Mis madres y ella.

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Caminábamos por los pasillos, su oficina se encontraba en la planta de arriba de las aulas. Era completamente extraño que todos los estudiantes me miraran, sobretodo junto a ella.
Era algo inexplicable, ella caminaba sin importarle nadie y yo, estaba retraída pensando en su aroma.
Vaya si que esto era confusión, no se que hacer o decir.
Esto de iniciar de nuevo es tan confuso.
¿Soy lesbiana?
Mierda, ya no se que estoy pensando.

¡Ah!
Es muy cansado pensar eso día y noche. Odio pensar en ello. Sobretodo cuando me abruma, me irrita pero me agrada al mismo tiempo.
Aceptación es algo que tengo, por parte de mis madres y obvio de mi hermano mayor. No se que hacer.
Tal vez le llame a George más adelante o no se...

Llegamos a su oficina y la rubia casi de inmediato me ofrece pasar.
Yo entró sin siquiera pensar en todo lo pasado.
En todo lo que le he dicho. En nada he pensado, sólo en ella y en sus ojos y sus manos y todo de ella.
¿Que mierdas me pasa?
Esta no es Daniela Ciges Boné.

Entre a su oficina y una platica rutinaria y bastante simple nos recibió.

Me inscribí en su grupo de declamación y de debate y seguí mi camino a otras clases.

Había una necesidad en mi, una necesidad que crecía como la espuma algo muy extraño en mi, quería verla. Ver a la rubia todo el tiempo, todo el maldito tiempo.

Seguí mis clases buscándola con la mirada, todo el tiempo. Carmen insistía en salir del aula e ir a comer. Y yo con mi clásico humor adolescente dije que no. Y me quede en el aula escuchando a Hozier .
Pasaron los minutos y nadie regresaba al aula hasta que sentí la presencia de alguien.
Levantó la vista y veo allí a la rubia más incompetente y hermosa que existe en la faz de la Tierra.

¿HERMOSA?
¿ENSERIO DANIELA?
-¿que hace aquí Ciges?

Me pregunta muy interesada.
Dudó en contestar y la miró fijamente. Esperando a no se que..

-esperar la siguiente clase.

Le contestó muy amable.
Y ella sonríe de medio lado y me dice.
-Ciges hay una asamblea...
-¿que? Yo no escuche nada profesora...
Ella vuelve a reír y va hacia mi asiento con paso decidido.
-vamos, venga que bajaremos las dos juntas y así ya no la mandan a castigo.

Vaya, eso fue amable.
Le hice caso y baje junto con ella a la asamblea.
Me incorpore a mi grupo y ante la mirada atenta de Carmen que asombrada seguía observando a Miller.

-Dan, creó que le gustas a la perra.

Dice en mi oído.
Y yo aun más cínica la miró y le pido silencio.
Carmen me mira con una expresión de asombro sin creer lo que vio y aún más increíble, estaba sorprendida por mi. Y yo sin saber de qué.

Varios días después.

Caliope POV
-Victoria estoy muy nerviosa mi amor. Digo lo más fuerte que puedo para sacar de mi pecho aquello tan opresor.
-lo se mi vida, pero es un paso enorme para ti y para nuestra familia.

Trata de tranqulizarme mi esposa, dentro de la limusina que nos llevaría al evento de la editorial, la maldita cena.
Carajo y no esta Daniela aquí.
Ni George...

Varios minutos después están todos los periodistas y camarógrafos tomando fotos del evento, de abren las puertas del auto y salgo yo de la mano de mi esposa, doy varias entrevistas y decido entrar en el salón de eventos, mis trabajadores me miran y sonríen y yo sólo puedo ver a Victoria, ella sabe siempre lo que necesitó.

¿Dónde estas Daniela?

Daniela POV
Tengo que llegar a la cena dmesa de mi mamá, pero la divina garza de George sigue arreglando su cabello y por si fuera poco Leo, su esposo espera conmigo

No sabía. Segunda parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora