𝙆𝙞𝙢𝙚𝙩𝙨𝙪 𝙉𝙤 𝙔𝙖𝙞𝙗𝙖 [ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ]

ENMU

=Demasiado yandere ._.

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En un oscuro y sinuoso tren, la luna brillaba intensamente sobre los vagones que avanzaban a toda velocidad por la campiña. Entre los pasajeros, T/N, una cazadora de demonios con una habilidad excepcional, viajaba junto a su hermano Tanjiro y sus amigos, Zenitsu e Inosuke. Su misión: erradicar a un demonio que se rumoreaba había convertido el tren en su guarida.

Mientras el tren se deslizaba por las vías, una inquietante sensación llenaba el aire. Enmu, un demonio de rango inferior, observaba desde las sombras. Desde el momento en que había visto a T/N, había quedado fascinado por su valentía y belleza. Su obsesión crecía con cada encuentro, y esa noche, decidió que la quería solo para él.

Aprovechando un momento de distracción, Enmu usó su poder para separar a T/N de su grupo, induciéndola en un sueño profundo. Cuando despertó, estaba en un vagón solitario, con la luna llena iluminando el entorno. Confusa y alerta, se puso de pie, su katana lista para cualquier amenaza.

De las sombras emergió Enmu, con una sonrisa siniestra.

—T/N, al fin estamos solos —dijo con una voz melosa pero inquietante.

—¿Dónde está mi hermano? ¿Qué le has hecho? —exigió T/N, su voz firme a pesar del miedo.

—No te preocupes por él. Está a salvo... por ahora. —Enmu se acercó lentamente, sus ojos fijos en ella—. Te he observado, T/N. Tu fuerza, tu belleza. No puedo dejar de pensar en ti. Quiero que seas mía.

T/N retrocedió, su corazón latiendo con fuerza. Aunque su instinto era luchar, algo en los ojos de Enmu la paralizaba. Había una intensidad en su mirada que la dejaba desconcertada.

—Nunca estaré con un demonio —espetó, levantando su katana.

Enmu sonrió tristemente.

—Eso lo veremos.

Con un rápido movimiento, Enmu la desarmó, pero en lugar de atacar, la atrapó en sus brazos, sosteniéndola con firmeza, pero sin hacerle daño.

—No tienes que temerme, T/N. No quiero lastimarte. Solo quiero que entiendas cuánto te amo —susurró, su voz suave y persuasiva.

A pesar de sus palabras, T/N sentía una mezcla de terror y confusión. Intentó liberarse, pero Enmu era demasiado fuerte.

—Déjame ir —pidió, su voz quebrándose.

Enmu la miró con una ternura perturbadora.

—No puedo. No quiero que te separes de mí. Quiero que veas el mundo como yo lo veo, que te unas a mí en la eternidad.

El tren continuaba su curso, pero para T/N, el tiempo parecía haberse detenido. Enmu, con su poder, la envolvió en un sueño donde ambos estaban juntos, felices y en paz. En ese sueño, ella no podía distinguir la realidad de la fantasía, y por un breve momento, se sintió atraída por la imagen que Enmu había creado.

Pero T/N era fuerte. Con cada fibra de su ser, luchó contra el hechizo, recordando a su hermano y su misión.

—Esto no es real —murmuró, abriendo los ojos con determinación.

Enmu, al ver su resistencia, sintió una mezcla de admiración y tristeza.

—Eres realmente increíble, T/N. Pero mi amor por ti es verdadero, aunque tú no puedas verlo aún.

En ese momento, Tanjiro y los demás irrumpieron en el vagón, listos para pelear. Al ver a T/N en los brazos de Enmu, sus ojos se llenaron de furia.

—¡Déjala! —gritó Tanjiro, lanzándose hacia el demonio.

Enmu, sabiendo que no podía vencer a todos, soltó a T/N con una sonrisa melancólica.

—Nos volveremos a encontrar, mi amor.

Desapareció en la oscuridad, dejando a T/N temblando pero a salvo. Tanjiro la abrazó con fuerza, aliviado de tenerla de vuelta.

—¿Estás bien? —preguntó, preocupado.

T/N asintió, aunque sabía que la sombra de Enmu siempre estaría presente en su mente.

Con el tiempo, el recuerdo de Enmu se desvaneció, pero su obsesión dejó una marca imborrable. A pesar de todo, T/N siguió adelante, fortalecida por el amor y el apoyo de su hermano y sus amigos.

Y así, aunque la amenaza de Enmu persistía en las sombras, T/N encontró consuelo en los brazos de quienes la amaban, sabiendo que su corazón era lo suficientemente fuerte para enfrentar cualquier oscuridad.