Capítulo 19 - Relaciones del Abismo -

2.2K 108 17
                                    


Ella, la rubia, llevó su mano directamente al mango de su estoque, en un ímpetu iracundo que cual relámpago atronador buscaba fulminar con rapidez a quien había insultado a su persona más amada, sin embargo, un vestigio de razón la iluminó, deteniendo su acción al último segundo.

— No, no, recuerda, Chloe, el asesinato es ilegal, papá estaría decepcionado — Se decía a sí misma —. Entonces, Zorrain, ¿Por qué no vemos qué tan cobarde y escurridiza soy en un duelo?

— ¿Un duelo con la peor photomaga de todo el instituto? — Ríe arrogantemente, con una risa que parecía de caballo —. ¡Seguro! Pero no sería justo, sabes.

— ¿Te entró miedo?

— No, no, es que no quiero pelear contra alguien de tu... — tose fingidamente —. Nivel. Si sabes a lo que me refiero, es que no se vería bien para mí, una increíble geomancer, combatir contra ti, una horrible photomaga.

Chloe frunció el ceño.

— Tendríamos que batirnos en un duelo en parejas, y tu amiga la pelirroja no sería suficiente — Agregó con esa mirada soberbia —. No aceptaré a nadie que no tenga nivel suficiente. Es más, si no me traes a un Caballero del Abismo en persona, no valdrás nada para mí.

Ella mira a su compañero arquero.

— Oye, Noorei, ¿Quieres participar? — preguntó con una sonrisa.

— Mientras pueda ayudar, con mucho gusto — respondió el caballero abisal, cruzando los brazos y sonriendo devuelta.

— Entonces queda decidido, de hoy en tres días veremos que tanto te valen las palabras.

Dicho esto, dando media vuelta, se retiró del lugar. La mayor de las hermanas, Lorain, quedó paralizada con la respuesta de Chloe, pero ahora era tarde, ya no podía echarse para atrás.

Noorei caminaba detrás del Destello Azureblade, ligeramente distraído por el movimiento de la cola de caballo de esta. Chloe, por otra parte, estaba sumergida en los preocupados pensamientos de la batalla: Si perdía, el honor de los Azureblade quedaría en el piso; pero si dejaba a Noorei hacer todo el trabajo, le atribuirían la victoria a éste y no a su habilidad propia. Alcanzó a ver una pequeña ballesta en la pierna de Esmeralda, la menor de las gemelas, y ella no era la más prolija al desviar proyectiles.

— El Destello no me servirá de nada si no puedo acercarme... — susurraba a la par que movía el dedo índice en el aire, como si hiciera cálculos imaginarios —. Definitivamente, no hay forma de ganarles únicamente usando el estoque...

— Pues yo podría enseñarte a desviar flechas, no es demasiado difícil una vez que lo entiendes, pero... — Sonrió maliciosamente —. ¿Qué gano yo?

— ¿Mi confianza te parece poco? — Le devuelve la sonrisa malévola.

— Hagamos un trato, si te ayudo y pierdes, prometo por mi alma que nunca dispararé una flecha en tu contra y mientras que pueda, te protegeré, ¿Estás de acuerdo? — Le pone una mano en la cabeza a Chloe.

— Vaya, interesante en efecto — Hace una pequeña pausa —. ¿Y si logras hacer que gane por cuenta propia?

— Yo gano un beso — dijo mientras se acercaba a meros milímetros del rostro de la otra.

Los ojos de Chloe se abrieron de golpe, no precisamente porque hubiese sentido algo por la propuesta de Noorei, sino por lo directo que fue. De cierta forma, ella respetaba eso.

Arrasando con la Magia II: Los Caballeros del AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora