Era alto, con una presencia firme, un rostro cincelado y una expresión siempre atenta. Pero detrás de su fachada tranquila, Anna sabía que había algo mucho más peligroso. Nathaniel no solo era un hombre, era un híbrido, mitad vampiro y mitad demonio, capaz de transformarse a voluntad en su otra forma: una criatura que bebía sangre humana sin quitarles la vida, usando su poder para sobrevivir en las sombras.

Anna entró en la mansión sin decir una palabra al principio, sabiendo que Nathaniel ya había sentido su presencia mucho antes de que tocara la puerta. Él no necesitaba presentación. Los dos se conocían desde hacía años.

—Anna —dijo Nathaniel, su voz profunda resonando en el eco de la mansión vacía—. Ha pasado mucho tiempo.

—Demasiado —respondió ella con un tono serio, sin rodeos—. He venido con noticias que no puedes ignorar. Es sobre tu hermano, Axel.

Los ojos de Nathaniel se iluminaron brevemente con una mezcla de sorpresa y emoción reprimida. Había esperado ese momento durante tanto tiempo, pero su naturaleza controlada evitó que dejara ver demasiadas emociones.

—¿Axel? —repitió, con una mezcla de incredulidad y esperanza—. Creí que... había desaparecido. Como todos los demás.

Anna negó lentamente, acercándose a él.

—No. Axel está vivo. Ha vuelto a la mansión de tus padres, en Ravenmoor. Ha comenzado a descubrir quién es realmente y lo que le pertenece por derecho. La herencia Salvatore. Pero necesita saber más, y tú eres el único que puede contarle lo que realmente sucedió. Él no sabe sobre ustedes... sobre sus hermanos. Sobre lo que pasó.

Nathaniel dio un paso hacia la ventana, su mirada perdida en la oscuridad exterior. Las emociones se agitaban en su interior. Por años, había mantenido su distancia, creyendo que protegerse a sí mismo era la mejor manera de evitar atraer la atención de aquellos que querían destruir a su familia. Pero ahora, saber que Axel estaba vivo cambiaba todo.

—Siempre supe que ese día llegaría —dijo Nathaniel en voz baja, su tono de voz suave pero cargado de significado—. He esperado en las sombras, sabiendo que eventualmente, uno de nosotros regresaría para restaurar lo que se nos arrebató. Y ahora... él ha vuelto. Pero Axel no está preparado para todo lo que implica ser un Salvatore. No tiene idea del peligro que esto conlleva.

Anna asintió, sabiendo que Nathaniel tenía razón. Axel apenas había arañado la superficie de su legado. El trihíbrido, la maldición que corría por sus venas, los enemigos ocultos en las sombras... era un mundo que aún desconocía por completo.

—Lo sé —admitió Anna—. Pero es hora de que empiece a comprender. Lo necesita, y tú eres el único que puede guiarlo. Eres su hermano mayor, Nathaniel. Eres el único que recuerda.

Nathaniel se volvió hacia Anna, su expresión más oscura, su otra naturaleza comenzando a manifestarse. Su piel comenzó a cambiar, mostrando una faceta demoníaca, con un tono gris oscuro y ojos que brillaban con un tono azul gélido. Pero lo más notable era cómo su apariencia mantenía una calma imponente incluso en su forma sobrenatural.

—No es fácil volver a un lugar lleno de tanto dolor —dijo con la voz profunda y rasgada de su forma demoníaca—. Pero si Axel está allí, entonces no tengo otra opción. Mi deber siempre ha sido protegerlos, y no voy a fallar esta vez.

Anna observó cómo Nathaniel luchaba por contener su transformación, regresando lentamente a su forma humana. Sabía que, a pesar de todo, Nathaniel había cargado con la culpa de lo que sucedió con su familia durante muchos años. Su naturaleza híbrida le permitía una gran cantidad de poder, pero también lo había marcado con una maldición que le impedía vivir como un simple humano.

—Lo entenderá, Nathaniel. Axel te necesita —insistió Anna—. Y este es el momento de que los hermanos Salvatore se reúnan. El peligro nunca ha desaparecido, pero juntos tienen una oportunidad.

Nathaniel asintió finalmente, la decisión reflejada en sus ojos verdes. A pesar de sus dudas, sabía que Anna tenía razón. Axel había vuelto y lo necesitaba. La responsabilidad que sentía como el mayor de los hermanos superaba cualquier temor que pudiera tener.

—Me reuniré con él —dijo Nathaniel con firmeza—. Es hora de que los Salvatore se enfrenten a su destino.

Anna sonrió levemente, satisfecha con la respuesta. Sabía que el encuentro entre los hermanos Salvatore sería clave para lo que vendría después. Y aunque los tiempos oscuros se avecinaban, con Nathaniel y Axel finalmente juntos, había esperanza de que el legado de los Salvatore se restaurar

Sangre de Demonio: El Legado de los SalvatoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora