Complicidad.

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Daniela POV.
Soñé con Miller, soñé con ella y es complicado.
Desata en mi algo que ni siquiera una famosa actriz o una escultural modelo desata.
Miller y sus ojos, su mirar. Todo de ella motiva y provoca cada parte de mi ser.
Ella mueve todo en mi, y carajo esta asfixiando mi mundo.
Desperté, se que era domingo. Mis mamás estaban desayunando y lo primero que veo es a la madre de Catherine.
La señora Lourdes esta sentada en el comedor del jardín. Lo bueno que no estaba tan desarreglada.
Saludo con cortesía y tomó un poco por fruta.
-¿como dormiste?
Pregunta mi mamá Vica.
-bien, me duché y hable un momento con George y me dormí deprisa.
Contestó de forma casual.
-bueno, pequeña. Pronto entrarás a la universidad, y creo que tu futuro es algo que debemos aprovechar.
Habla Lourdes.
-Bueno señora, yo creo que tengo bien planteado lo que quiero ser. Y quisiera dedicarme a la publicidad.

Digo sin siquiera pensar en mis palabras.
-bueno, la compañía es dedicada a eso.
- si, pero ahora quiero dedicarme a la escuela y a mis clases.
-muy sabio de su parte.
-gracias. Ahora tengo que ducharme. Compromiso.

Digo llendo hacia dentro de mi casa y escuchó a mi mamá Cal decirme.
-Cielo vamos a tener un pequeño cóctel hoy. Va a venir la hija de Lourdes y varios compañeros más.

¿Catherine?
Mierda, no se si esto me enfurece o me alegra. Siento mucha vergüenza y aún así quiero verla.
-bueno mamá, esta bien. Me iré a cambiar.

Corro hacia mi habitación y ya después de ducharme me preparo una vestimenta casual.
Pero como es verano, sólo me puse una falda y unas botas junto un una blusa de Cher.
Un maquillaje sutil y mi cabello al natural.

Salgo y veo invitados llegar y mis madres preparan aperitivos y bebidas alcohólicas.
-¡ay mamá que delicia estos pastelillos!

Digo exagerando
-Daniela, no te comas eso todavía. Comes sólo chatarra todo el tiempo.

Dice mi mamá Vica.
Río sonoramente y escuchó unos tacones acercarse.
-hola Victoria. Por fin acabe tu libro. Me ha conmovido demasiado.

Esa voz... Miller, Miller y su hermosura.
-¿te gusto?
Pregunta mi mamá mientras yo como uvas y tomó una manzana.
-que me haya gustado es poco. Es hermoso. Parece que cada letra eres tu. O que es tu corazón.
- gracias. Lo hice con ese afán. Que me conocieran a través de mis escritos.
-es precioso que pienses eso...
-si.. Daniela, saluda amor.

¡mierda!
Me giro y veo a Miller, con un vestido que define su figura a la perfección.
Sus ojos me miran fijamente y ambas sin una palabra, establecimos un código de confianza y discreción.
-profesora, es siempre un placer verla. Bienvenida a su casa.

Digo cínica mientras beso su mejilla.
-gracias Ciges, creáme que me hace sentir cómoda.

Note cierto grado de sarcasmo

-bueno, Catherine, toma lo que quieras. Tengo que buscar a mi mujer que debe estar hablando con tu madre.
Dice mi mamá Vica, dejándonos solas a Catherine y a mi.
-Mmh... Se mira fenomenal profesora.

Digo seductoramente.
Ella ríe evitando mi mirada.
-Daniela por Dios, es tu casa.
Dice avergonzada.
Yo acarició su mejilla y su cabello.
-Daniela. Podría venir alguien.

Vuelve a decir.
-Catherine, ¿haz pensado en lo que te dije ayer?
Le preguntó, mientras buscó ese mirar intimidante que ahora oculta.
-Daniela, ahora no.

Dice mientras toma una copa de vino blanco.
Muerdo mi manzana y la miro.
-profesora, usted tiene algo que me provoca un sinfín de cosas libidinosas.

No sabía. Segunda parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora