Capítulo 2 - Silencio

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El autobús aparcó en la parada, me sequé las lágrimas y salí disparado hacia adelante. No les esperé, no quería que me viesen así. Fui corriendo a la puerta del instituto entré sin pensármelo dos veces y comencé a caminar rápidamente en dirección al gimnasio. Estaba tan absorto en mis pensamientos que no vi que había alguien delante mía. Cuando me di cuenta ya habíamos chocado y caímos al suelo. Cuando vi quien era me maravillé. Era una chica alta, guapa y delgada. Tenía el pelo castaño y rezumaba olor a perfume. Hubiese jurado que era modelo.

- Pe... perdón. - Tartamudee. - Es... estás bien.

- Sí, no ha sido nada. - Contestó con una sonrisa deslumbrante.

- Lo siento, de... debería haber tenido más cuidado. - No se por qué pero hablar con ella me ponía muy nervioso.

- Te repito que no ha sido nada, hemos tropezado y punto. - No borraba la sonrisa de su rostro. - Una pregunta, ¿sabes dónde cae el gimnasio?, soy nueva y me han dicho que tengo clase allí ahora.

- Cla... claro iba hacia allí ahora mismo, yo tengo clase allí.

- Muchas gracias. - Volvió a sonreír. - Por cierto, me llamo Marina.

- Yo soy Sergi, encantado.

Fuimos directos al gimnasio, mientras estuvimos hablando.

- Has dicho que eres nueva, ¿de dónde eres?, no tienes acento madrileño, ¿hace cuánto que te has mudado a Getafe? - Pregunté con curiosidad de conocer más acerca de aquella hermosa chica.

- Soy de Sant Cugat, he llegado hace unos cuatro días porque a mi padre le han ofrecido trabajo aquí. - Hizo una pausa. - Tú tampoco pareces de aquí, ¿de dónde eres?

Esa pregunta tocó mi fibra sensible.

- Soy de Badajoz, me mudé aquí hace cuatro años. - Dije con un deje de tristeza.

- Si que tienes interiorizadas tus raíces, no pierdes el acento. - Respondió entre risas.

- Sí podría decirse así. - Contesté con una sonrisa forzada.

Llegamos a la puerta del gimnasio, no había nadie más que nuestro siempre malhumorado profesor, Iván.

Marina me miró fijamente, se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla.

- Me alegro de que mi guía haya sido un chico tan majo. - Y conforme lo dijo se dirigió a la mesa del profesor para hablar con él, seguramente para decirle que era la chica nueva.

Eloy miraba la escena con una sonrisa de oreja a oreja, y Ángela entre risitas.

- Joder estas echo un ligón, ya te has ligado a la nueva. - Dijo Eloy riéndose. - Míralo Ángela parece un tomatito.

- No me la he ligado. - Dije mientras me frotaba el pintalabios de la mejilla. - Simplemente me la he encontrado y me ha pedido que la ayude a llegar. - Me ahorré la parte en la que nos chocábamos no quería ser el objeto de risas de mi amigo el resto de mi vida.

- Quién sabe, eres bastante mono, a lo mejor sí que lo has hecho. - Dijo Ángela guiñándome un ojo.

- ¿Podemos olvidarlo? Vamos a ver si don Ivansio se va a cabrear.

Nos sentamos todos alrededor de ese hombre que, en mi opinión no se peinaba por las mañanas.

- Chicos. - Comenzó a decir. - Hoy tenemos con nosotros una nueva alumna, se llama Marina.

Ella se levantó saludó y al verme, me pareció que me guiñaba un ojo. Como antes me puse rojo como un tomate. Vi como muchas chicas cuchicheaban, además un grupo de chicos empezó a mirarla con los ojos de par en par, no era el único que creía que era guapísima. Incluso el profesor le repasó con la mirada.

- Muy bien. - Tosió para aclararse la voz. - Hechas las presentaciones, comencemos con el examen de velocidad. Será una carrera de relevos, habrá cuatro grupos de cuatro personas cada uno. Bien el primero son: Alexandra, Esther, Abel y Lucía. El segundo grupo son: Manuel, Brayan, Ismael y Ruth. En el tercero van: Paula, Rosa, Rocío e Irene. - El grupo de niñas que había cuchicheado al ver a Marina se levantó y fue riéndose. - Y el cuarto grupo: Eloy, Sergio, Marina y Ángela.

Eloy me miró pero antes de que dijese nada le hice un gesto de que se callara. Él me dio un golpe en la espalda y me susurró al oído

- Vamos cabrón, hoy es tu día de suerte. - Le di un puño en el brazo y el se empezó a frotárselo de forma exagerada para burlarse de mi.

Don Ivansio nos hizo un gesto para indicarnos que fuéramos al patio. Cuando estuvimos todos fuera comenzó a explicar la prueba.

- Bien chicos, la prueba es calificada de la siguiente manera. En el mismo orden que os he nombrado vais a colocaros, los que tarden menos de quince segundos en dar el relvo a su compañero tendrán un diez, y a partir de cada segundo que tardéis de más os iré restando puntos, ¿lo habéis entendido?

- Sí, profesor. - Gritamos al unísono.

- Bien, los primeros de cada grupo que estén preparados, cuando toque el silbato saldréis corriendo por la parte exterior de los conos.

El primero era Eloy, lo tenía bastante fácil, le tocaba con Alex, Manu y Paula. Él era el que en mejor forma estaba, además era alto y delgado por lo que podría ir a grandes zancadas y de forma muy ligera. El mayor reto para él sería Manu, pero si Eloy no intentaba lucirse podía ganar fácilmente.

Después iría yo, junto con Esther, Brian y Rosa. Yo soy más bajo que Eloy por lo que mi frecuencia de zancada es mayor a la suya  y mi amplitud menor cosa que podía  perjudicarme ya que me podía cansar más rápido. Mi mayor reto era Brian, era más o menos de la altura de Eloy así que la carrera iba a estar muy reñida.

Detrás mía iría Marina, le tocaba junto Abel, Isma y Rocío. No conozco sus capacidades físicas así que no sabía como lo haría. El que mas le costaría sería Isma, es de mi estatura pero tiene mucha potencia en las piernas, es un rival duro.

Por último iría Ángela, le tocaría junto con Lucy, Ruth e Irene. Aunque Lucy y Ángela eran de la misma estatura yo sabía que Lucy no tenía nada que hacer, cuando Ángela se propone algo lo consigue. 

Cuando don Ivansio estaba a punto de hacer sonar el silbato Ángela fue corriendo a susurrarle algo a Eloy, no sé que sería pero se le dibujo una sonrisa de oreja a oreja.

Marina se apoyó en mi hombro y me susurró

- Hazlo lo mejor que puedas, guapo. 

- Va... vale. - Tartamudee.

No sé por qué pero me ruboricé y me puse bastante nervioso, pero debía olvidarme de eso, tenía que relajarme y centrarme en la carrera.

- Preparados....... listos...... ¡YA! - Hizo sonar el silbato, conforme sonó Eloy y sus contrincantes salieron a toda mecha.





Kaos (#Wattys2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora