Capitulo 55

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La noche en casa de Louis, fue super divertida.
Los chicos jugaron al fútbol, y nosotras nos dedicamos a hacer planes para estos dos meses del descanso.
Decidimos que ibamos a quedar para comprarnos cosas para la gira, y para comprar cosas para mi bebé.
Ahora nos estamos preparando para ir a comer a casa de mis padres, Rachel, sigue dormida, asi que, mientras Harry se ducha, yo voy a despertar a mi pequeña princesa.

-Enana- la digo sentándome en su cama- Despierta cielo, nos vamos a casa de los abuelos.

Ella gruñe y se da la vuelta en la cama. Igual que su padre.

-Venga cariño, ¿no tienes ganas de ver a los abuelos?
-No- me contesta sin mirarme.
-¿Y eso por qué?
-Quiero ver al tío Nathan.

Suspiro. Desde que se enteró no para de llorar, ni de decir que quiere verle. Ni siquiera se quiso ir con Lux a dormir.

-Escucha princesa, el tío ya no está, pero no tienes que estar mal por eso. Él te va a cuidar siempre y nunca te va a dejar sola.

Se da la vuelta y me mira con los ojos húmedos.

-Los abuelos también lo están pasando muy mal, y necesitan ver a su preciosa nieta para alegrarse un poco- la digo tocándole la mejilla, lo que la provoca una pequeña sonrisa- Eso es lo que quiero ver en tu cara, mi amor. Una sonrisa, no lágrimas. Sabes que al tío no la gustaba que lloraras.

Ella vuelve a sonreir y se baja de su cama, para dirigirse a la cocina a desayunar. Yo la sigo para prepararla el desayuno y cuando lo tiene, me subo a duchar.

-!Harry¡ ¿Te queda mucho?- le grito a través de la puerta.
-!Dos minutos¡- me grita él en respuesta.

Me río y empiezo a preparar mi ropa.
Preparo, una camiseta de hombreras, color negra, unos pantalones con estampado tribal y unas deportivas con plataformas negras, un outfit que adoro ponerme.
O al menos, adoraba.
Me he probado el pantalón, para ver como me quedaba por el embarazo, y la cremallera, no me cierra.
¿Tan gorda estoy ya? Solo estoy de tres meses y ya no puedo ponerme mi propia ropa.
Me quito los pantalones, quedándome en ropa interior, y me pongo a buscar unos pantalones que si me valgan.

-¿Que haces semidesnuda a primera hora de la mañana? No te recordaba tan obsesa- oigo que me dice Harry saliendo del baño.
-Estoy buscando unos pantalones.
-¿Y los que tienes encima de la cama?
-No me cierran- murmuro. Va a reirse.
-¿Que has dicho?
-Que no me cierran- le repito más alto. Y estalla a carcajadas. Yo me cruzo de brazos y le miro con una ceja levantada, esperando a que termine de reirse- Vale, ya paro. Lo siento. Pero es que eres super adorable cuando te enfadas.
-¿Adorable? Veremos a ver si te parezco adorable cuando te tire tus viejas botas- le digo con una sonrisa.
-!No¡ Mis botas no.
-Estan viejas Harry, comprate otras.
-No, me gustan esas, son calentitas.

Ruedo los ojos y me dispongo a seguir buscando algo de ropa para mí.

-¿Te importa ir a ver a Rachel? La he dejado sola desayunando- le digo.
-Claro que no, ahora vengo a ayudarte- me dice dándome un beso en la mejilla.

Yo le sonrío y dirijo mi mirada de nuevo hacia el armario, para ver que me pongo.
Al final me decido, por unos leggins negros, una camisa blanca holgada que tenía del embarazo de Rachel y las deportivas negras con plataformas.
Bajo hacia la cocina, y me encuentro a Harry sentado en una silla con Rachel en brazos. Me acerco a ellos, y veo que se están haciendo una foto.

-¿Quieres que la suba a instagram?- le pregunta Harry. Ella asiente con la cabeza, y él se dispone a subirla.
Cuando la sube, me la enseña. Harry está sacando la lengua, y Rachel sonríe mostrando todos sus dientes. Es muy tierna.

-Rachel, vete a vestir cariño. Que tenemos que irnos- la digo mientras le devuelvo el móvil a Harry.

Ella asiente con una sonrisa, y sube a su habitación a cambiarse de ropa.

-¿Como has conseguido que sonría?- le pregunto.
-Ya sabes... Trucos de padre- me dice levantandose de la silla y abrazandome por la cintura.
-Harry...
-Vale... Le he prometido que ibamos a ir a un parque- me confiesa, yo le sonrío y le doy un pequeño beso en la mejilla, antes de ponerme a recoger el desayuno de Rachel.

{...}

Llegamos a casa de mis padres y Rachel es la primera en bajar del coche y acercarse a la puerta, para tocar el timbre.
Mi padre abre la puerta, y al ver a Rachel, la coge en brazos sin dudarlo.

-No debería de cogerla- le murmuro a Harry acercándonos a la puerta- Está débil.
-Bueno... Tú relajate, tu padre está bien, nena- me dice dándome un beso en el pelo.

Yo le sonrío, y nos acercamos a mi padre, que está soltando a Rachel en el suelo.

-Hola hija- me dice mi padre dándome un pequeño abrazo- ¿Como estás?
-Bien, muy bien. ¿Y tú?
-Yo bien, ya puedo coger algo de peso.
-Pero tampoco debes coger mucho peso, papá- le advierto.
-Lo se, lo se- me dice. Después se gira a Harry- ¿Como estás Harry?
-Muy bien señor Cooper gracias.
-¿A estas alturas y todavia me llamas Señor Cooper?- le dice mi padre riendose- Pasad, Jane está en la cocina.

Nos dirigimos a la cocina, y nos encontramos con mi madre dando un abrazo a Rachel.

-¿Como estas princesa?- le pregunta mi madre.
-Bien abuela- la contesta ella sin dejar de abrazarla.

Mi madre la sonríe y la da un beso en la frente, antes de acercarse a mí para abrazarme.

-Hola cariño- me dice mientras me estruja entre sus brazos- ¿Estás bien?
Asiento- ¿Y tú mamá?

Ella asiente con una sonrisa y se acerca a abrazar a Harry.
Él la abraza mientras sonríe, siempre se han llevado muy bien.

-¿Como está papá?- la pregunto mientras nos dirigimos al salón.
-Bien. Ayer fuimos al médico y nos dijeron que estaba mejor, que podía empezar a coger algo de peso, pero que tampoco se excediera- Harry y yo asentimos y nos sentamos en el sillón, viendo como Rachel juega con su muñeca sentada en el suelo.
-¿Tú como estas Ellie?- me pregunta mi madre, refiriendose a mi embarazo.
-Muy bien, apenas tengo naúseas, me noto algo más cansada, pero estoy bien- la digo sonriendo.
-Abuela, el bebé se va a llamar Nathan, como el tío. Lo he elegido yo- le dice Rachel a mi madre levantandose del suelo. Ella sonríe y nos mira a Harry y a mí.
Él me coge de la mano y me la aprieta, sabe que esto sigue siendo duro para mí.
Llaman al timbre de la puerta, y me dirigo a la puerta. Al abrirla me encuentro a una chica, morena, ojos azules, y un poco mas alta que yo.

-Hola, tu debes de ser Ellie- me dice con una sonrisa.
-Em si... ¿Tú quien eres?
-Ah, me llamo Hayley- me dice con una sonrisa.
-Encantada- la devuelvo la sonrisa- Perdona si soy maleducada, pero ¿como sabes mi nombre?
-Bueno... Digamos que soy tu cuñada.

¿Qué?

-¿C-como?
-Soy la novia de tu hermano, Nathan.

Always Be TogetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora