Capítulo 16: Nuevas Presentaciones

1 0 0
                                    

El ambiente en el salón se había relajado un poco después de la breve conversación con la alcaldesa Amanda Duvall. Axel, aún sintiendo las miradas de los invitados sobre él, se mantuvo junto a Nikole y Marcela mientras trataba de disimular su incomodidad. La presencia de Nikole a su lado, sin embargo, era un ancla que le permitía mantener la compostura.

Entre la multitud, un pequeño grupo de jóvenes comenzó a acercarse a ellos. Axel pudo notar que todos tenían una actitud relajada y curiosa. Nikole los reconoció al instante y les dedicó una sonrisa cálida. Marcela también parecía familiarizada con ellos. Cuando el grupo llegó a donde estaban, la chica de cabello largo y castaño claro, quien parecía ser la más extrovertida del grupo, fue la primera en hablar.

—¡Nikole! —exclamó con entusiasmo—. ¡No sabía que vendrías al baile! Y... ¿quién es tu acompañante? —preguntó, mirando a Axel con una sonrisa curiosa.

Nikole les devolvió la sonrisa y presentó a los recién llegados.

—Axel, te presento a mis amigos. Ellos son Emiliano Martínez, María Hernández y Devon O'Connor —dijo señalando a cada uno de ellos.

Emiliano, un chico alto y atlético con cabello oscuro y una sonrisa amigable, extendió la mano hacia Axel, mientras María, con su cabello castaño claro, y Devon, un joven pelirrojo con ojos verdes, observaban expectantes.

Axel aceptó el apretón de manos de Emiliano y les dedicó una sonrisa amigable.

—Mucho gusto, mi nombre es Axel Salvatore —dijo con tranquilidad, aunque notó que sus palabras inmediatamente captaron más atención de la que esperaba—. Soy nuevo en el pueblo, un placer conocerlos.

En cuanto pronunció su apellido, los tres amigos de Nikole se miraron entre sí, claramente sorprendidos y algo emocionados. La expresión de Emiliano cambió de sorpresa a una sonrisa más grande, mientras María y Devon intercambiaban miradas intrigadas.

—¿Salvatore? —preguntó Emiliano, con una mezcla de sorpresa y curiosidad—. ¡Vaya! ¿Entonces eres... de la familia Salvatore de la que todos en el pueblo han escuchado hablar?

Axel mantuvo la calma, aunque sabía que no podía dejar que la conversación fuera demasiado lejos.

—Sí, así parece —respondió con una sonrisa controlada, sin dar demasiados detalles—. Estoy recién llegado y aún aprendiendo mucho sobre todo.

María, quien no había dejado de mirarlo con una mezcla de entusiasmo y curiosidad, intervino.

—¿También vas a la preparatoria con nosotros? —preguntó con un brillo en los ojos.

Axel asintió, aunque con una ligera reserva. No podía revelar mucho sobre lo que realmente estaba sucediendo con su llegada a Ravenmoor.

—Sí, estaré con ustedes —respondió—, pero probablemente comenzaré en noviembre. Llevará un poco de tiempo hacer todos los arreglos para mi cambio de escuela.

María y Devon sonrieron emocionados ante la idea, y Emiliano asintió con una expresión de aprobación.

—Genial —dijo Devon, cruzando los brazos—. Seguro que te va a gustar la escuela. No es tan grande, pero todos nos conocemos bien, y... —dudó un momento antes de agregar—, bueno, este pueblo tiene sus peculiaridades.

—Por decir lo menos —añadió María con una risita.

Nikole y Marcela intercambiaron una mirada, conscientes de que las peculiaridades a las que sus amigos se referían no eran ni la mitad de lo que Axel estaba a punto de descubrir en Ravenmoor. Por ahora, sabían que era mejor mantener la conversación ligera y centrarse en lo más superficial.

—Estoy seguro de que me acostumbraré rápido —respondió Axel con una sonrisa amistosa, aunque por dentro sabía que el tipo de adaptación que enfrentaba era mucho más grande que simplemente cambiar de escuela.

Emiliano, quien había sido el más extrovertido del grupo, palmeó el hombro de Axel de manera amistosa.

—Bueno, bienvenido, Axel. Si necesitas cualquier cosa, no dudes en preguntarnos. Somos una pequeña comunidad, pero nos ayudamos entre nosotros. Estoy seguro de que encajarás bien.

Axel agradeció el gesto y asintió, sintiéndose ligeramente más cómodo. A pesar de lo que ocultaba, era agradable ver que, al menos en apariencia, podía integrarse con los amigos de Nikole y Marcela sin levantar demasiadas sospechas.

—Gracias, se los agradezco mucho —respondió sinceramente.

Mientras la conversación continuaba, los murmullos a su alrededor se habían disipado un poco, aunque de vez en cuando Axel notaba algunas miradas curiosas que aún se posaban sobre él. Sabía que la vida en Ravenmoor no sería simple, pero al menos estaba rodeado de personas que parecían genuinamente amigables.

Con Nikole a su lado, Axel sintió que, a pesar de los secretos y las responsabilidades que lo aguardaban, tendría el apoyo necesario para enfrentar lo que viniera.

Sangre de Demonio: El Legado de los SalvatoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora