No sabía. Segunda parte.

De cabeza

Julianne pov
No pude resistirme, no pude contener nada. Cuando miro a Daniela mis ojos se salen de sus orbitas y aún veo todo de ella como algo absolutamente mágico.

Fue un error, esto fue un error pero lo deseaba tanto. No es justo para nadie y mucho menos para Eliza... dije que no se repetiría un beso y algo peor que eso sucedió.

Salí de los dormitorios y subí a neuro. No iba a hacer esto de nuevo, debo esforzarme por ello. No Daniela de nuevo. No hacerle esto a mi esposa, se supone que seguí adelante. No me voy a estancar en el pasado aunque para mi se sienta tan fuerte, tan único. Debo tomar esto como una despedida. No más errores.

Pasaron las horas de guardia y por fin pude irme, procuré hacerlo antes de que me viera Daniela, antes de cualquier incidente. No tuve opciones y casi corro. ¿Vergüenza? Mucha.

En menos de quince minutos llegué a casa, Elizabeth preparaba el desayuno. La mire con ese delantal tan feo que ella adoraba, con su coleta a medio hacer y esa sonrisa brillante.

-tu hija llamó, dijo que vendría para el almuerzo. Desgraciadamente yo no estaré. Debo irme al hospital. Tengo cirugía programada.

Asentí bajando la mirada, ¡Dios! Siento tanta vergüenza.

-¿sucede algo Julianne?

¿Le digo o no le digo? Dile que fuiste una golfa, una infiel que juró nunca cometer tal acto. Dile que te acostaste con Daniela porque la amas y no pudiste contener las ganas de sentirla cerca de ti. Dile que fuiste una soberana puta.

-estoy agotada, odio las guardias.

Elizabeth suavizó su mirada, y se acercó a besarme. Alejé mi rostro y evité ese contacto, Dios dormí con Daniela.

-cariño no me he lavado los dientes siquiera, solo quería salir de allí.

Me reí un poco para liberar la tensión.

-tengo muchas ganas de estar con mi esposa.

Musitó cerca de mis oídos

-Eliza, amor tienes cirugía y yo debo ducharme. Así que anda que en un momento bajo a desayunar...

Rendida se dedicó a cocinar, subí en lágrimas... ¿por qué no se lo confesé? Miento, hago daño. No merezco a esta hermosa mujer. Mierda...

Me metí a la ducha, sintiendo esos vapores corroerme. Carcomiendo cada residuo de lealtad que tenía. No debo hacerlo de nuevo, no debo ni puedo. Tengo que evitar a Daniela Ciges Boné. Tengo que hacerlo.

Salí de ducharme y me senté en la cama para poder pensar un instante. Pero todo daba vueltas, de nuevo venía a mi mente el cuerpo de Daniela y sus ojos nerviosos y su tartamudeo. La vergüenza para ocultar sus cicatrices, su pierna... seguía siendo preciosa. ¡NO! No debo pensar más. Fue una despedida, fue un adiós a esa época. Fue cerrar el ciclo. Fue dejar caer el telón.

Daniela pov
Había vuelto a urgencias, y en toda la bendita noche no supe más de Julianne, todo era completamente extraño. ¿Por qué mierda hizo eso? Me gustó, me encantó... pero no dejo de sentir culpa.

-¿Doctora? La buscan.

Me interrumpió una enfermera. Me acerqué a recepción y vi a Camila sentada.

-Enfermera, hay una cirugía para neuro en la cama 18, es urgente llame a la doctora Moore y vaya preparando al paciente.

Dije, no necesariamente para ver a Julianne pero el paciente lo necesitaba con urgencia. Miré a Camila inquieta en la sala de espera.