Me dolía el pecho, estaba completamente vendado y no podía ver aquella marca que me dejó Satán. Oía a alguien llorar, parecía una chica. Abrí los ojos lentamente y vi que estaba tapado por una sábana. Rápidamente me incorporé y pude observar que estaba en el hospital. Me fijé en que la que lloraba era Ángela y a su lado estaba Eloy. Al levantarme me miraron con los ojos desorbitados.
- ¿Qué ha pasado? - Pregunté con voz somnoliente.
Ninguno dijo una palabra, sólo se limitaron a repasarme con la mirada y con la boca abierta. Al final fue Eloy el que habló.
- El autobús cayó por un barranco y explotó, no hubo supervivientes, pero a ti te encontraron intacto sin heridas ni quemaduras. Te trajeron aquí, al hospital, para intentar reanimarte pero al final te dieron por perdido. Tío, estabas muerto. Vinimos en cuando nos avisaron.
No me resultó extraño, acababa de estar en el Infierno, para ello tenía que estar muerto.
- Lo siento. - Dijo Ángela en voz casi inaudible.
- ¿Perdón? - Dije sorprendido.
- Lo siento. - Dijo secándose las lágrimas. - Si hubiéramos estado contigo....
- Si hubieseis estado conmigo habríais muerto, y eso no podría aguantarlo. - La interrumpí. Se la veía destrozada pero contenta de que estuviese vivo. - ¿Cuánto tiempo he estado "muerto"? - Les pregunté.
- Nosotros llegamos hace media hora, así que no mas de una, eres duro de pelar cabrón. - Dijo Eloy con una sonrisa forzada. Lo había pasado muy mal pero quería hacer como si nada hubiese pasado.
De repente se abrió la puerta y apareció Marina. Tenía cara preocupada, al verme salió corriendo hacia mi cama y me abrazó. Me extrañaba que una persona que conocía de solamente un día se preocupase tanto por mí.
- ¿Estás bien? Me dijeron que tuviste un accidente y que habías muerto. Vine en cuanto pude. - Dijo al borde del llanto.
- Estoy bien, debería estar muerto pero al parecer el Jefazo no me quiere ahí arriba.
"De algún modo es verdad." - Dije para mis adentros.
- Venga besuguita vamos a dejarles solos. - Dijo Eloy.
- Vale. - Contestó Ángela de forma casi inaudible.
Se levantaron. Ángela se levantó y me dio un beso en la mejilla.
- Volveremos a verte en unas horas, descansa papichulo. - Me guiñó un ojo y se fue.
Eloy me dio la mano, iba a soltarla pero me acordé de algo así que le hice un gesto de que se acercara.
- ¿Al final, que ha pasado? - Le pregunté.
- ¿Sobre qué? - Dijo Eloy confuso.
- Tío con Ángela, ¿habéis?
- En serio tío, tienes a una pava preocupada por ti y te preocupas por mi vida sexual. Para matarte loco.
- Tú responde pedazo mierda. - Le contesté.
- No tío, justo cuando llegamos a casa me avisó mi madre. Vinimos corriendo. Si es que das por culo hasta muerto. - Dijo riéndose. - Venga adiós puti, descansa.
- Adiós loco. - Dije mientras le veía salir por la puerta.
Marina me miraba fijamente, tenía su bella sonrisa dibujada en su rostro. Me miró a los ojos y me di cuenta de que estaba muy triste, se preocupaba por mí.
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Kaos (#Wattys2017)
Teen Fiction¿Qué ocurriría si a un chico huérfano de quince años le metieran el alma del demonio más loco y despiadado de todos los tiempos sólo para salvar los tres planos? O al menos ese es el motivo que él cree...