Capítulo 8. Conociéndote

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Pov Mag

Ya era lunes y estaba lista para iniciar la venganza. Me levanto de mi cama faltando poco para las seis, tal vez me daría tiempo para una pequeña broma.

Me dirijo a la habitación de mi madre, donde tanto ella como Chris están durmiendo, abro la puerta con sigilo, me voy hasta la mesita de noche y tomo el celular de Chris desbloqueándolo, creo que esta vez sí me iba a pasar un poco, pero iba por todas las que me había jugado, termino, lo bloqueo y lo regreso a su lugar antes de suene la alarma de las seis en punto.

Regreso a mi habitación y me dirijo al baño para tomar una refrescante ducha mientras tarareo. Al salir me coloco unos jeans algo ajustados, una blusa de tirantes un poco suelta, un cárdigan, mis converse, desenredo un poco mi cabello dejándolo suelto, me maquillo un poco y sonrió cuando termino.

Bajo las escaleras saludando tanto a Chris como a mi madre con una amplia sonrisa.

―Oh, mira que belleza... Creo que este lugar esta ardiendo... Uff ―comenta mi madre al mirarme de arriba abajo.

Me rio antes su comentario, realmente no me había esperado que dijera eso, de Chris tal vez, pero de mi madre, eso sí que me había sorprendido, se notaba que estaba feliz.

―Hey, eso me toca a mí ―se queja Chris.

―Pienso que pronto mamá también me estará hablando de sexo, condones y como debo de...

―Ah, pero te vez hermosa y encantadora ¿no querida? ―me interrumpe Chris al saber con exactitud lo que diría decir.

Después de desayunar y recibir demasiados halagos de mi madre y Chris sobre cómo me veo, llego al instituto para seguir recibiendo halagos por parte de Andrea.

―Uy... Creo que lo matarás, solo mira ese trasero ―bromea―. Te ves super bien.

―Gracias ―le digo―. Pero creo que mejor iré dentro, ya sabes, quiero tomármelo por "accidente".

―Claro, por cierto, no tiene mucho que acaba de llegar.

Pov Austin

Por alguna razón estaba emocionado por verla y no lo sé tal vez era por el hecho de que se parecía al amor de mi infancia.

Llegue al instituto temprano y claro que a la primera persona que me tope era a más ni menos que Andrea en la entrada, me miro con odio y solo me limite a pasarla de largo. Camine hasta mi casillero sacando todo para mis respectivas clases y cuando me disponía a cerrar mi casillero la vi a ella caminando hacia mi con un libro en la mano, estaba tan hermosa como creí que se vería en personas. Me parecía fantástico el hecho de que la estuviera viendo a primera hora de la mañana sin yo tener que haberla buscado, finjo buscar en mi casillero y cuando la veo cerca por el rabillo del ojo, me apresuro a cerrar mi casillero y cuando doy un paso atrás ella choca conmigo haciendo que su libro caiga.

―Lo... Lo siento ―dice apresurándose a levantar su libro, yo la ayudo extendiéndole la mano para ayudarla, ella la toma y me sonríe―. Gracias...

Su voz sonaba tan linda y me encantaba. Aunque me parecía un poco raro que no supiera quien era, pero con eso tal vez todo sería más fácil.

―Austin Evans, mucho gusto ―digo con una amplia sonrisa―. Sí no me equivocó eres Margoth ¿cierto? ―se muestra sorprendida, pero asiente con una encantadora sonrisa―. ¿Oye?

―¿Sí? ―responde interesada.

―¿Te han dicho que tienes unos labios encantadores? ―digo mordiéndome el labio inferior, que empiece el juego.

Seduciendo al SeductorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora