Daniela pov
Mirarla así de abatida, me consternaba. No podía idealizar todo lo que vivió a manos de esa mujer. Terminé de limpiar su ya dañada piel y cuerpo, y su semblante se suavizó.-debes descansar bonita...
Susurré en su oído antes de que cerrara su rostro.
-Dan...
Escuché
-me forzó a tener...
Y cayó rendida. Dios que no sea lo que estoy pensando. Y, quizá haya sido mi culpa. Quizá, ¿qué debería hacer?, ¿ ir a matar a esa imbécil?, ¿decirle a Liv esto?
Mi vida entera estaba siendo cuestionada. No quería que nada de esto pasara... no lo quería. Y ella, Julianne esta siendo arrastrada por este maldito torbellino de confusiones. Pero nada justifica una violencia así. Nada absolutamente nada lo justifica.
La miré, y estaba uno de sus párpados ya algo morado. Procure tapar su cuerpo con frazadas calientes y me acosté a su lado. Su respiración era agitada después de todo, ¿cómo esperaba que estuviera?, ¿en paz?, ¿cómo?Sin más mi cansancio ya era notorio, y mi cuerpo cayó también en la colchoneta. No me di cuenta de que había amanecido, y desperté gracias a que alguien se removió del lugar. Abrí los ojos mirando a Julianne intentando levantarse.
-¿A dónde vas?
Le cuestioné
-tengo que ir con Eliza a hablar.
-¿qué mierda? ¿para qué vas a ese sitio?
-tengo que hacerlo Daniela, ella es mi esposa.
-no digas estupideces.
-tengo que pedir el divorcio, tengo que decirle que ya no puedo más.
La miré pensativa y algo en mi me decía que debía abrazarla. Así que lo hice, por unos instantes se rehusó a hacerlo pero al final, su cuerpo se venció.
-ya basta, ya no más de nada... no tienes que decirle absolutamente nada. No tienes que hacer nada, si te ve te hará todo de nuevo Julianne y no quiero.
Mi coraje era inmenso y ella lo notó de inmediato y una leve sonrisa apareció en su rostro tan bello.
-me gusta contar contigo.
Dijo más para si misma que para mi.
-no pienso dejar de estar contigo. Y si quieres ir hablar con ella, vale... lo hacemos. Pero con una sola condición, yo iré contigo. No me importa lo que digas, si se atreve a levantarte la mano de nuevo, recuerda que es sencillo para mi matarla... ya he matado antes, lo puedo hacer ahora.
-ay Daniela, esto no es Siria, es Canadá.
Habló entre risas contagiosas.
-aún así, soy veterana de guerra y no estoy en tratamiento psiquiátrico. Si la mato se justifica con eso. No por nada serví al mundo en esa horripilante guerra.
Intenté hacerla reír y lo logré.
-eres muy linda Dan, y la verdad sí me da miedo ir sola.
Asentí de inmediato.
-¿quieres tomar una ducha?, ven conmigo... ven
le sugerí la ducha al ver que su sonrisa se apagaba, así que estaba tan débil y tan golpeada que tuve que llevarla en mis brazos a la bañera. Su mirada me evitaba y como pude, sobre el escusado la coloqué para desvestirla.
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No sabía. Segunda parte.
Teen FictionCaliope y Victoria por fin habían hecho su vida juntas, dos hijos que adoraban y una familia que además de peculiar, era una familia extraordinaria. Daniela, la hija menor de ese par de tórtolas, podría pasar lo mismo que ellas... Pero, ¿será más in...