Pov Austin
El despertar por la mañana había pasado de ser gris y triste a ser el más alegré que nunca tuve. Me levantó con una gran sonrisa de oreja a oreja. Mi celular suena. Y por primera vez no es la alarma.
"M: Buenos días dormilón... ¿Como amaneciste?
A: Un poco adormilado :p
M: ¿Espera te desperté? Oh, lo siento mucho...
A: No, no, no... Descuida yo nunca te reclamaría nada linda...
M: Lindo... Oye te quería pedir un favor... Pero no sé si puedas...
A: Lo que sea por ti...
M: No mejor ya no... Me arrepentí
A: Mmm... No me salgas con eso... Ya se me dices y yo pasó por ti... Y no aceptó un NO por respuesta..."Saltó literalmente hasta el armario sacó ropa al azar terminando por colocarme una camisa azul oscuro, unos jeans cualesquiera y mis amados converse. Bajo a la sala y como ya es costumbre encuentro a mi madre cocinando panqueques, ya llevaba tres días cocinando lo mismo y no lo mal entiendan yo amo ver a mi madre cocinar, pero en cierto modo llega a hartar comer lo mismo.
―Uy... ¿Y esa sonrisa? Cuéntame ―dice mi madre al verme.
―¿Cuál sonrisa? ―pregunto fingiendo no saber nada, ni me había percatado que sonreía en esos momentos.
―Ahh ya sé... ―dice mi madre con una sonrisa picará en sus labios pintados con un rosa elegante―. Es una chica... Sí lo sabía ―dice al ver mi expresión―. Punto para mamá
―¿Y qué hay para desayunar? Llevo un poco de prisa sabes.
―Veamos panqueques y café ―dice en cuanto los coloca frente a mí―. Y por cierto tienes que traer a esa señorita que te trae todo feliz a la casa, la quiero conocer.
Con todos los comentarios que mi madre hacía sobre Margoth, por fin había terminado el desayuno, conduciendo así hasta casa de Margoth.
―¡Ya suéltame...! ―escuchó gritar a Margoth en cuánto aparco frente a su casa, la cual no estaba muy lejos de donde la había dejado anteriormente―. ¡MALDICIÓN SUÉLTAME YA! ―grita una vez más, pero en esta ocasión logró verla en la puerta con alguien cargándola mientras otra persona ríe "será su novio" pienso al ver al hombre que le impide salir―. ¡Chris solo es un chico no es como si me fuera a hacer algo! ―dice lo suficientemente fuerte para que la escuchará.
―¡Por eso mismo es un chico... ¡No sé qué intenciones retorcidas tenga contigo...! !ASÍ QUE NO TE DEJARÉ IR! ―grita el hombre, pero la suelta de repente poniendo pucheros, yo tomó eso como señal para salir del auto y acercarme.
―Hola soy Austin...
―Sí, sí... ―me interrumpe el desconocido―. La quiero en casa antes de las cinco ¿entendido? ―asiento.
―Discúlpalo tiene una pequeña fobia al dejar que Mag se suba con un desconocido ―dice la que creó es su madre acercándose a mí.
―Descuide, que yo la cuidó.
―Sí, sí pero ya nos vamos o llegaremos tardé al instituto ―dice Margoth tomándome del brazo y jalándome hasta el auto―. Nos vemos mamá y Chris, bobo ―dice subiendo al auto riéndose.
Ya dentro los dos, no puedo evitar preguntarme si aquel hombre es su novio. Digo parecía un poco mayor que nosotros, pero podría ser, yo aun no sabía del todo sus gustos y por cómo se llevaban, podría ser cualquier cosa. Aquella pregunta seguía rodándome por la cabeza que no me dejaba concentrarme del todo, digo si tenía novio no podría hacer algún movimiento a menos que ella lo quisiera.
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Seduciendo al Seductor
Teen FictionAustin Evans el tipico chico popular, capitán del equipo de fútbol, rico, un rompe corazones, cotizado por las chicas, guapo. "Tardé o temprano caerás nena... Como todas" Margoth Cover la chica que nadie nota (o eso creé), experta en venganzas o hac...