Capítulo 33. Es demasiado

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Pov Austin

Odiaba todo esto. Me odiaba ¿Por qué tenía que ser ella? odiaba este maldito sentimiento que sentía cada vez que me miraba, que nos mirábamos, que nos tocábamos. Odio que ella me haga sentir esto ¿Por qué ella? ¿Por qué ahora?

Estábamos a nada de terminar octubre y aún seguía con ella. se suponía que ya debería estar con una de primero, pero estaba atascado. Nunca antes se me había dificultado tanto terminar con alguien pero Mag era una excepción, una gran excepción, no tenia ni la menor idea en como terminar con ella y todos ya empezaban a hablar sobre nuestra relación, hasta mis amigos Dan y River me habían preguntado si me saldría y me quedaría con Mag hasta la graduación, esas eran algunas de las cosas que decían, pero estaría loco para salirme de lo que habíamos empezado los tres desde que nos conocimos. Era divertido en ese entonces y lo seguiría siendo, despues de todo para eso salíamos con chicas, para divertirnos.

―¿Entonces? ―pregunto Dan impaciente.

Los chicos y yo habíamos hecho otra "reunión" para hablar sobre sus conquistas de primero y claro sobre Mag. Era algo raro que ellos tuvieran conquistas nuevas y yo siguiera con Mag, en todo caso habíamos pensado que sería Dan el que prolongaría el tiempo con su conquista, pero, había sido yo, no Dan sino yo, Austin Evans.

―La terminaré ―contesto sin pensarlo demasiado.

―Y cuenta... ―dice Dan levando sus cejas―. ¿Cómo es en la cama? Digo si ya han durado tanto tiempo pienso que debe ser por algo bueno ¿No, River?

No pude evitar ponerme un poco nervioso. Sin duda Mag ha sido la única de mis conquistas que no he podido llevarme a la cama, porque bueno, ellas siempre son las que se me insinúan, no yo a ella, ellas querían sexo yo simplemente las complacía y ya, así siempre.

―Si yo también lo creo, cuéntanos, Austin ―escucho decir a River quien me mira para despues reír y agregar mientras se cubre la boca con el mano intentado disimular su risa―. No es cierto. El gran, nuestro gran Austin Evans.

―Cállate ―le digo mientras Dan no nos deja de mirar.

―¿Qué cosa? ―dice Dan al no entender nada. Era mejor así.

―No ―digo en cuanto veo a River con intenciones de hablar.

―Bien, no diré nada ―dice levantando los brazos con una sonrisa dibujada aun en su rostros―. Y, ¿ya pensaste en como la terminaras? ―pregunta cambiando de tema.

―Hey, díganme ¿qué me estoy perdiendo? ―se queja Dan.

―En los pasillos, solo se lo soltare como si nada ―le respondo a River ignorando totalmente a Dan.

―No me ignoren ―se queja de nuevo.

―Sí, creo que será lo mejor ―dice River ignorando a Dan―. ¿Después de clases?

―Ya caí, me callo, no digo nada ―dice Dan levantando los brazos en modo de rendición.

―Sí, espero que nadie se entrometa

―No ha pasado en todo lo que va ¿Por qué pasaría? ―comenta y lo miro con interrogación―. Oh, ya.

―Asegúrate de grabarte su cara de dolida cuando la termines ―dice Dan y lo volteamos a ver con las cejas en alto para despues reír.

Ya tenía muy en claro que todo esto era demasiado para mí, o así era como lo sentía en estos momentos y Mag se merecía a alguien mejor.

Pov Mag

Había quedado con Andrea a ir de compras y bueno, despues de aquella noche donde Chris casi que nos sacaba a patadas, según él se sentía muy mal por su comportamiento que nos había dejado su tarjeta de crédito para ir de compras lo cual nos resultó algo extraño ya que nunca lo hemos visto trabajar, ni salir de casa, nada o tal vez no nos dábamos cuenta de esas cosas.

―¿Y qué hacemos? ―me pregunta Andrea una vez estamos cerca de nuestro destino.

―Mmm... ―me lo pienso bien y una gran idea viene a mi mente―. ¡Ya se! ―doy un pequeño brinco en el asiento haciendo que Andrea se sobresalte y pierda el control por unos segundos recibiendo los ruidos de cláxones de los autos de atrás.

―¡Mag! ―se queja.

―Lo siento ―digo riendo―. Pero ya sé que podríamos comprar

―¿Qué cosa?

―Comida ―digo y Andrea me mira por un momento negando con la cabeza.

Bueno, creo que despues de todo ya era hora de ver los últimos preparativos para la gran venganza que quería Andrea tanto para Austin como sus amiguitos. Nada es demasiado para lo que ellos les habían hecho pasar a todos esas chicas despues de conseguir sexo.

―Podríamos ver materiales para la gran bomba ―digo mirándome las uñas, con una gran sonrisa.

―¿Cual gran bomba? ―pregunta.

―Solo sígueme ―me limito a decir―. Luego lo entenderás querida.

―Odio cuando me tratas como una niña ―se queja haciendo pucheros y mirando al frente.

―Yo soy la maestra y tú la alumna así que solo sígueme y despues veras los resultados ―digo sonriendo.

Andrea me había dicho que quería una buena venganza para Austin y eso le daría a él y a sus amiguitos, algo así como un tres por uno.

―Bien ―dice buscando un lugar para estacionar―. Pero despues me dirás todo

―Aja ―me limito a decir aun sonriendo. Esta sería la mejor venganza.

Estuvimos aproximadamente cuatro horas buscando todo lo que necesitaba y por supuesto comida y algo de ropa, aunque aún nos faltan unas cuantas cosas, pero eso era lo de menos.

―¿Ya nos vamos? ―pregunta Andrea―. Me duelen los pies.

―Compramos helado y nos vamos ¿va?

―Chantajista ―dice caminando delante de mí―. ¿No querías el helado? ―me dice volteando a verme cuando no la sigo.

―Vamos por ese helado ―corro hasta ella tomándola del brazo para empezar caminar―. Por eso eres mi mejor amiga.

Seduciendo al SeductorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora