Un Halloween diferente

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El 31 de octubre llegó, y aunque la cuarentena seguía presente en Japón, Hinata y Kageyama no querían dejar pasar la oportunidad de celebrar Halloween con Sora, quien ya tenía 11 meses. Decoraron la casa con calabazas de papel, luces naranjas y pequeños fantasmas colgantes hechos a mano, creando un ambiente acogedor y festivo.

—¡Mira, Sora! —exclamó Hinata con entusiasmo mientras sostenía un pequeño disfraz de cuervo—. ¡Vas a ser el cuervito más lindo del mundo!

El disfraz consistía en un cuerpo negro con plumas de tela y un gorrito con un pequeño pico amarillo. Sora, con sus ojos llenos de curiosidad, observaba el disfraz y movía las manos, emocionado por la atención que estaba recibiendo.

Después de vestirlo, Hinata ajustó suavemente el gorrito en la cabecita de Sora. El pequeño cuervito se veía absolutamente adorable, con sus ojitos brillantes asomándose por debajo del pico de tela. Kageyama no pudo evitar sonreír al verlo y tomó varias fotos para capturar ese momento especial.

—Es el cuervito más tierno —comentó Kageyama mientras le hacía cosquillas en la barriguita, provocando una risita de Sora.

A pesar de que no podían salir a pedir dulces, habían planeado una búsqueda de pequeñas sorpresas por la casa. Hinata había escondido algunos juguetes y dulces envueltos en papel colorido en diferentes rincones, y Kageyama se encargó de guiar a Sora en su búsqueda.

—Vamos, cuervito, ¡hay tesoros que encontrar! —dijo Hinata, sosteniéndolo de la mano mientras comenzaban la búsqueda.

Sora tambaleaba con pasos inseguros, todavía aprendiendo a equilibrarse. Cada vez que encontraba una sorpresa, aplaudía con entusiasmo, sus pequeñas alas de tela agitándose con sus movimientos. Cuando se cansó de caminar, Kageyama lo levantó en brazos, y juntos siguieron buscando más sorpresas, mientras Hinata señalaba con una sonrisa.

Al final de la búsqueda, los tres se acomodaron en la sala para ver una película infantil de Halloween. Hinata y Kageyama se sentaron en el sofá, con Sora acurrucado en el regazo de su madre. El pequeño cuervito estaba encantado con los colores brillantes y las canciones de la pantalla, pero su atención pronto se desvió hacia Hinata, quien estaba cantando suavemente la melodía de la película.

Sora, sintiendo la calidez de su madre cerca, apoyó la cabeza en el pecho de Hinata y balbuceó algo que sonó casi como "Mamá". Hinata lo abrazó con fuerza y frotó suavemente su mejilla contra la de Sora, provocando una pequeña risa del bebé.

—Creo que a nuestro cuervito le gustó su primer Halloween —murmuró Kageyama, acariciando la cabecita de Sora, quien ya comenzaba a dormirse.

—Sí, fue diferente, pero lo hicimos especial —respondió Hinata, sonriendo con ternura.

Mientras Sora cerraba lentamente sus ojitos, el disfraz de cuervo le cubría suavemente los hombros y el gorrito descansaba inclinado hacia un lado. La casa, iluminada por las luces de Halloween, parecía llena de una calidez especial, reflejando la felicidad de una noche que, aunque diferente, quedaría grabada como el primer Halloween de su pequeño cuervito.

Un futuro? -kagehina_omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora