Nuestro Hogar, Su Nido

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El sonido del timbre resonó por toda la casa. Hinata, que estaba echado en el sofá con una pierna colgando perezosamente, saltó de inmediato, dejando escapar una risa ligera mientras corría hacia la puerta.

—¡Ya llegaron las cosas! —gritó, su emoción reflejándose en cada paso acelerado.

Kageyama, más calmado pero igual de ansioso, se acercó con las manos en los bolsillos, tratando de no parecer demasiado impaciente. "Solo son muebles y algunas cosas para el bebé", se decía, pero no podía negar que el latido en su pecho se aceleraba. Era un paso más en su nueva vida junto a Hinata y su bebé.

Al abrir la puerta, Hinata se encontró con varias cajas apiladas. El repartidor les dio una mirada rápida y se fue después de un rápido "gracias".

—Son un montón... —dijo Hinata, levantando una ceja mientras Kageyama comenzaba a cargar las cajas dentro de la casa.

—No podemos usar todo de inmediato. Aún falta que lleguen los muebles en unos días —comentó Kageyama, arrastrando una caja grande hacia el centro de la sala.

Hinata se inclinó hacia una de las cajas más pequeñas y comenzó a rasgar la cinta con dedos ágiles.

—Ya lo sé, pero no puedo esperar a ver todo esto. —Su voz estaba llena de una mezcla de emoción y nerviosismo mientras abría una caja y ambos se inclinaron para ver el contenido. Había de todo: diminutos bodys, pijamas con capuchas adorables, calcetines que parecían demasiado pequeños para ser reales. También había ropa para Hinata, camisetas suaves y cómodas con espacio para su vientre en crecimiento, y algunos pantalones elásticos que Kageyama había insistido en añadir a la lista.— ¿No es lindo?

Kageyama miró el pequeño body con una expresión seria, pero sus orejas se pusieron rojas. Lo que más le impactaba no era la ternura de la ropa en sí, sino imaginar a su hijo, su cuervito, usando eso. El pensamiento lo hacía sentir raro, nervioso, y algo más que no podía describir bien.

—Es... muy pequeño —dijo, rascándose la cabeza con torpeza mientras apartaba la mirada de la prenda, sintiendo una especie de hormigueo en el pecho. "¿Por qué pensar en eso me pone tan tonto?", pensó. Claro que estaba emocionado, pero también... estaba enamorado, y eso siempre lo desarmaba frente a Hinata.

Hinata, que había notado el ligero rubor en las mejillas de Kageyama, no pudo evitar soltar una risita burlona. Siempre había algo torpe en la forma en que Kageyama expresaba su amor, y le encantaba eso.

—Eres un caso, Tobio —dijo Hinata, sonriendo con picardía—. ¡Ni siquiera puedes mirar un body sin ponerte raro! Si ni siquiera puedes ver ropa, no quiero ni imaginar cómo vas a reaccionar cuando lo veas por primera vez.

Kageyama bufó, tratando de actuar despreocupado, pero su torpeza lo delataba.

—Tú también estabas nervioso cuando te movió por primera vez, ¿o no? —replicó Kageyama, fingiendo estar concentrado en otra caja mientras se sentaba en el suelo. Pero su mirada volvió hacia el cuerpo de Hinata, al ligero abultamiento en su vientre. Sentir esas primeras patadas había sido algo que lo descolocó completamente. Quería tocar a su omega todo el tiempo, asegurarse de que estaba bien, y sí, algo más pervertido se le colaba entre las ideas. Pero no podía evitarlo: Hinata lo volvía loco.

Hinata dejó de juguetear con la ropa y notó la mirada de Kageyama. Algo de malicia y ternura se mezclaba en sus ojos.

—¿En qué piensas, eh? —preguntó Hinata, levantando una ceja mientras se acercaba a Kageyama, arrojándole el pequeño body azul en la cara—. No me digas que estás pensando en algo pervertido.

Kageyama atrapó la prenda con rapidez, su rostro se tornó completamente rojo, pero trató de mantener la compostura.

—¡No! Yo... Solo estoy... —se interrumpió, mirando el body entre sus manos y luego de nuevo a Hinata—. Solo pensaba en ti... y el bebé. Nada más.

Hinata se echó a reír, su risa ligera llenando la habitación.

—Ya, claro... seguro que estabas pensando solo en eso —dijo burlonamente, aunque con una calidez evidente en sus ojos. Sabía que Kageyama estaba loco por él, incluso antes de que comenzaran a formar una familia juntos. Era una de las cosas que más le gustaba de su alfa: torpe, pero genuino, siempre.

Kageyama lo observó un momento, todavía con el rostro sonrojado, pero sonriendo levemente. Sabía que Hinata lo estaba molestando, pero no podía evitar sentir que, aunque torpe, siempre lo hacía feliz. Su omega era todo lo que había soñado, incluso si a veces no sabía cómo manejar sus propios sentimientos.

—Me alegra que te estés divirtiendo a mi costa —murmuró Kageyama, dejando la prenda a un lado y rodeando la cintura de Hinata con un brazo, tirándolo suavemente hacia él.

Hinata se dejó caer sobre su pecho, apoyando su cabeza en el hombro de Kageyama, suspirando contento.

—Es que eres demasiado fácil de molestar, Tobio.—dijo, con una sonrisa más suave ahora. Acarició el pecho de Kageyama ligeramente—.

—Falta mucho por hacer —murmuró Kageyama, su mano acariciando lentamente la espalda de Hinata—. Pero vamos a hacerlo juntos, paso a paso.

—Sí, y mientras tanto... —Hinata hizo una pausa cuando, de repente, sintió una pequeña patada dentro de su vientre. Sonrió de inmediato y tomó la mano de Kageyama para colocarla sobre el lugar donde lo había sentido—. Ahí está... otra vez.

Kageyama se quedó en silencio, sintiendo la ligera patada de su cuervito bajo su mano. Sus ojos se suavizaron de inmediato, y aunque su habitual seriedad intentaba mantenerse, era claro que estaba completamente embelesado.

—Es increíble... —murmuró Kageyama, sus dedos acariciando suavemente el vientre de Hinata—. ¿Lo sientes siempre así?

Hinata sonrió, observando cómo Kageyama estaba completamente absorto en lo que sucedía.

—Sí, es genial... aunque a veces me sorprende —respondió con una leve risa—. Pero parece que le gusta moverse mucho.

No podía evitarlo, su corazón se sentía pleno. Era torpe, sí, y a veces no sabía cómo actuar, pero en ese momento, nada importaba más que el hecho de que estaban juntos, esperando a su hijo. Era su familia, la que construirían, y eso le hacía sentir más completo de lo que jamás había imaginado.

Un futuro? -kagehina_omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora