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Soy chévere y por eso les subí otro cap , se lo merecen por comentar mucho y votar 😈🩷

Después de ducharme y ponerme mi pijama favorita, escuché a mi tía llamándome desde abajo para cenar.

— ¡Briiittt! ¡Baja que vamos a comer! — gritó desde el comedor.

Suspiré, bajé las escaleras lentamente y cuando llegué a la mesa, todos ya estaban sentados. Mi hermana, Franchesca, apenas estaba metiendo un bocado de sushi en la boca, con esa cara de tristeza que se le veía desde lejos. Me acerqué para ver si al menos había algo que me gustara.

Sushi. ¡Sushi! Esa monda no me gusta

Sin decir nada, me di la vuelta para regresar a mi habitación, pero antes de que pudiera salir de la cocina, mi tía me detuvo.

— ¿No vas a comer, Brittany? — preguntó, medio sorprendida.

— Paso — le contesté sin ganas.

Justo cuando ya pensaba que me iba a escapar tranquila, escuché la voz del idiota de Richard desde el otro lado de la mesa. El tipo ni siquiera había hablado en todo el rato, pero ahora, claro, tenía algo que decir.

— ¿Qué pasa? ¿Prefieres comida de niña, tipo nuggets o pizza? — comentó con una sonrisa burlona.

Me detuve en seco, y lo miré directo a los ojos, intentando mantener la calma. Ese man no tenía ni idea de con quién estaba hablando.

— No, prefiero comida que no parezca cruda, genio. — respondí, cruzándome de brazos y levantando una ceja, sintiéndome lista para cualquier comentario que soltara.

— ¿O será que no tienes el paladar para cosas más... finas? — dijo con una risita, claramente divirtiéndose a mi costa.

— ¿Finas? Mira, no todo el mundo tiene que comer lo que te gusta a ti, ¿sabés? A algunos nos gusta la comida que está bien cocida, no la que parece que la sacaron del mar hace cinco minutos — solté, rodando los ojos.

— Claro, claro. Como prefieras. Solo decía que... bueno, algunos preferimos algo más sofisticado. — replicó él, con esa sonrisita de superioridad que me sacaba la piedra.

— Aja, ¿y qué? ¿Te hace sentir mejor que yo no coma sushi? Qué fino. Pero no te preocupes, la próxima vez me traes un arroz con huevo y ahí sí hablamos de comida fina. — le solté, dándole la espalda mientras me dirigía a mi habitación. Lo escuché reírse por lo bajo, pero no me iba a rebajar a seguir la discusión. Que riera solo, yo no estaba para su vaina.

Me encerré en mi cuarto y prendí el televisor. Puse la serie de *Chucky* porque nada me relajaba más que ver a un muñeco asesino haciendo desastre. A la media hora, ya me había olvidado del tipo ese y de la cena. Hasta me mandó un mensaje Franchesca.

_"Buenas noches, Brit."_ escribió.

_"Buenas noches, Fran,"_ le respondí. Y con eso, la paz regresó... hasta que mi estómago empezó a hacer unos sonidos que parecían de otro planeta.

— Ay, no, qué hambre... — me quejé mientras me levantaba y salía otra vez del cuarto. Bajé a la cocina buscando algo rápido que comer, pero no vi nada que me llamara la atención. Lo mejor era pedir un domicilio. Así que agarré mi cel y pedí una salchipapa. No hay mejor salvación que una salchipapa a la medianoche.

Me quedé en la sala esperando que llegara el pedido. Me senté en el sofá y me puse a revisar el celular, cuando, de repente, escuché pasos. Levanté la mirada, y por supuesto, ahí estaba el mismísimo Richard. Como si no tuviera nada mejor que hacer que aparecerse en el peor momento.

— ¿Otra vez tú? — solté sin disimular mi fastidio.

— No sabía que tenía que pedir permiso para caminar por mi propia casa — respondió él, alzando las cejas con una media sonrisa.

— Pues, si vas a aparecer a cada rato, al menos no te rías de la gente. — lo miré de arriba abajo, sin ganas de aguantarle ni una bromita más.

— ¿Te ofendí? No era mi intención. — dijo, acercándose al sofá donde yo estaba sentada.

— No me ofende lo que dices, sino que creas que tus comentarios son tan... sofisticados como tu sushi. — le respondí, cruzándome de brazos.

Él soltó una risita y negó con la cabeza.

— Eres más sensible de lo que pareces, Brittany. — comentó, apoyándose contra el marco de la puerta de la sala.

— Y tú eres más fastidioso de lo que creía, Richard. Pero tranqui, ya lo voy pillando. — respondí sin moverme del sofá.

— ¿Qué haces despierta a esta hora? — preguntó de repente, cambiando de tema, lo cual me sorprendió un poco.

— Esperando una salchipapa. — respondí como si fuera obvio.

— ¿A esta hora? — dijo él, con una mezcla de incredulidad y burla.

— ¿Y qué tiene? Prefiero una salchipapa a tu "comida fina" de sushi, ¿o acaso hay un problema con eso también?

Richard sonrió, como si estuviera a punto de decir algo, pero antes de que pudiera responder, el timbre sonó. Mi salchipapa había llegado. Me levanté con una sonrisa triunfal y me dirigí a la puerta.

— Viste, mi comida fina acaba de llegar. No todos podemos vivir de pescaditos crudos. — le dije mientras abría la puerta y recogía el pedido.

Él se quedó mirándome mientras yo caminaba con mi bolsa hacia la sala, claramente divertido.

— ¿Segura que eso te va a hacer dormir mejor? — preguntó, cruzándose de brazos mientras me observaba con una sonrisa burlona.

— ¿Y a ti qué te importa? — respondí, abriendo la bolsa y empezando a comer mis papitas, ignorándolo por completo.

Richard solo negó con la cabeza, todavía sonriendo, y se fue de la sala, dejándome en paz por fin.

Yo solté una pequeña risa , la verdad debajo de él "fastidio" si me había echo reir por dentro un par de comentarios de él

El esposo de mi hermana - Richard RiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora