Cate pov
Me quedé pasmada, viendo como ese par de ojos chocolate se dilataban con intensidad. Con las pupilas a punto de reventar. Mi sangre corría todo mi cuerpo en cuestión de segundos. Provocando espasmos interminables en todo la piel. Estaba nerviosa, pues la preposición era tan sincera como ese amor profundo que nos tenemos. Indudablemente le dije que sí, con las manos temblorosas me puso esa argolla preciosa en mi dedo anular, ella tan solo de veinticuatro años. Una médico militar dispuesta a todo, pero sobre todo, dispuesta a amar fervientemente y devotamente a su futura esposa.La alegría me regocijaba, y verla tan entusiasmada me llenaba el alma, pero temía lo peor, hacía algunos meses que mi salud estaba delicada. Ella siendo médico podría descubrirlo, pero mi debilidad aumentaba, junto a mi falta de energía. Ahora que estaba por convertirse en una doctora completamente egresada, tendría tiempo para averiguar y descubrir lo que me está sucediendo. Temía a no poder seguir ocultandolo.
La amo con toda mi alma, y quiero llenarla de felicidad antes de irme de este mundo. Ni siquiera mi madre tiene conocimiento de esto, verla allí con esa seguridad sobrada, pavoneándose como la hermosa Diosa que es. No podía dejar de mirar al amor de mi vida ser quien es, la mujer más hermosa que en mi vida he visto. Todos estos años a su lado han sido los más felices de mi vida, los mejores días han sido con su mano entrelazando la mía. Si supiera que ya he vivido lo mejor, y todo gracias a ella... a mi niña.
-¿Qué hace mi prometida tan sola en esta hermosa noche?
Su dulce voz arremetiendo con esa insistencia digna de ella, esa galanura y sofisticada figura... no pude evitarlo y mis labios corrieron a los suyos buscando el calor que solo ella podría darme, me enrede en sus brazos, refugiándome en su abrasador abrazo. Y ese perfume llenando mis pulmones. La fragancia de la vida, mi vida, es su aroma.
-Estoy pensando vida mía...
-Espero que no sea en haberme dicho que sí...
le sonreí a ese comentario, si tan solo supiera que lo único que quiero es convertirme en su mujer.
-No mi amor, estoy pensando en lo feliz que he sido a tu lado. Con todo y lo testaruda y obstinada que eres Daniela.
-¿Yooooo? Claro que no, solo soy una hermosa criatura del Señor...
-Hermosa y lo que sigue Sargento...
Sus labios se abrieron mudos para pronunciar despacito un te amo, lo suficientemente fuerte para quedarse impregnado y tatuado en mi memoria.
Después de esa noche, procure planificar la boda lo más rápido posible, en lo que ella terminaba la burocracia de su profesión, habían pasado dos semanas, y sí quería casarme lo antes posible para disfrutar a su lado. Pero hoy tenía cita. Cita con mi doctor...
Conducí por las calles, pensando en el tremendo dolor que mi partida podría causar, mi ausencia como recaería en mi adorada Daniela. Me mataba pensar en el sufrimiento de mi amor. Que me perdonara, por eso rezaba en las noches. Mientras la veía dormir, mientras ella con ese imperturbable sueño se dormitaba cual tronco. Y aunque roncara y su boca se entreabrió, era y es un ángel. Cómo podría ayudarla a atravesar ésta encrucijada...
Llegué al hospital, los resultados serían inminentes ya me lo había dicho el Doctor Howard. Poco tiempo de vida... Dios, debiste darme más tiempo.
Daniela pov
-Bueno Georgie, ya está... de nada por ayudarte a cambiar la llanta de tu auto hermanito.
-Dan, eres la mejor hermana de este maldito mundo, te juro que jamás he podido hacer tal cosa.
-Ya no pasa nada, tienes suerte de que haya venido contigo, sino ya te hubieran comido los lobos
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No sabía. Segunda parte.
Teen FictionCaliope y Victoria por fin habían hecho su vida juntas, dos hijos que adoraban y una familia que además de peculiar, era una familia extraordinaria. Daniela, la hija menor de ese par de tórtolas, podría pasar lo mismo que ellas... Pero, ¿será más in...