Capítulo 2 - El legado del ojiazul -

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Dos días después, luego de que las bestias infernales terminaran la construcción de la mansión Azureblade, los antiguos Antimagos se hallaban reunidos en un salón, en torno a una mesa redonda. Miguelangel Azureblade discutía con Red Blazer acerca de nuevas tácticas para poder contrarrestar a los Caballeros del Abismo. Sam Sumerlight escuchaba detenidamente, analizando todo lo que decían mientras tomaba nota. Lyte Yatogame, por otro lado, se veía increíblemente distraída.

- ¿Lyte, hay algún problema? – Preguntó Miguelangel – Te ves inusualmente distraída

- Ah, lo siento, es que no me puedo sacar de la cabeza el tema de la seguridad de los chicos – Respondió mientras se ponía de pié y caminaba a la salida – Son nuestros niños, y por ende son nuestra máxima prioridad, sabemos que Chloe y Ashley no son como sus padres, ninguna de las dos heredó sus capacidad de pelea, Ben podría defenderse solo hasta cierto punto, pero aún está muy pegado a su hermana.

- Lyte tiene razón – Dice Sam – Esos chicos son demasiado arriesgados en comparación al poder que tienen... si tan solo pudiéramos activar el núcleo

- No, Sam – Interrumpió Miguelangel – No pretendo, ni pretenderé regresar a ese lugar

- ¡Pero no tienes que ir tú! – gritó exaltada – ¡Puedo ir yo, o puede ir Red!

- ¿Pretendes que vaya su mejor amigo que le robó a su novia, o a la novia que le fue infiel? – Dijo el tipo recostándose contra la pared

- Cuida tu boca, Azureblade – Amenazó Red

- Dime, Ash, ¿Cuántas veces me has ganado hasta ahora? – preguntó con cara de pocos amigos

- ¿Dime cuánta energía sagrada te queda? – Devolvió la pregunta mientras prendía su mano derecha en fuego

- No necesito de mi luz, ni de mi estoque, ni de las Égidas para hacerte morder el polvo, Blazer – Se pone de pie y se para frente a Red. La tensión se sentía en el aire – Ojalá los problemas se hubiesen quedado en nuestra generación, pero no, Ashley tenía que corromper a Chloe

Red le lanza un puño ígneo a Miguelangel directo al rostro, este retrocedió unos pasos y tomó una espada que estaba en la pared.

- ¡Suficiente, no me quedaré parado mientras insultas a mi familia! – gritó el pelirrojo – ¡Tú y yo sabemos que lo que pasó entre Chloe y Ashley fue por decisión de AMBAS, quemaré esa sucia lengua tuya hasta las cenizas!

Un aura de fuego rodea al pelirrojo, este se lanza contra Miguelangel con una cuchilla Oblitus desenfundada, el otro esquiva el tajo y agarra con la mano desnuda el brazo izquierdo de Red.

- Bendición de los Silentes – Exclamó. Un sello plateado con una rosa en el medio se creó en el suelo, el aura de fuego de Red desapareció al instante – No hoy, Ash.

Sam libera un ventarrón tan potente que pega a Miguelangel contra la pared, haciendo que la brisa aumentara más a cada segundo. La fuerza de la ventisca era tal que comenzaba a comprimir el pecho del sujeto hasta el punto que no podía respirar. Lyte trataba de calmar a su amiga, pero Sam hacía oídos sordos a sus palabras. Miguelangel invocó una Égida delante de sí, cayó al piso tosiendo, pero cuando se recuperó no dudó en regresar el ataque, una Égida de represión empujó a Sam hasta el mismo punto donde estaba Red, ambos se pusieron de pié rápidamente y miraron con ojos fogosos al tipo, los tres se lanzaron al ataque, pero una gran llamarada blanca los detuvo y aprisionó contra las paredes.

- ¡Basta! – gritó Lyte – ¡¿De qué nos sirve pelear ahora?!

- ¡Él comenzó! – espetó Red – ¡Insultó a mi familia!

Arrasando con la Magia II: Los Caballeros del AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora