Capítulo 23. ¿Qué les paso?

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Pov Austin

Le había mandado mensajes a Mag para saber si quería venir a la práctica de hoy, pero ninguno lo había contestado por lo que supuse estaba enojada.

Mientras caminaba para ir a la práctica mire mi teléfono por si tenía respuesta, pero nada. Suspire antes de teclear y enviarle un nuevo mensaje.

"Cariño, lo siento"

Una vez lo envió meto mi teléfono en la mochila y me echó a correr hasta el instituto para empezar lo antes posible la práctica.

Después de que el entrenador nos diera su sermón de siempre diciéndonos que estamos a principios de temporada y que debemos de echarles muchas ganas para llegar a finales y bla, bla, bla. Nos pusimos a entrenar, aunque no fue posible del todo bien ya que Dan y River nunca se presentaron por lo que improvisamos poniendo a otros chicos.

En cuanto termino el entrenamiento me dirigí a las duchas al igual que todos. Lo primero que hice fue revisar mi teléfono donde tenía un mensaje de Mag.

"Nos vemos el lunes, suerte"

Era todo lo que decía el mensaje, pero fue suficiente para hacerme sonreír y darme a entender que Mag ya no estaba enojada.

"Gracias, te veo el lunes, amor"

Le envié antes de cerrar el casillero para darme una buena ducha.

Espere con ansias a que fuera lunes para ver a Mag y saber porque Dan y River no se habían presentado a la práctica. Y por fin el tan esperado lunes había llegado, revisé mi celular antes de alistarme para irme al instituto y hay estaba, un mensaje de mi querida Mag, lo abrí y lo leí.

"Ya quiero verte"

En cuanto leí el mensaje mi corazón empezó a latir y sonreí mientras escribía una respuesta.

"Yo también, fue un martirio no verte por dos días"

"Lo sé, por cierto, ya estoy en el instituto"

"Bueno pues espérame que ya voy para allá"

Después de escribirle una respuesta a su último mensaje me vestí lo más rápido que pude y emprendí hacia el instituto.

En cuanto llegue vi a Mag no muy lejos de la entrada platicando con Ted y algunas chicas, aquello me estaba empezando a resultar un poco extraño pues últimamente Ted estaba rondando mucho cerca de Mag y aunque tengan casi todas sus clases juntos, eso no respondía del todo por qué siempre estaba junto a ella.

Me apresuro hacia ellos y abrazo a Mag por la cintura recargando mi mentón en su hombro.

―Amor ―digo cerca de su oído de manera animada.

―¿Qué? ―intenta decir con voz seria, pero siento como se ríe.

―Solo te extrañe ―le digo sonriendo y viendo a las chicas quienes me miran con odio haciendo que mi sonrisa se agrande. Y claro que las recuerdo fueron mis conquistas cuando estuve en primer año.

―Nos vemos en química Mag ―dicen sonriéndole antes de irse.

―Ted ¿vienes? ―le dice una de ellas.

―Claro, nos vemos Mag ―se despide mandándole un beso en el aire y guiñándole un ojo para después irse.

―Creo que tendré que ponerte un apodo, todos te llaman Mag ―le digo sin soltarla en cuanto se van.

―Me gusta Mag ―dice alejándose, haciendo que la suelte para voltear y verme con un poco de decepción.

―¿Qué? ―le pregunto un poco confundido.

―Nada ―me sonríe para luego acercarse y darme un beso, yo la tomo de la cintura acercándola más a mí.

―Consíganse un hotel ―dice alguien a nuestras espaldas seguido de risas.

―O váyanse a una esquina ―dice haciendo que Mag ría y tengamos que separarnos.

Miro a las dos personas de los comentarios y no puedo evitar reírme al ver su cabello antes que sus rostros.

―¿Qué les paso? ―les pregunto entre risas refiriéndome a su cabello.

―Al parecer alguien nos jugó una broma ―dice River mientras Dan intenta no reírse.

―Sí y lo malo fue que creía que era una admiradora ―dice Dan sonriendo.

―Y no pudimos quitarnos el tinte desde el viernes en la noche.

―Pero vean el lado bueno ―dice Mag entre risas―. Les queda bien el rosa ―los chicos se miran entre si unos segundos antes de echarse a reír.

―Claro que sí, lo malo es que todos verán nuestro cabello cuando sea el partido, esta noche ―dice River cuando ha dejado de reír.

―Pero ganaremos ―les digo intentando no reír.

Pov Mag

―Fue un pequeño error ―dice Andrea mientras estábamos dentro de su auto, claro aparcado―. No recordé cuál era su casillero. ¡Oye deja de reírte! ―me dice golpeándome el hombro para después reír conmigo.

―Es que... No... ―intento responderle, pero continuó riendo.

―Pero ya, tranquila... Recuerda que más al rato es el inicio de temporada en fútbol.

―Ohh... Lo había olvidado ―le digo ya dejando de reír.

―Me fije ―dice arrancando―. Por cierto ¿tu noviecito y tú ya se reconciliaron?

―Se podría decir ―le digo suspirando―. Pero aún sigo pensado sobre aquel mensaje.

―¿Piensas decirle? ―pregunta sin despegar la mirada de la carretera.

―No lo sé ―le digo.

―Pero deja de poner esa cara de tristeza.

―¿Cuál...? ―no termino de decir cuando Andrea gira el espejo haciendo que me mire en él.

―Pensaría que empieza a gustarte.

―No, claro que no ―contesto mirando al frente.

No había manera de que Austin me empezara a gustar, si es guapo, pero no me gusta como para tenerlo siempre junto a mí y en cualquier caso si estaba preocupada no era por él.

―Bueno, como digas, pero no te olvides que...

―Solo lo estoy haciendo por lo que te hizo y a todas ―la interrumpo.

―Pero bueno, quitemos estas caras y preocupémonos por cómo nos arreglaremos ―dice Andrea aparcando en la acera de mi casa. Ni cuenta me había dado de cuando llegamos.

―La que tiene que preocuparse soy yo porque tú irás como porrista ¿no? ―le digo tomando mi mochila para bajarme y ella me sigue.

―Cierto ―dice soltando un bufido―. A veces lo olvidó ―se ríe―. Pero gracias al cielo deje mi uniforme en tu casa ―dice corriendo a la puerta, tocando con sus nudillos.

―Hey ―dice Chris en cuando abre la puerta.

―Cosas de chicas ―dice Andrea, en cuanto llego a la puerta ella me toma de la mano para salir corriendo escaleras arriba.

―Ahora veamos ―dice en cuanto llegamos a mi habitación cerrando la puerta―. ¿Qué nos pondremos? ―abre el armario para mirarlo detenidamente.

―¿Pondremos? ―pregunto

―Sí, llevaré ropa para cambiarme ¿o piensas que me quedaré con ese uniforme toda la noche?

―Claro que no.

Seduciendo al SeductorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora