Axel miraba a Jacob, quien lo observaba con esa mirada serena pero severa, sabiendo que su guardián estaba preocupado por lo que había sucedido en el bosque. Pero Axel no quería hablar de ello, al menos no ahora. Sentía la sangre seca pegándose a su piel, y lo único en lo que podía pensar era en quitarse el rastro de lo que había hecho.
—Voy a tomar una ducha —dijo Axel, su voz sonaba neutral, aunque por dentro sentía el peso de lo ocurrido—. No quiero que Nathaniel o los demás me vean así.
Jacob asintió, aunque sus ojos no dejaban de analizar cada movimiento de Axel. Sabía que algo más estaba ocurriendo, algo que Axel no le estaba diciendo.
—Hazlo, joven Axel. Pero recuerda lo que te dije: no puedes seguir ignorando lo que pasa dentro de ti —respondió Jacob, aunque no presionó más. Sabía que Axel necesitaba tiempo para procesarlo por sí mismo.
Axel asintió en silencio y comenzó a subir las escaleras, pero en el momento en que su pie tocó el primer escalón, sintió un latido de dolor profundo en su cuerpo. Era como si sus huesos crujieran y sus venas ardieran con un calor incontrolable. Un palpitar violento que lo hizo detenerse un momento, pero Axel, determinado a no mostrar debilidad, respiró hondo y continuó subiendo con rapidez sobrenatural, esperando que Jacob no notara lo que ocurría.
Con cada paso, sentía el dolor intensificarse, como si algo dentro de él se resistiera a la transformación que había tenido en el bosque. Finalmente llegó al baño y cerró la puerta con un fuerte golpe, apoyándose en el lavabo mientras el dolor lo atravesaba. Su respiración estaba agitada, y antes de que pudiera contenerlo, un impulso lo llevó a doblarse sobre el inodoro y vomitar violentamente.
Todo su cuerpo temblaba, y Axel comprendió que algo andaba mal. No era solo el dolor físico, era como si su cuerpo estuviera rechazando lo que había sucedido en el bosque, como si la transformación hubiera sido demasiado para su naturaleza. La sangre vampírica y la naturaleza sobrenatural que corrían por sus venas estaban en conflicto.
Entonces, una suave presencia se hizo sentir detrás de él.
Axel se enderezó lentamente, mirando su reflejo en el espejo empañado. Y allí, reflejada detrás de él, estaba Anna. Su figura etérea, siempre rodeada de un aura celestial y misteriosa, le ofrecía una mezcla de consuelo y preocupación.
—Te ves... agotado —dijo Anna, su voz suave pero firme.
Axel se giró, aún sosteniéndose del lavabo, tratando de estabilizar su respiración.
—No es nada... solo... no me siento bien —murmuró, aunque ambos sabían que había más detrás de esas palabras.
Anna lo observó en silencio por un momento antes de dar un paso adelante. En sus manos, sostenía una pequeña bolsa de sangre humana, algo que no parecía natural en sus delicados dedos, pero ella sabía lo que era necesario.
—Tienes que beber esto, Axel. —Anna le ofreció la bolsa con delicadeza, aunque había una firmeza en su mirada que no permitía discusión—. Tu cuerpo está luchando contra lo que eres, y si no lo aceptas, te destruirá desde dentro.
Axel miró la bolsa de sangre con repulsión. Beber sangre humana... eso era lo último que quería hacer. Había prometido no convertirse en un monstruo, en algo que necesitara la sangre de otros para sobrevivir. Pero su cuerpo lo traicionaba. Sentía cómo el dolor lo devoraba, y sabía que, aunque odiaba la idea, Anna tenía razón.
—No quiero esto... —susurró, con la mandíbula apretada—. No quiero depender de esto.
Anna lo observó con una mezcla de compasión y tristeza. Había visto esto antes. Había visto a su padre luchar contra la misma necesidad, el mismo rechazo. Pero sabía que no había otra opción si Axel quería sobrevivir.
—Tu padre... también lo odiaba. —dijo Anna, dando un paso más cerca—. Pero al negarse a aceptar su verdadera naturaleza, sufrió más de lo necesario. Tienes tres naturalezas en ti, Axel. Y no puedes ignorar ninguna de ellas. Si lo haces, te destruirás a ti mismo. —Anna extendió la bolsa hacia él una vez más—. Debes beber esto. Es la única forma de recuperar tu fuerza. De lo contrario, perderás más que solo tus energías.
Axel cerró los ojos, luchando contra el impulso de rechazar lo que sabía que era inevitable. Sabía que su cuerpo estaba al borde de colapsar, su transformación en el bosque había sido brutal, y su naturaleza vampírica exigía ser satisfecha.
Finalmente, con las manos temblorosas, tomó la bolsa de sangre de las manos de Anna. Durante unos segundos, solo la miró, como si todavía intentara encontrar otra salida. Pero el dolor en su cuerpo y el eco de su transformación lo obligaron a ceder.
Abrió la bolsa y bebió. El líquido cálido y espeso recorrió su garganta, y aunque odiaba admitirlo, sintió cómo su cuerpo comenzaba a recuperarse casi de inmediato. El dolor se disipaba, su fuerza regresaba, y la conexión con su naturaleza vampírica se hacía más fuerte.
Anna lo observó con cuidado, sin decir nada. Sabía que este era un momento difícil para Axel, pero también sabía que era necesario.
—Tendrás que hacerlo más a menudo, Axel. —dijo con suavidad—. Tu cuerpo es especial. Tienes tres naturalezas luchando por el control, y si no encuentras un equilibrio, perderás el control por completo.
Axel apartó la bolsa vacía y se limpió la boca con el dorso de la mano, aún sintiendo una mezcla de repulsión y alivio.
—Esto no puede ser mi vida —murmuró—. No quiero ser un monstruo.
Anna lo miró, sus ojos llenos de comprensión. —No eres un monstruo, Axel. Eres un Salvatore. Y aunque ese título trae consigo una carga pesada, también te da un poder que pocos comprenden. Pero ese poder tiene un precio, y debes aprender a manejarlo. De lo contrario, sí, te perderás.
Axel asintió lentamente, sin decir una palabra más. Sabía que Anna tenía razón, pero aún le costaba aceptar lo que significaba ser quien era.
Mientras Anna desaparecía de la habitación, Axel se quedó solo, mirando su reflejo en el espejo. ¿Cuánto más podía soportar antes de perderse por completo? Con el cuerpo aún tembloroso, decidió finalmente tomar esa ducha que tanto necesitaba, dejando que el agua se llevara la sangre que cubría su piel, pero sabiendo que nunca podría borrar lo que acababa de pasar.
![](https://img.wattpad.com/cover/376470201-288-k87129.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Sangre de Demonio: El Legado de los Salvatore
RandomNovela de Sangre De demonio En el oscuro y misterioso pueblo de Ravenmoor, un joven llamado Axel Salvatore descubre un legado que cambiará su vida para siempre. Tras la muerte de sus padres adoptivos, Axel recibe una carta que lo conduce a este pue...