Capitulo 48 - La bomba

29 3 2
                                    

Eloy se incorporó y miró mi brazo.

- La puta Hija de Satán... - Dijo entre dientes.

Tras decir esto miró al cielo y comenzó a hablar.

- Cuando le pregunté a Satán cómo acabaríamos con Mesistófeles me dijo que le robaríamos su poder absorbiendo su alma para evitar la catástrofe, pero en el fondo de mi ser algo me dijo que no le creyese. - Decía aún con la mirada al cielo, no sabía si hablaba conmigo, o quizá, consigo mismo.

-Así que decidí robarle también su poder, dijo que no era digno de él, y sin embargo aquí estoy. - Rió.

Esas muestras de arrogancia nunca las había visto en él, lo que no sabía era si el poder le había cambiado, o si había despertado su verdadero yo.

- Pero bueno, eso ahora poco importa, lo único importante es que soy más poderoso de lo que serás tú jamas, a no ser que tomes mi consejo.

Se quitó su pechera de cuero, dejando su torso al aire. Estaba muy musculado, tenía unos abdominales que parecían esculpidos en mármol y sus venas estaban completamente hinchadas.

- Esto, es el poder del que te privas, si hicieses lo mismo que hice yo, encerrar a Kaos, podrías tener mil veces más poder, la mierda de los sellos los hace más poderosos a ellos y te prestan una parte de su poder. Pero si ocupas su lugar, serás mil veces más poderoso, piénsalo. - Eloy había adquirido la misma forma de tentar que el mismísimo Satán, pero no iba a caer.

- Si hiciese eso me embriagaría de poder y me acabaría corrompiendo, como te ha ocurrido a ti. - Respondí.

- Es una verdadera pena, en serio, pero es tu decisión. - Me cogió del cuello y me miró con maldad. - Te enviaré con tu querida novia.

De nuevo la ira volvió, el aura fue aún más poderosa y noté como reparaba todos mis huesos. Mi pelo se volvió totalmente blanco y mis garras tomaron una tonalidad negra. Mis ojos se volvieron de ese color carmesí y mi esclerótica volvió a ser negra mientras mi piel tomaba una tonalidad rojiza. Le di un cabezazo para quitármelo de encima y me incorporé. Intenté ponerme de forma bípeda, pero no era capaz, mi cuerpo se puso a cuatro patas automáticamente. El aura me envolvía y sentía la sensación de poder por cada átomo de mi cuerpo. Eloy miraba sorprendido.

- Vaya, cuánto poder, será interesante tener a Kaos en la colección. - Rió.

- No me tendrás, ¡ESTO ES EL NIVEL TRES HIJO DE PUTA! - Mis labios se movían en contra de mi voluntad.

Le rodee, me puse a su espalda y salté con la intención de golpearle por la espalda, pero me esquivó a tiempo. Ahora veía todos sus movimientos. Podía ver sus huesos, su corazón latir, y en su cerebro, una mezcla de colores, gris, negro, dorado, azul y blanco, eran las almas de todos los que tenía apresados. Salté hacia él y le di un zarpazo en la cara, tras esto, aparecí a su espalda y le golpee la columna con todas mis fuerzas. Se elevó un par de centímetros lo suficiente para golpearle con el codo y hundirle en el suelo. Le cogí del cuello y le obligué a mirarme.

- ¡ESTO VA POR MUERTE!

Golpe contra el suelo.

- ¡ESTO POR HISTERIA!

Otro más fuerte.

- ¡ESTO POR LUCY!

Esta vez el suelo se quebró aún más.

Lo levanté con un solo brazo y le miré con odio.

¡Y ESTO POR MARINA!

Le di un puñetazo directo a la cara y salió volando contra un edificio que se partió en dos. Mi furia, era la clave, lo que me hacía poderoso, si era capaz de canalizarla, podía ganar.

- ¡Aprovecha esa ira! ¡Ha sido la que ha podido romper el sello antes de tiempo y liberar el nivel tres! - Gritaba Kaos.

Rugí con todas mis fuerzas y salté hacia donde había lanzado Eloy, pero estaba de pie esperándome. Tenía garras, su pelo se había convertido en una enorme melena de color azabache y sus ojos eran dorados con la esclerótica oscura, había entrado al nivel dos.

- ¡ESTO SE VA A ACABAR! ¡AHORA! - Grité.

- Te felicito, me has hecho esforzarme. - Dijo mirando su antebrazo que había sido agujereado por Dolor, ahora curado. Cerró el puño y me miró. - Lo lamentarás.

Salimos el uno a por el otro, yo hacía todos los esfuerzos por estar en posición bípeda. Los zarpazos volaban a diestro y siniestro, nos provocábamos cortes en cara, brazos, torso, todo lo que podíamos. Conseguí desenfundar mi katana e intentar una estocada, pero la paró cogiendo el filo con las palmas y de un movimiento la quebró. Saqué el cuchillo de combate y conseguí lanzárselo, lo esquivó pero le hizo un corte en hombro. Cogí mi Magnum, mi última opción, y vacié el cargador contra él. Desapareció y en el lugar donde estaba él apareció un coche que recibió todos los disparos.

- ¡¿Dónde cojones está?! - Pensé.

- ¡Ha usado el poder de Histeria, puede cambiar el espacio e intercambiar su posición con otro objeto! ¡Ten cuidado! - Advirtió Kaos.

Evité un cuchillo que había volado hacia mí por milímetros. Me giré y vi que el cuchillo se acercaba de nuevo a mi, era como si tuviese vida propia. Lo esquivé y me fijé en Eloy, movía su brazo al mismo tiempo que el cuchillo. Durante una décima de segundo pude ver un resplandor en su mano. El cuchillo voló de nuevo a mi y esta vez pude atraparlo, entonces entendí el truco, Eloy le había atado un hilo de nylon para que fuese casi imperceptible. Rompí el hilo y le lancé su cuchillo. Aproveché que le había distraído con esto y salté hacia él en el intento de una patada voladora, pero en su lugar fue otro coche el que recibió el golpe. Mi pierna se quedó enterrada en esa masa de metal que antes fue un vehículo, Eloy apareció a mi espalda y vi venir su puñetazo a cámara lenta, me imaginé que uno de mis huesos le atravesaba, y así fue, de mi codo salió una enorme estaca que se clavó en su antebrazo. Mi codo volvió a la normalidad y conseguí salir de esa masa de metal. Me puse en forma cuadrúpeda y me lancé al ataque, pero Eloy me vio las intenciones, era mi fin. Puso su mano en forma de filo y atravesó mi estómago justo cuando saltaba a golpearle. Comencé a toser sangre y el Modo Kaos desapareció. Extrajo su mano y me cogió del cuello.

- Gracias, ha estado bien, pero esto se ha acabado. - Dijo riendo.

Abrió su boca enseñando unas fauces que parecían la de un puto tiburón. Estaba a punto de absorber mi poder cuando un grito le descentró.

- ¡NO ELOY!

Era Ángela, tenía los ojos llorosos y miraba la escena con pánico. Tenía el arco cargado, dispuesta a disparar.

Eloy sonrió y  en un segundo se puso en frente suya.

- Eloy, por favor...

El la besó, y ella le siguió el beso, ese fue el error. Eloy atravesó su estómago con una de las flechas del carcaj de Ángela, y yo mientras miraba la escena con impotencia. Eloy se relamió la sangre que había tosido Ángela y sonrió con maldad.

- Deliciosa, nunca había probado la sangre de ángel. 

Volvió a acercarse a mi, pero esta vez, lentamente, se estaba recreando, disfrutaba de la situación. Cuando estaba a sólo tres metros de mi, una luz cegadora invadió mi vista, tras eso una explosión, y todo se volvió negro.

Kaos (#Wattys2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora