Epílogo

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Daniela pov
Creo que el mundo jamás ha estado listo para el amor.
Quizá, y muy probablemente sea porque fuimos creados solo para destruir. Sí... Destrucción.

Quizá mi pensamiento se vuelve rotundamente lúgubre. Quizá es ambiguo y confuso. No lo sé. Tal vez estoy perdiendo la cabeza, soy un florero sin flor. Creo que quizá el globo terráqueo me da una señal para amar y dejar amarme. Sí.

¿Me habré perdonado ya?

-¿Qué piensas Daniela?

Su voz es encantadora, se lo he dicho bastantes veces. La amo, profunda y verdaderamente.

-en nada Jul. ¿De casualidad mi hermano ha hablado?

Le pregunté ansiosa. Hacía bastante tiempo que no sabía nada de Geroge. Creo que irse a Inglaterra le sentó bien de todos modos. No evita que le extrañe aunque me alegre por su felicidad.

-me temo que no Daniela. ¿Lista para ir de paseo?

Amo su voz, en la perfecta entonación. En la melodía divina para mí.

-claro que sí amor. ¿Crees que debamos llevar a la niña?

Mi niña, sí... Han pasado ya seis años desde que nació. Mi pequeña Victoria.  Me ha robado hasta el alma. Se parece a mamá Vica. Ojalá se hubieran conocido ambas, se enamorarían al instante.

-por supuesto, las tres juntas mi cielo.

Julianne me ayudó a levantarme, y con dificultad me movilicé y caminé para llamar a Victoria.

-Ven aquí pequeña, es hora de salir.

Esos inmensos ojos marrones me observaban curiosa. Como si el mundo entero fuera una caja de sorpresas y misterios por resolver. Mataría por ella, por mantenerla a salvo cada de vida. Sin ninguna clase de obstáculo o dolor. ¿Es totalmente paternal, no?

Me toma de la mano antes de emprender el camino junto a su madre.

-¿Mami podemos ir a con la abuela?

Un nudo en la garganta me creció. Al punto casi en el cual no respiraba.

-claro mi amor, pero mami Jul también tiene que estar de acuerdo.

-sí, Vica claro que vamos. Pero ya sabes todas las reglas.

-sí mami, no se me olvidan. Las recuerdo muy bien.

Tiene seis años y es una niña brillante. Se parece tanto a mis madres.

-¿Verdad que a mi abuela le encanta la tarta de limón?

Pregunta antes de escoger una tarta pequeña del mostrador de la pastelería favorita.

-sí mi niña, esa es su favorita.

Le respondo a mi hija, pagando el precio del postre.

-la mía también lo es, mamá, ¿la familia siempre es así?

Sus ojos marrones observaban los míos con una intensidad casi anormal. Es que esa niña era todo, todo menos usual. La luz de mi vida.

-no, no siempre es así Vica. Hay ocasiones en que la familia pierde un poco el rumbo conforme a la distancia. Pero eso no significa que se dejen de querer o amar.

Su pregunta había surgido después de haber visto una escena de una película en un televisor de aquella tienda.
Mi hija se miraba confundida. Y no quitó esa expresión de sus ojos ni cuando elegíamos flores de alelí en la florería.

-¿Qué es lo que te tiene así mi ángel?

Julianne le pregunta a nuestra hija intranquila.
Los domingos ambas siempre suelen jugar a las palabras complejas. ¿Por qué?
Quizá porque mi hija es demasiado inteligente para su edad, o probablemente porque es tan competitiva como nosotras y solo quiere saber más. Cualquiera de las dos, me fascina que sea así.

No sabía. Segunda parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora