Capítulo 50

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El castillo había desaparecido por completo de su vista.

–El libro en donde se encontraba el manuscrito para invocar a Denat, contenía una profecía: la profecía de los cuatro niños. Ha estado buscándolos durante muchos años, y los ha encontrado. Todas esas apariciones extrañas en el pueblo, a excepción de los esqueletos, son ilusiones creadas por la estatua. Mi abuelo, Luke Frost, destruyó su propio diamante e intentó acabar con todo para enmendar sus errores. Pero un día, desapareció sin dejar rastro alguno. Debes saber que el más fuerte de todos ellos, por alguna razón, quedó maldecido y este es el único lugar en donde puede sobrevivir. Si sale, morirá en cuestión de instantes, aunque posea el amuleto que le hace inmortal aquí dentro.

–Supongo que el hombre de quien hablas no es Ryan... quiero decir, ese tal Claudus Edevane.

–Correcto. Ya sabrás después de quién se trata.

–¿Por qué se empeña en hacer todo esto? —demandó Jerome— ¿En qué le beneficiará traer a ese demonio?

–Denat se alimenta de las pesadillas de los demás. Ella roba la energía de la gente de este pueblo. Entre más energía roba, más poder recibe para extenderse. Sin embargo, todo eso es inútil si su ritual no se ha completado. Si su dominio no se esparce fuera de este lugar, ese hombre jamás podrá salir; y debes creerme cuando te digo que ellos llevan mucho tiempo esperando por este momento.

–Eso que dices, ¿se extenderá por todo Krenzville?

–No solo eso, si no lo detienes, la oscuridad del demonio cubrirá a todo este mundo, y te aseguro que será peor de lo que imaginas.

–¡¿Entonces qué debo hacer?!

–El collar —declaró el hombre.

–¿Este? —Jerome Hart lo levantó con su mano.

–Ese diamante, o cualquiera de los que ellos poseen, es la única llave que puedes utilizar.

–Pero, ¿cómo?

–Encuentra la estatua y pon el diamante en su pecho. Un portal se abrirá para llevarte a donde tiene a los chicos.

–Espera, ¿acaso no están dentro del castillo?

–Sus cuerpos solamente. Aunque sientas el impulso de romper la conexión entre la estatua y ellos, no lo hagas, o morirán al instante. Sólo haz lo que te he dicho.

–¡¿Romper la conexión?! ¡¿Qué quieres decir?!

–Una vez allí, lo entenderás.

Krenzville (La abadía del origen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora