*: Cuidado con el cazador peligroso.
Infidelidad.
Amor obsesivo.
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En una pequeña aldea, escondida entre montañas y bosques sombríos, vivía T/N, una mujer casada con una vida tranquila. Su esposo era un hombre trabajador que, a pesar de ser algo tosco y distante, se preocupaba por mantener su hogar en orden. T/N, aunque cumplía con todas sus obligaciones como esposa y ama de casa, sentía una profunda soledad en su corazón. Esa chispa de pasión que alguna vez tuvo su matrimonio, hacía tiempo que se había apagado.
Fue en una noche fría, mientras T/N cuidaba del fuego en su hogar, cuando conoció a Yoriichi Tsugikuni. Este misterioso cazador de demonios, con su katana al cinto y sus ojos de un rojo intenso que parecían atravesar las sombras, había llegado a la aldea en busca de una criatura que había estado acechando el lugar. Nadie esperaba que un guerrero de su calibre apareciera allí, y mucho menos que la vida de T/N cambiaría para siempre desde ese encuentro.
Yoriichi, aunque conocido por su disciplina y concentración, se encontró profundamente cautivado por la elegancia y amabilidad de T/N. Al principio, sus visitas a la casa de ella eran inocentes, bajo el pretexto de buscar refugio temporal o informar sobre posibles peligros en el área. Pero, a medida que las noches pasaban, el cazador y T/N comenzaron a compartir miradas, pequeñas sonrisas y silencios que decían más.
El esposo de T/N, sin embargo, no sospechaba nada al principio. Salía de casa al amanecer para trabajar y regresaba tarde por la noche, confiando en la rutina de siempre. Pero los rumores comenzaron a rondar la aldea. Los vecinos, sin poder resistirse a las habladurías, empezaron a notar la extraña frecuencia con la que Yoriichi visitaba la casa de T/N cuando su esposo no estaba. Uno de esos rumores finalmente llegó a oídos del esposo, quien, cegado por el orgullo y los celos, decidió tomar cartas en el asunto.
Una noche, el esposo de T/N fue directo a la taberna del pueblo, con la intención de embriagarse y calmar la ira que sentía. Mientras se servía su tercer vaso, un hombre del lugar le susurró que el cazador de demonios no se encontraba en el bosque esa noche, sino en un burdel cercano, donde se decía que esperaba encontrarse con alguien muy especial. Los ojos del esposo se encendieron de furia. Sin esperar más, dejó la taberna y se dirigió al burdel, dispuesto a confrontar a Yoriichi.
Pero lo que no sabía era que todo era una trampa. Yoriichi, con su mente afilada, había anticipado las acciones del esposo de T/N. Sabía que los celos lo harían actuar precipitadamente. Así que, en lugar de estar en el burdel, había preparado todo para que el esposo fuera engañado, mientras él tenía otros aviones en marcha.
Esa misma noche, cuando el esposo se dirigía al burdel, Yoriichi apareció en la casa de T/N una vez más. Esta vez, no era para una charla inocente ni una visita casual. T/N, aunque inicialmente sorprendida por la intensidad de su llegada, sabía lo que estaba ocurriendo. Durante semanas, ambos habían estado tejiendo una conexión que iba mucho más allá de lo permitido, más allá de las reglas y las expectativas de la sociedad. Y ahora, esa conexión estaba a punto de subir de nivel.
—T/N —susurró Yoriichi, acercándose a ella con una calma peligrosa—no hay vuelta atrás después de esta noche. Si vienes conmigo, dejaremos todo atrás. Nadie podrá separarnos. Me veo muy egoísta lo sé y lo siento, pero no me puedo imaginar otra día sin tu hermosa presencia.
T/N, con el corazón latiendo en su pecho como un tambor, sabía que su vida nunca volvería a ser la misma. Miró hacia la puerta, hacia la oscuridad del mundo exterior, donde las reglas del matrimonio y el debía la retenían como cadenas. Y luego miró a Yoriichi, cuyas cicatrices y ojos hablaban de sacrificios y pérdidas, pero también de una promesa de algo nuevo, algo prohibido.
Mientras el esposo de T/N se acercaba al burdel, empujando la puerta con violencia para enfrentarse al hombre que creía que lo había traicionado, se dio cuenta de que Yoriichi no estaba allí. Solo el eco de las risas vacías y los murmullos se movían con el ambiente fiestero.
Regresó a su hogar en un frenesí, temiendo lo peor. Pero cuando abrió la puerta de su casa, la encontró vacía. Ni rastro de su esposa, ni del cazador.
Yoriichi y T/N ya estaban lejos. Habían escapado en la noche, montados en un caballo que se deslizaba a través del bosque como una sombra, invisibles a los ojos de los demás. El cazador había cumplido con su promesa. Con una mente calculadora y un corazón que ardía por T/N, había llevado a cabo un plan perfecto, asegurándose de que el esposo nunca volviera a ver a su esposa.
Con el viento frío golpeando sus rostros y las estrellas como testigos, T/N se aferró a Yoriichi mientras cabalgaban hacia lo desconocido. Atrás quedaron los años de monotonía y deberes; adelante, solo el peligro, la incertidumbre y el fuego de una pasión que desafiaba toda ley.
Yoriichi, que nunca había conocido el amor verdadero debido a su vida de cazador, encontró en T/N lo que nunca había esperado: una compañera, alguien por quien valía la pena arriesgarlo todo, incluso la paz de su propia alma. Juntos, se enfrentaban a un futuro incierto, pero ambos sabían que, en ese momento, el mundo les pertenecía solo a ellos.
Y así, mientras el esposo de T/N se quedaba con el eco de la traición y la soledad, Yoriichi y T/N desaparecieron en las sombras, llevando consigo un amor prohibido y una historia que marcara un nuevo comienzo en sus vidas, llenas de peligro y amor ardiente.
Lo que salió de una canción para niños :)
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𝙆𝙞𝙢𝙚𝙩𝙨𝙪 𝙉𝙤 𝙔𝙖𝙞𝙗𝙖 [ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ]
FanfictionEs el anime favorito de mi hermana y me amenazó si no lo hacía 😭 @Urogi-kunn