Epílogo

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Desperté sobre una gran montaña de escombros y ceniza. Hacía un calor insoportable y el aire era casi irrespirable. Me levanté como pude y fui a socorrer a Ángela, esa flecha podría haberla matado. Miré por todos lados, pero no la veía, hasta que vislumbré su mano que sobresalía entre los escombros. Los aparté, y pude ver que simplemente estaba inconsciente, por suerte la flecha no había atravesado ningún órgano vital, Eloy no quería matarla. Partí la flecha en dos y la extraje con cuidado por la espalda, su curación haría el resto.

Me dirigí al edificio abandonado, pero... había desaparecido. En su lugar había una gran montaña de escombros. Comencé a quitarlos con desesperación, no podía asumir que habían muerto, que ella había muerto. El garaje estaba a gran profundidad así que solo se me ocurría una cosa.

- Te has forzado demasiado, no lo hagas. - Advirtió Kaos.

- Es por ella. - Respondí secamente.

Activé el Modo Kaos y el aura comenzó a derretir esos escombros hasta que, por fin, se vio unos brazos y piernas por fuera de los escombros. Los quité con rapidez y pude ver a Dolor y Mesistófeles, pero Marina no estaba. Estuve cerca de quince minutos buscando hasta que al final la encontré. Puse mi oreja en su pecho y me percaté en que su corazón aún latía, aunque muy débilmente. La cogí en brazos y la tumbé en la misma zona que a Ángela. Más tarde hice lo mismo con Dolor y Mesistófeles, que ya empezaban a recuperar la consciencia. Estaba tan ensimismado en ayudar a mis amigos que tardé en darme cuenta de que, sobre una pila de escombros había un gato blanco con manchas de color canela observándonos, y yo conocía a ese gato, era Trucha.

Kaos (#Wattys2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora