𝙆𝙞𝙢𝙚𝙩𝙨𝙪 𝙉𝙤 𝙔𝙖𝙞𝙗𝙖 [ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ]

INFIEL

Algunos personajes siendo infieles, intentando arreglar su error pero ya es tarde.

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Tengen Uzui

Había pasado ya casi un año desde que Tengen Uzui, en su vanidad y ego desmedido, decidió que la infidelidad que había cometido era culpa de T/N. "No me prestaba suficiente atención", se decía una y otra vez, repitiéndose esa mentira hasta casi creerla. Había sido su decisión, su error, pero en su arrogancia no lo aceptaba. Pensó que ella lo perdonaría, que eventualmente todo se arreglaría, pero el tiempo siguió su curso y el vacío en su pecho sólo creció.

A medida que pasaban los meses, las noches eran cada vez más solitarias, y la imagen de T/N no se iba de su mente. Aquella risa, esa chispa en sus ojos que siempre había dado vida a su mundo... Ahora no tenía nada, sólo el recuerdo doloroso de lo que había perdido por su propio egoísmo.

Finalmente, decidido a arreglar su error, compró un ramo de flores deslumbrante. En su mente, T/N lo recibiría, él se disculparía, y todo volvería a ser como antes. Sin embargo, mientras caminaba hacia su casa, el destino le jugó una cruel broma. La vio, justo en la esquina. Estaba riendo, su rostro iluminado por una felicidad que él ya no podía darle. Pero lo peor fue ver a un hombre a su lado, acariciando su rostro, llenándola de besos mientras ambos reían juntos. Su corazón se rompió de nuevo, más profundo, más fuerte.

Pasó al lado de ellos, sosteniendo las lágrimas con todas sus fuerzas, sabiendo que la había perdido para siempre.

Douma

Para Douma, la culpa nunca había sido algo que entendiera realmente. Siempre creía que los errores de los demás justificaban sus acciones. T/N había sido "insuficiente", o al menos eso se decía cuando la engañó. Se convenció a sí mismo de que ella era la responsable de su traición. Sin embargo, con el tiempo, esa justificación se empezó a desmoronar. Su indiferencia habitual se quebró poco a poco. T/N, la única persona que alguna vez lo había mirado como un ser humano y no como un monstruo, se había ido. Y su partida había dejado un vacío innegable.

Los recuerdos lo atormentaban, y aunque trató de olvidarla, no podía. Decidió que tal vez era el momento de pedir perdón, de arreglar lo que había roto. Compró un ramo de flores hermosas, algo que podría haberla impresionado en otro tiempo. Se dirigió a su casa con una mezcla de orgullo y arrepentimiento, pero lo que vio en el camino destrozó lo poco que quedaba de su alma fría.

T/N estaba con otro hombre, sus rostros tan cerca que parecían uno solo. Él le acariciaba la mejilla, y Douma pudo ver el brillo en los ojos de ella, una felicidad pura, una que él nunca supo darle. Se quedó paralizado, pero luego bajó la mirada y continuó caminando, las lágrimas que nunca pensó que derramaría amenazaban con salir.

Sanemi Shinazugawa

Sanemi siempre había sido alguien impulsivo, con un temperamento feroz que lo empujaba a tomar malas decisiones. En un momento de furia, había traicionado a T/N, y en lugar de aceptar la responsabilidad, le echó la culpa. "No estabas ahí cuando te necesitaba", le había gritado, sin realmente creer sus propias palabras.

Con el paso del tiempo, el dolor que le causó empezó a asfixiarlo. Las noches eran frías sin ella, y su cama, vacía. Intentó ignorar el peso de su arrepentimiento, pero cada vez que cerraba los ojos, veía su rostro, escuchaba su risa. Ya no pudo más. Decidió que iba a buscarla, pedirle perdón, aunque sabía que sería difícil. Con un ramo de flores en la mano, caminó hacia su casa, repitiendo las palabras que planeaba decirle.