Capítulo 1 - Destino Azureblade -

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Los ojos de Chloe y los de Nathan se cruzaron por un largo rato, todo estaba en silencio, a excepción del sonido de la brisa rozando contra el pasto. Ashley y Ben se miraron mutuamente, con confusión en sus miradas. Chloe se levantó y le puso una mano en el hombro a la pelirroja para que bajara su lanza.

- ¿A qué te refieres con Blazer? – preguntó la chica

Nathan puso cara de confusión, guardó la espada que portaba en su funda y se sentó en un peñasco.

- ¿A qué te refieres tú cuando preguntas a qué me refiero yo? – Dijo mientras cerraba los ojos

- ¡Se refiere a que solo deberían existir cinco personas en este mundo con el apellido Blazer! – Arremete Ashley – ¡Solamente papá, la tía Exoria, Ben, el primo Saucer y yo deberíamos tener ese apellido!

- ¿Ustedes conocen a mi mamá? – preguntó Nathan mientras se ponía de pié con impresión

- ¡¿Tú mamá?! – espetó Chloe – ¿LA Exoria Blazer es tu madre?

- Sí, LA Exoria Blazer es mi progenitora – Se pone cerca a Ashley y la mira directamente a los ojos – Tú te pareces un poco a mamá, pero el chico de allá es el que tiene la mirada de asesino, supongo que sí son Blazer.

Chloe se para frente a Nathan y comienza a examinarlo de arriba abajo, detalladamente: Vestía con una chaqueta negra de mangas cortas, por dentro tenía una camiseta de tela con cuello en V, llevaba pantalones de mezclilla y botas de cuero hasta las rodillas que tenían un patrón dibujado, así como un guante en su mano izquierda, todo en negro.

- Dejando a un lado el tema de ser Blazer o no – coloca su mano derecha en su cintura – ¿Cómo hiciste eso?

- ¿Hacer qué? – levanta una ceja – ¿Remover el maná del golem? Nací con esa habilidad, tengo una extraña conexión con el maná, puedo moverlo a voluntad, pero no puedo castear ningún hechizo

De repente la tierra comenzó a temblar, un fuerte terremoto estaba azotando las nocturnas praderas, al punto de empezar a partirse por la mitad. Ben se impulsó a sí y a su hermana hacia atrás, Nathan desenvainó su espada y la lanzó hasta donde estaban los hermanos Blazer, tomó a Chloe por la cintura y ambos se teletransportaron hacia donde había caído la cuchilla. Al llegar, Chloe patea a Nathan y luego desenfunda su estoque, apuntándole a la garganta.

- Nunca, jamás de los jamases, vuelvas a tomarme de la cintura, ¿Te quedó claro? – expresó mientras miraba con odio a Nathan

El chico levanta las manos en señal de sumisión y se disculpa, siempre con una expresión despreocupada. De la grieta que se acababa de formar salió un gran dragón, probablemente de categoría SS, pero había un detalle raro en él, tenía marcas rojas por todo el cuerpo, parecía estar en sufrimiento, como si le forzaran a hacer lo que no quería. Chloe reconoció el nivel del dragón en un instante, se arrodilló y comenzó a invocar el Corpus: Alatum.

- ¿Qué haces, Chloe? – preguntó Ashley – Aún no tienes dominado el Corpus

- ¡Todos tenemos que salir de aquí! – espetó la chica – ¡Ese es un dragón de rango SS!

De la grita se levantaron otros tres dragones, con las mismas peculiaridades, todos voltearon hacia Nathan, rugieron fuertemente y cargaron contra él. El chico desenfundó su espada y se puso de cuclillas, con la punta de la cuchilla comenzó a dibujar garabatos en el suelo, Chloe y los demás sabían que no podían pelear contra ellos, así que se dieron media vuelta e intentaron correr, pero una gran muralla los rodeó y los dejó encerrados con los dragones, Ben los levantó con una fuerte ráfaga de aire, pero las murallas se extendieron y se convirtieron en un domo, dejándolos a oscuras con los lagartos descomunales. En medio de esa oscuridad solo se podían distinguir a Chloe por sus brillantes alas, a Nathan por el brillo inusual de su espada y a los dragones por sus intensos ojos rojos y las marcas que portaban. El chico de ojos ámbar se puso de pié, limpió sus rodillas y sopló el cabello que le caía en el rostro, lanzó la espada hacia el techo y esta se quedó clavada en él, se tele transportó a ella y se mantuvo colgado por un momento. Los dragones miraron hacia él e intentaron alcanzarle, él tronó los dientes y desclavó la espada, lanzándola hacia la cabeza de uno de los dragones, inmediatamente tele transportándose hacia esta, atizó a la bestia con su mano izquierda y le sacó un caudal de maná, lo concentró en su mano y formó una cuchilla brillante con la energía, lanzó su espada morada hacia el techo y la atrapó en el aire, agarró la cuchilla de maná como picahielos y comenzó a girar horizontalmente luego de ¨pisar¨ en el aire e impulsarse, liberando un pequeño boom de maná. Con el giro y el impulso decapitó al dragón sin mucho esfuerzo.

Arrasando con la Magia II: Los Caballeros del AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora