Se suponía que Lucy estaba muerta, pero ahí estaba, con solo un brazo y una pierna salvando a Mesistófeles, pero ¿cómo seguía viva?
Miré a Muerte y entonces lo entendí, de sus manos salía un aura gris. Miré a Lucy y me di cuenta que sus ojos tenían el mismo color, el poder de Muerte era llamar a los muertos, algo que había sido de vital importancia en los últimos segundos. Lucy tenía la mirada perdida, iba a la pata coja cual zombi, sangrando a borbotones por la garganta y los muñones, y tenía las tripas al aire, era una imagen más desagradable que haberla visto siendo comida por Eloy. El poder de Muerte nos venía genial en esos momentos, puede que Lucy no sirviese de mucho, pero era un apoyo hasta que llegasen Marina y Dolor.
- Me gusta tu poder, creo que me quedaré primero con el tuyo y luego con el de Mesistófeles. - Rió Eloy.
Sacó su pistola, reventó la cabeza de la Lucy zombie y volvió a desaparecer. Antes de que pudiese hacer nada, Eloy ya estaba en frente de Muerte, este aún estaba con la guardia baja por haber estado controlando a Lucy. Eloy lo cogió del cuello y lo estrelló contra el suelo. Salí corriendo a ayudar a Muerte, pero recibí un disparo en la pierna, caí al suelo y tuve que ver la horrorosa escena. Eloy abrió la boca y Muerte tuvo que hacerlo, imagino que en contra de su voluntad. Un humo gris salió de la boca de este y fue entrando en la de Eloy. Tras esto Eloy lo soltó y Muerte cayó, muerto. Ahora, con Ángela y Mesistófeles fuera de juego era un uno contra uno, nuestras filas menguaban y la ayuda no llegaba. Intenté levantarme e ignorar el dolor, necesitaba a Kaos, algún consejo que me ayudase.
- Kaos, ¿qué puedo hacer? - Pregunté.
Silencio, que el demonio no respondiese me ponía nervioso.
- ¡Kaos joder! - Grité.
- No puedes hacer nada, estamos muertos. - Respondió con seriedad.
- ¿Cómo?
- Es demasiado poderoso, incluso con ayuda os destrozará, si antes teníais pocas posibilidades, ahora que ha absorbido a mi hermano no tenéis ninguna, ríndete.
Era la primera vez que veía a Kaos tan serio, tan impotente. Puede que tuviese razón, que Eloy ahora mismo fuese invencible, pero es mejor morir de pie que vivir de rodillas.
- Aunque eso sea cierto, no voy a dejar de dar guerra hasta que exhale mi puto último aliento, se lo debo a todos los que han muerto por esta cruzada absurda. - Dije con seguridad.
- Bueno si hay que morir, ¿qué mejor manera que repartiendo hostias?
Tras decir esto, el aura roja volvió a envolverme, era ahora o nunca.
- Veo que no te rindes, ¿no? - Rió Eloy.
- Sabes que no. - Respondí con media sonrisa.
Salí corriendo hacia él. Salté e intenté golpearle la cabeza con mi talón, pero me detuvo con su antebrazo. Dí una voltereta hacia atrás y me lancé directo a golpear su estómago. Eloy lo esquivó sin problemas, me cargó sobre sus hombros y me estrelló contra el suelo. Me incorporé al instante y comencé a lanzar zarpazos lo más rápido que podía, si era capaz de abrir algún hueco en su defensa podría herirle. Eloy no paraba de esquivar mis movimientos con apenas esfuerzo, era como si estuviese jugando conmigo. De repente lanzamos un puñetazo mutuo que ambos detuvimos, ahora estábamos relativamente igualados, la única diferencia, era que él podía igualar mi nivel dos, sin entrar en su modo demoníaco, y eso podía ser muy malo para mí.
- No lo entiendes, ¿verdad? - Preguntó riendo.
- ¿El qué?
- Que no tienes ninguna posibilidad, tengo el poder de dos ángeles, un ángel caído y dos demonios, no tienes nada que hacer.
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Kaos (#Wattys2017)
Teen Fiction¿Qué ocurriría si a un chico huérfano de quince años le metieran el alma del demonio más loco y despiadado de todos los tiempos sólo para salvar los tres planos? O al menos ese es el motivo que él cree...