deseo

9 1 0
                                    

Hinata estaba inquieto. A medida que su embarazo avanzaba, las feromonas en su cuerpo habían comenzado a desequilibrarse, tal como la doctora había advertido. Aunque no tenía las náuseas típicas de otros omegas, su deseo por Kageyama había crecido considerablemente. Pero con todo lo que estaba pasando, incluyendo las restricciones y tensiones de la pandemia, no sabía cómo acercarse a él sin invadir su espacio.

La doctora lo había mencionado: cada omega reaccionaba de forma diferente en esta etapa. En su caso, el cuerpo de Hinata pedía más contacto físico, más cercanía. Pero Kageyama estaba absorbido en sus responsabilidades, tanto dentro como fuera de casa. Además, la situación global no hacía las cosas más fáciles. Con el equipo en alerta por posibles casos de covid-19, uno de los jugadores titulares había sufrido una lesión, lo que desencadenó una serie de cambios en la alineación. Kageyama había pasado días inmerso en videollamadas, revisando estrategias con el entrenador, todo mientras seguían las precauciones estrictas para evitar cualquier riesgo de contagio.

El estrés era palpable en el aire, y aunque Kageyama intentaba mantener todo bajo control, Hinata podía ver el cansancio en su rostro. Las restricciones de la pandemia también limitaban sus salidas, lo que solo aumentaba la sensación de encierro. Cuando Kageyama finalmente logró solucionar lo del equipo, se desplomó en el sillón de la sala, agotado.

Hinata lo observó desde la entrada. Su deseo no había disminuido, pero sabía que Kageyama estaba al límite. Se acercó en silencio, luchando contra la urgencia de satisfacer sus propios instintos. Tomó una manta y la colocó con suavidad sobre los hombros de su alfa, quien dormía profundamente. Está tan cansado..., pensó con una mezcla de ternura y frustración.

Se sentó a su lado por unos momentos, acariciando su cabello con delicadeza, sintiendo un nudo en el estómago. Quería estar cerca de él, pero entendía que Kageyama necesitaba descansar. Le dio un beso suave en la frente y se retiró en silencio, dejándolo descansar en paz.

Más tarde, en plena madrugada, Kageyama despertó. Se frotó los ojos, desorientado, tratando de recordar en qué momento se había quedado dormido, notó una sensación de calor subiendo por su rostro. ¿Qué estaba soñando? El recuerdo lo hizo sonrojar de inmediato, sabiendo que lo que había pasado por su mente era bastante... pervertido. Sacudió la cabeza, intentando despejarla, pero entonces algo más llamó su atención.

El aroma de las feromonas de Hinata flotaba en el aire, más fuerte y dulce de lo habitual. Lentamente, se dio cuenta de que no estaba solo. Bajo la sábana que lo cubría, sentía movimientos suaves y precisos. Miró hacia abajo y lo vio: Hinata se había deslizado bajo la manta, acomodándose encima de él.

Kageyama sintió su cuerpo tensarse. Hinata lo miraba con ojos brillantes, dejando en claro lo que quería y ya no podía reprimir. Aunque había algo tierno en la forma en que se acurrucaba contra él, el deseo era evidente, un deseo que su omega ya no podía controlar.

—La doctora dijo que tienes que debes descansar bien, Hinata —dijo Kageyama, guiando la cabeza del omega hacia su pecho, intentando ignorar la situación por un momento. Mientras acariciaba el cabello de Hinata, su mente buscaba qué hacer.

Recordó que ninguna de las soluciones que no fueran físicas funcionaba con su omega en embarazo. Los inhibidores no tenían efecto, y ni siquiera la marca temporal aliviaba su necesidad. Hinata había estado reprimiéndose tanto que había entrado en un estado en el que ya no decía nada; simplemente actuaba de acuerdo a sus deseos. Kageyama conocía bien ese estado y, aunque la situación le parecía complicada, no podía evitar encontrarlo tierno.

Hinata le sonrió dulcemente, a pesar de la intensidad de su necesidad. Tomó las manos de Kageyama y las guió hasta su cintura, presionándolas ligeramente contra su piel. Al mismo tiempo, el omega se acercó más, buscando el aroma de las feromonas de su alfa, dejando claro lo que realmente deseaba

Un futuro? -kagehina_omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora