Escondiendo sus verdaderos sentimientos, Naruto y Sasuke entablarán una amistad por conveniencia, conociéndose más a fondo, compartiendo secretos y ayudándose entre sí. Sin embargo, habrán problemas más grandes que la vergüenza de confesar su amor...
Sentados en su mesa, todos los alumnos giraron cuando tres hombres en trajes y capas negras, entraron al gran comedor. El del medio era alto y de cabello muy largo y oscuro, siendo reconocido por todos como el ministro de magia; el de su diestra poseía una cicatriz bastante notoria en el lado derecho de la cara, y el de la izquierda hizo que Sasuke frunciera el ceño, pues se trataba de su hermano mayor.
El ministro ocupó el podio que antes pertenecía al director, y miró a un lado para detallar la pintura de Hashirama que habían puesto sobre un caballete, adornada por un moño negro y flores del mismo color.
—Es una enorme tragedia la perdida de un mago tan grande, maestro incansable y un muy querido amigo— comenzó. Su voz era realmente potente —Toda la comunidad mágica llora la perdida de Hashirama Senju, y ruega por la captura de su prófugo asesino— en ese momento, Naruto notó como Kakashi tomaba un sorvo de su copa con desinterés y Tsunade apretaba su puño sobre la mesa —Obito Uchiha, fué asignado por el ministerio para sustituir a vuestro director, y estamos seguros de que logrará cuidarlos y velar por su educación con eficiencia.
El hombre de la cicatriz asintió y luego ocupó el podio cuando el ministro le dió paso.
—Mis palabras serán escuetas ésta noche, no tengo ninguna intención de ensuciar la pena que sienten por su antiguo director, con frases banales. Solo daré a conocer el movimiento que se hizo en el profesorado, y recordarles a los alumnos de sexto año, que mañana deben entregar una lista con las asignaturas que quieren seguir cursando, y de las cuales harán los ÉXTASIS el año próximo— se giró y señaló con la mano a Kakashi, quien se puso de pie —El profesor Hatake ocupará el puesto de Defensa Contra las Artes Oscuras, mientras que su clase de Aritmancia la tomará la profesora Konan Tenshi, quien por desgracia no pudo estar hoy aquí, y arribará mañana. La cena estará en sus salas comunes, así que ya pueden retirarse.
Los estudiaste tardaron en comprender que por primera vez, no comerían juntos en el inicio de curso, pero era comprensible dada la situación.
Cuando Naruto se puse de pie para buscar a Sasuke y vió su rostro un poco turbado, dirigió la vista hacia donde el Uchiha miraba, y vió a uno de los visitantes acercarse.
—Hermano, ¿cómo estuvo el viaje en tren?— preguntó éste con una agradable sonrisa, y Naruto se sorprendió al saber su parentesco.
—Bien...— respondió el menor y se volteó sin más, dejándolos a los dos solos.
—Sasuke...— llamó Naruto.
—Mañana, en la biblioteca— respondió sin voltearse y el rubio suspiró.
—Tú eres Naruto Namikaze, ¿no?— preguntó el hombre y él asintió —Itachi Uchiha...— le extendió una mano en saludo.
—Lo suponía— espetó sin poder ocultar su incomodidad, y ni siquiera molestarse en responder el saludo. A lo que Itachi solo rió, haciéndolo molestar más.
—Debo irme— dijo, viendo como el ministro Madara se despedía del nuevo director —¿Puedes cuidar a mi hermano?
—No necesitas pedírmelo. Sasuke ésta mejor aquí que en su casa, y eso es mucho decir— bramó, metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y le dió la espalda.
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