Capítulo 18 - Pesadilla

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Me quemaban los músculos. Llevaba tres horas entrenando sin parar y ya no podía más. Eloy estaba más o menos en las mismas condiciones que yo. Nos quedaban solo dos series, un último esfuerzo y podríamos descansar. Al terminarlas nos dejamos caer en el suelo y nos relajamos.

- Joder, ha sido la hostia, estoy hecho mierda. - Dije jadeando.

- Sí, verás mañana las agujetas. - Respondió con voz ahogada.

- Sí, aunque ya aguantamos más. Hace un mes no aguantábamos ni una hora a esta intensidad.

- Algo es algo. De momento estamos bien pero se puede mejorar. La suerte que tú tienes es que con tu curación rápida las agujetas nunca las tienes y tu metabolismo ha hecho que desarrolles mucho más que yo. - Dijo mientras se secaba el sudor.

- Sí bueno, ventajas de que te posea un demonio. - Contesté con voz burlona.

Fuimos a casa y comimos como si fuese nuestra última comida, estábamos hambrientos. Al terminar nos duchamos y cada uno se fue a su cama a dormir, teníamos demasiado cansancio en el cuerpo. Me sequé y fui a mi habitación. Cuando llegué vi que el móvil de Eloy comenzaba a sonar, lo cogí ya que él estaba duchándose. Miré quién llamaba, era Ángela.

- Hola mamichula, Eloy está en la ducha, ¿necesitas algo? - Pregunté.

- Hola papichulo, sí, la verdad es que podrías darle un recado de mi parte.

- Diga usted.

- ¿Podrías decirle que me recoja en casa? Él lo entenderá.

- A sus órdenes mi sargento. - Dije bromista.

- Muchas gracias mijo, hasta luego.

- Adiós.

Colgué el teléfono y me puse un chándal. A los cinco minutos llegó Eloy, se peinó y cambió de ropa. 

- Ha llamado Ángela, dice que la recojas en su casa. - Dije mientras le extendía el teléfono.

- Vale puta. Por cierto, ¿tienes pensado quedar con Marina? - Preguntó.

- No, la verdad es que hoy me apetece dar una vuelta solo.

- Joder tío, ¿estás malo? - Dijo mientras me tocaba la frente.

Le di un manotazo para quitármela de la frente.

- No, simplemente hoy no me apetece estar con ella, prefiero estar solo.

Eloy se terminó de cambiar, se puso el colgante que le regaló Ángela.

- Bueno cositi me voy, piensa en mi polla.

- No puedo pensar en algo que no existe. - Respondí con un toque de sarcasmo en mi voz.

Salió por la puerta y yo me quedé sólo con mis pensamientos. A la media hora me cambié y me disponía a salir, pero vi el colgante de Marina, fui hacia la mesilla, me lo puse y salí a la calle. Fui hacia el parque que estaba más cercano al instituto y me senté en un banco. Me fijé en un hombre que estaba sentado en frente mía. Miraba al suelo y oía de vez en cuando una risa que me causaba terror. Me acerqué lentamente a aquel hombre y le hablé.

- Disculpe señor, ¿está usted bien? - Pregunté.

El hombre levantó la mirada y lo que vi me dejó perplejo. Era don Ivansio, pero había algo diferente en él, tenía los párpados completamente negros y una mirada psicópata. Estaba sudando y tenía un tic que le hacía mover el cuello de forma brusca de vez en cuando.

- Hooooooombree, si es mi alumno preferido jijijiji, ¿que tal Sergi? - Dijo mientras sonreía de forma demente.

- Bi.. bien don Iván, ¿por qué ha dejado de darnos clase? - Pregunté con cautela.

- Mi amigo me dijo que ya no podía trabajar más allí jijiji es muy amable a no ser que se enfade jijiji eso no conviene a nadie.

Mi profesor me asustaba cada vez más, no estaba para nada cuerdo, aún así seguí con la conversación.

- ¿Qué "amigo"? - Pregunté.

- Me habla a todas horas siiiiiiii eso es a todas horas, pero no puedo dormirme nooooo eso no es bueno, si me duermo me gasta bromas y no me gustan sus bromas jijijiji.

- Sergi, ten cuidado. - Me avisó Kaos.

- ¿Qué ocurre? - Pregunté.

- Éste hombre está poseído por mi hermano Pesadilla, he visto a sus poseídos y presenta todos los síntomas.

- ¿Cuáles son?

- Los poseídos de mi hermano nunca pueden dormir ya que si lo hacen, poco a poco este se va haciendo dueño de él, esto hace que tenga esas ojeras y que haya perdido toda la cordura, la mente de los poseídos se va haciendo cada vez más inestable a causa de la falta de sueño.

- ¿Cómo que va haciéndose dueño de él, acaso no tenían que romperse los sellos? - Pregunté.

- Sí, pero no te expliqué algo. Hay formas de romper los sellos antes, hay una serie de atenuantes según el demonio.

- ¿Atenuantes? 

- Sí, por ejemplo, para romper antes los sellos que limitan mis poderes necesito ira, ése es el atenuante. Por eso te has vuelto más inestable y pierdes fácilmente el control. En el caso de Pesadilla es el miedo que le provoca a su poseído a base de pesadillas. Según cómo está éste hombre como mucho tendrá un nivel uno y recién adquirido.

- ¿Sólo el uno?¿Acaso no está ya bastante chiflado? - Pregunté asustado.

- Sí, pero los he visto peores créeme.

- Pues tendré que acabar con él. - Dije intentando mostrar valentía.

- No, ni se te ocurra. Si lo haces estarías pidiendo a gritos que viniesen a por ti ya. Además no se cómo de poderoso es ahora.

Kaos tenía razón, debía evitar el conflicto.

- Bueno don Iván, debo irme, me esperan en casa. - Dije intentando ocultar mi miedo.

Me comencé a alejar lentamente pero me cogió del brazo, lo agarraba con mucha fuerza.

- Nooooooo tú no te vas no no nooooooo te vas a quedar a hablar conmigoooo jijijiji. - Reía como un auténtico demente.

- De verdad profesor, debo irme. - Respondí intentando no sonar irrespetuoso.

Él cambió su sonrisa de psicópata por una mueca de enfado y los ojos llenos de odio.

- ¡He dicho que te quedes! - Gritó.

Tiró de mi y me llevó hacia un callejón. Estaba bastante oscuro y había un olor pestilente. No sabía lo que iba a ocurrir, sólo sabía que iba a tener problemas.

Kaos (#Wattys2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora