44. "Novios"

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El amanecer lo atrapó despierto. Después de la rara y segunda advertencia de la Dama Gris, Sasuke no pudo conciliar el sueño. Seguía confundido, ¿a qué se refería? El único asesino que buscaban era el de Hashirama Senju, antiguo director del colegio. ¿Qué tenía él que ver con eso?

La enfermera revisó sus heridas en cuanto llegó y tras ver que, gracias a la magia, solo quedaban leves marcas sobre su piel que se quitarían al pasar del tiempo, le dió de alta, indicándole que podía asistir a clases ese mismo día. Así que Sasuke salió de la enfermería rumbo a su casa. En la torre Ravenclaw apenas quedaban alumnos, pues ya habían ido bajando para las aulas. Ninguno de los que se encontró pareció reparar en él, incluso algunos conocidos lo saludaron por formalidad al pasar a su lado y nada más que eso. Así supo que el tema de su huída y la denuncia a su padre solo era del saber de la dirección de la escuela y la familia Namikaze, cosa que agradeció.

En su cuarto encontró sus cosas junto a Neji, quien terminaba de alistarse para bajar, atando su corbata con expresión seria.

—Uchiha... —saludó—. Es raro que llegues tarde, y aún más raro que hayas salido en navidad.

—Sucedieron cosas —dijo como explicación y Neji solo asintió. A Sasuke le agradaba porque era igual de discreto que él— ¿Y Sai? —preguntó por su otro compañero y notó como se oscureció su semblante.

—¿No supiste? —Sasuke negó, de repente notando el aire de la habitación bastante espeso y mirando la cama vacía—. Su medio hermano murió, fué asesinado por Los cazadores. No creo que venga a Hogwarts en un buen tiempo.

—Cielos... no lo... —murmuró afectado.

—Hay muchos casos así en la escuela —afirmó Neji—. Antes, nadie quería el hechizo Obliviate que harán en noche vieja, pero ahora... Creo que todos estamos rogando por él. Es mejor que no se acuerden del mundo mágico si eso significa seguir con vida.

Neji colocó una mano en su hombro cuando pasó a su lado, luego salió y cerró la puerta con lentitud, dejándolo pensando en ese hecho mientras miraba la cama de Sai. Tras un suspiro utilizó un hechizo para quitar la capa de polvo de sus cosas y se colocó el uniforme, abandonando al fin la ropa de Naruto que había usado todos esos días. La limpió, dobló con cuidado y la guardó para dársela en otra ocasión.

Un poco apresurado debido a la hora y tras terminar, tomó su bufanda del perchero y solo la colocó sobre sus hombros antes de bajar. Una ligera sonrisa se dibujó en sus labios cuando encontró a Naruto esperando por él delante del aula de D.C.A.O, mientras todos entraban al salón. El rubio imitó el gesto y cuando estuvieron lo suficientemente cerca, se dedicó a arreglar su bufanda y colocarla bien en su cuello. Sasuke miró ansioso a su alrededor, dándose cuenta de que se habían convertido en el centro de atención.

—Fuí a la enfermería y la señorita Shizune me dijo que ya podías asistir a clases —explicó, pero Sasuke, inquieto, solo se encogió un poco.

—No hagas eso aquí —murmuró avergonzado.

—¿Hacer qué? ¿Consentir a mi novio? — las palabras de Naruto crearon murmullos a su alrededor, contrastando con ellos, el Gryffindor mantenía una sonrisa inocente y sincera. Sí, no le importa para nada lo que los demás pensaran de su relación. Entonces a él tampoco le importaría.

—Olvídalo —resopló entonces con diversión y sujetó de forma cariñosa ambas manos de Naruto mientras este seguía acomodando su bufanda en el cuello.

No tuvieron tiempo de decir nada más. Kakashi llamó a todos y pronto tuvieron que ocupar sus sillas dentro del salón, bastante lejos el uno del otro. Sin embargo, en medio de la clase, cuando les fué indicado hacer unas fundamentaciones sobre temas elegidos, Sasuke, habiendo terminado en minutos la indicación, tomó dos pedazos pequeños de papel. Con disimulo sacó su varita y debajo de la mesa los encantó, luego en uno escribió una nota. Tras un hechizo de transformación la hoja se dobló en forma de araña y se arrastró por el suelo con rapidez hasta la última mesa, donde Naruto estaba sentado.

Sasuke volteó ligeramente para verlo desdoblar la nota, luego este encontró su mirada y sonrió.

"¿Tienes entrenamiento después de clases?", decía.

Naruto se inclinó sobre la mesa al tomar la pluma y escribió. Su respuesta apareció, debido al encantamiento, en el papel con el que Sasuke se había quedado.

"Sí, debo hacer que ese grupo de vagos se pongan en forma antes del próximo juego contra Slytherin."

Sonrió al ver aparecer su letra y luego escribió debajo, sabiendo que Naruto lo leería en el papel que le había enviado.

"Suerte con eso, capitán, pero necesito verte después."

"Por supuesto", respondió Naruto.

"Te estaré esperando en la biblioteca, tengo algo importante que decirte."

"Cierto, no me has dicho que me quieres desde ayer", Sasuke sonrió ante la nota.

"Te quiero, pero no es eso de lo que debemos hablar. Ya atiende a la clase, apuesto que no has hecho ni una oración."

"¿Puedes aprovechar este papel hechizado y enviarme la respuesta?"

"Por supuesto que no."

Tras recibir el dibujo de una carita triste, Sasuke terminó el encantamiento y estrujó la nota mientras miraba a Naruto a los ojos, quien le envió una mirada furibunda y recriminatoria que lo hizo reír por lo bajo.

La larga lección terminó, después vinieron para él dos horas de Aritamancia con la nueva profesora, Konan, a la que Naruto no asistía, pues no la había elegido tras los T.I.M.O.S. Sasuke hizo largos cálculos predictivos mientras su novio entrenaba al equipo de Gryffindor, pero a pesar de la aparente tranquilidad, aún rondaba en su cabeza la advertencia del fantasma mientras intentaba encadenar cada pista y descubrir qué era lo que en realidad estaba sucediendo en Hogwarts, y porqué él estaba implicado.

...

Sudado, Naruto se arrojó a uno de los bancos de descanso, después de una larga sesión de prácticas. Mientras los otros conversaban, él comenzó a quitarse los protectores de los antebrazos con el objetivo de ir a encontrar a Sasuke, justo como este le había pedido. Tan concentrado estaba en safar las ataduras, que no vió cuando Shion, quien ocupaba el puesto de uno de los golpeadores del equipo, se acercó. Él levantó la cabeza para mirar a la chica cuando sus botas entraron en su campo de visión. Frunció el ceño tras encontrar una cara de desprecio.

—¿Es verdad que estás saliendo con Sasuke Uchiha? —exigió ella.

—¿Eh? —preguntó Naruto, confundido por la repentina pregunta y sobre todo por el tono exigente. Luego miró a Shikamaru, quien se acercaba al lugar, en busca de alguna respuesta. Su amigo solo se encogió de hombros.

—Todos dices eso —explicó Shion, señalando a los demás, los que tras la exclamación se pusieron a cuchichear entre ellos.

—No estoy saliendo con él —resopló Naruto— Por suerte, ya aceptó ser mi novio. Eso es más que "salir", ¿verdad? — le preguntó a su amigo.

—Supongo —contestó el Nara y luego ambos, tras recibir una mirada rabiosa de la chica, la vieron marchar con pesados pasos— Sabes que estaba detrás de tí. Será un problema para el equipo ahora —supiró cansado.

—No hay nada que pueda hacer al respecto —respondió el capitán y después de rocoger su equipo se puso de pie— Sasuke me espera — exclamó con entusiasmo y Shikamaru sonrió por el cambio repentino de carácter.

—Ya vete, descerebrado —dijo antes de empujarlo por la espalda y negar con la cabeza al verlo echarse a correr rumbo al castillo.

OBLIVIATE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora