Seduciendo al Seductor

Capítulo 10. Primera cita

Pov Mag

No lograba comprender como era que las palabras, primera cita me estuvieran haciendo sentir tan incomoda, Austin a mi lado parecía feliz y no lograba comprenderlo, ¿No se suponía que para él también era un juego?

―Tienes todo el día para verme ―dice mirándome por un momento para después regresar la mirada a la carretera.

―No... Solo ―maldición, ahora por qué rayos estaba nerviosa―. Quería hacerte una pregunta.

―Adelanté dime.

―¿Por qué de todas las chicas lindas tengo que ser yo? ―bien punto para mí, creó.

―Bueno, eres hermosa y te admiro de alguna manera ―comenta sonriendo―. A parte aun no puedo creer como es que siento tan linda no tengas novio, debo de ser muy afortunado ―bien, punto para él.

―¿Quién dijo que no tengo novio? ―comento evitando sonreír, él pone cara de asombro y me mira por un segundo, regresando la vista al frente con rapidez.

―¿Y lo tienes?

―No. Pero tu cara fue graciosa, debiste ves tu expresión ―me burlo.

―Oh, entiendo ―sonríe un poco incomodo―. Bien hemos llegamos ―dice bajando del auto, yo lo imito, pero claro como es todo un caballero él se apresura y me abre la puerta.

―Gracias ―digo saliendo y caminando dentro.

―No hay que agradecer.

Caminamos hasta la cartelera la cual miro dudosa.

―¿Cuál quieres ver? ―me pregunta.

―La verdad ya no está la que quería ver, creó que se me hizo un poquito tarde ―comento―. ¿Por qué solo la dejaron un momento, acaso la adaptación del libro era tan mala? ―me callo al darme cuenta de que estoy pensando en voz alta.

―Bueno, que te parece si vemos algo de romance ―comenta cambiando de tema.

―¿Qué tipo de chica crees que soy? ―lo miró indignada―. No a todas nos gusta el romance, tenlo en mente.

―¿De terror?

―Ok, ¿Por qué no? Escoge la que quieras a que quieras ―comento sin interés.

―Conste... ―dicho se va por lo boletos mientras yo compró las palomitas―. Esta por empezar entremos ―dice en cuánto regresa―. Recuerda que si tienes miedo puedes abrazarme ―si como si fuera a hacerlo, veamos qué opinas cuando no te abrace.

―Claro, gracias ―digo.

En cuanto la película empezó, todo iba bien hasta que los de la fila de otras empezaron a gritar sin dejar escuchar mucho.

―Que aburrido ―comento en voz alta.

―Lo sé ni da tanto miedo.

―¿Y si me invitas a cenar?, me gustaría conocerte y no los gritos de otras personas ―me atrevo a decir.

Se levanta tomándome de la mano caminando fuera de la sala, ni siquiera sabía a donde iríamos, pero si no me estresaba escuchando gritos, sería bueno en cualquier lugar.

―¿Y dónde quieres ir?

―Me invitaste a cenar así que escoge tú ―le digo.

La cena fue mucho mejor de lo que me esperaba, de todos los lugares posibles, nunca había pensado que me llevaría a un restaurante lujoso, aunque no encajáramos con el ambiente o la vestimenta, cuando terminamos de cenar subimos a su auto y condujo hacia un hermoso lugar a las afueras de la ciudad.