Capítulo 17 - Imaginación sálvame

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Marina me miraba fijamente con unos ojos diferentes a los de siempre, eran de desconfianza. Cada segundo mi respiración se agitaba más y más y mis nervios crecían, tenía que inventarme algo y rápido. Pensé y pensé y no se me ocurría nada.

- ¡Serás gilipollas inventa algo que te salve el culo ya! - Gritó Kaos.

- ¡Cállate, bastante nervioso estoy ya! - Respondí con ira.

Por mucho que pensaba nada venía a mi mente, mi imaginación era nula, y sobre todo bajo presión. Vi cómo Marina se impacientaba cada vez más, se me agotaba el tiempo.

- ¿Y bien? - Preguntó con los brazos cruzados.

Una idea iluminó mi mente al fin. 

- Bueno, es largo de contar. - Comencé. Me aclaré la voz y continué con mi completamente inventada explicación. - Hace como unos dos años, entré en un grupo que parecía ser bastante normal, eso creía hasta que a los dos meses tuvimos una reunión. Me llevaron a un cementerio ante un chico que parecía ser el líder del grupo. Iban con ropas negras y maquillados como auténticos vampiros. - Me sorprendía a mí mismo aquella agilidad mental que demostraba en ese instante. - El chico mandó que nos tumbaran a mí y otros chicos en unas lápidas. Tras eso comenzaron a hacer un ritual. Nos dieron algo de beber y lo demás lo veo todo borroso, lo primero que noté  al despertar fue un dolor agudo en el pecho y vi que me habían hecho este dichoso símbolo en el pecho pero ya no había nadie, ni siquiera los chicos que me acompañaron. Al día siguiente me dijeron que estaba dentro del grupo pero no quise saber nada más de ese grupo de frikis. La verdad soy ateo así que eso de ser satánico no me va.

Al terminar mi relato Marina me miraba con los ojos abiertos, era algo muy enrevesado pero lo único que se me ocurría. Estuvimos callados un largo e incómodo rato, no sabía si su silencio era señal de que lo estaba analizando o porque sabía que le estaba mintiendo. Al final habló.

- Entonces una secta satánica te grabó esa mierda.

- Sí, ese sería el resumen. Sé que es muy jodido de creer, a mí mismo me costó.

Me miró a los ojos y sonrió.

- Te creo. - Tras decir eso me besó.

- Gracias. - Respondí.

Revisé mi reloj y vi que eran las nueve y media, debía volver ya.

- Lo siento, tengo que irme ya. - Dije y le di un beso.

- Jo, no quiero que te vayas. - Respondió con tristeza.

- Ni yo irme, te compensaré, lo prometo.

Salí por la puerta y fui directo a casa. Al llegar estaban todos poniendo la mesa. Me miraron un segundo pero volvieron a sus quehaceres sin prestarme mucha atención. Fui a mi cuarto, me puse ropa cómoda y volví al salón. Iba a ayudar pero Eloy me cogió del brazo.

- Es hora de que me cuentes mi cuento para dormir pedazo de puta.

- Está bien zorra, vamos.

Fuimos de nuevo a mi cuarto y nos sentamos en la cama. Me miró y luego sonrió.

- Bueno, dime qué pasó, ¿le diste un pollazo demasiado fuerte y tuviste que llevarla a urgencias? - Preguntó con ironía.

- Te vas a correr del gusto, créeme. Lo que voy a contarte es la hostia.

Empecé a explicarle todo: Cómo nos abordaron esos tíos, cómo desaté el Modo Kaos al ver que pegaban a Marina, cómo casi les destrozo si no llega a ser por Kaos. Eloy escuchaba todo con atención y sin perder un sólo detalle. Al terminar me fijé en que no pestañeó un segundo, como si fuese algo completamente normal.

 - Tío qué pena, quería ver cómo te metían en un manicomio toda tu puta vida. - Dijo irónicamente.

- Espera, lo que viene ahora te va a encantar.

Le conté la historia que había inventado hace sólo media hora para engañar a Marina. Eloy esta vez escuchaba riéndose a carcajadas.

- Joder tío, ¿desde cuándo  eres satánico? - Rió.

- Desde que fui al puto Infierno y resucité. - Dije con ironía. - Ahora en serio, lo he pasado mal, me ha costado inventarme esa mierda, y sobre todo que se lo creyera.

- Bueno lo que está claro es que a partir de ahora tendremos que entrenar el doble. Desde que liberaste el primer sello eres mucho más inestable, vas a llamar mucho la atención y esto hará que vengan a por nosotros pronto, y no me apetece que un demonio me posea, no sé cómo lo ves pero las pajas me gusta hacérmelas yo solito. - Comentó con tono sarcástico. Eloy siempre buscaba ser gracioso para quitarle importancia a las cosas, pero en el fondo sabía que se lo tomaba en serio.

Fuimos a cenar y tras eso planificamos el entrenamiento que íbamos a tener a partir de entonces.


Kaos (#Wattys2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora